miércoles, diciembre 26, 2007

¿COMO ARRANCA EL 2008?

(Publicado - El Observador 26/12/07)
Los que están en la oposición ciudadana todavía no salen de su asombro. El gobierno cae en picada en las encuestas, los casos de presunta corrupción en solo tres años tocaron a las máximas jerarquías políticas del país y la presión tributaria –sin la reforma de la salud incluida– no para de hacerse sentir en los sectores medios de la población. Todo esto trae aparejado un escenario enloquecedor para un partido de gobierno que se había creído portador de una nueva verdad. El telón empieza a caer.
Si a esto se le agrega los problemas de “poder” que vive el Frente Amplio donde no se ponen de acuerdo por casi nada, y juegan –como partido político– al perfilismo con el gobierno, en fin, el panorama es complicado para esa fuerza política. El Frente Amplio con su esquizofrenia militante perfora el gobierno con una eficacia que ningún parlamentario de la oposición logra jamás.

Las candidaturas también se le enredaron al gobierno. Astori tiene heridas de guerra por todos lados, entre el Irpf y Bengoa ya no será el seductor de la burguesía que iba a ser utilizado para esa misión especial. Los posibles votantes de Astori cruzaron la frontera y se alejan porque lo consideran un actor que los traicionó y que sólo buscó recaudar más de manera insensata. Mujica no podría ser nunca el candidato del Frente Amplio porque hay un electorado moderado que le desconfía y que sentiría que los riesgos de polarización se profundizan de manera exponencial con su aspiración presidencial.

Por otra parte, los inventos electorales no corren nunca para los partidos de gobierno, a ellos la gente los evalúa por lo que hacen, para eso los votaron. Y una jugada de reaparición del presidente Vazquez con vocación reeleccionista, ahora, sería vista como una movida desesperada que solo lograría tensar más el clima político, generando más adhesiones hacia la oposición porque eso sería visto como una acción desesperada –y poco moral– en búsqueda de mantener el poder.

El Frente Amplio se enfrenta a su peor pesadilla, ellos que creyeron que llegaban para estar en el gobierno por cien años, empiezan a advertir el malestar de la gente que ya no los aplaude más. Llegó la hora en la que el pueblo pasa factura ante tanto macaneo, se enoja y se queja. Basta andar por la calle para advertirlo. Ser de oposición es un deleite. Ser del gobierno es una pesadilla en la que no alcanzan los adjetivos ciudadanos para quejarse.

Por todas estas razones el presidente Vázquez va a cambiar su gabinete. Ahora tiene legitimidad para hacerlo justo cuando a su gobierno se le empieza a detener el motor. Hay candidatos cantados. El canciller ya no da más. Pero hay otros ministros y ministras que también podrían salir porque ya no tienen productividad de ninguna especie.

El Frente Amplio va a tener que “soportar” la decisión del Presidente que de una forma u otra procurará mantener ciertas ecuaciones políticas pero ya nadie puede levantar la voz porque el barco hace agua en serio. El verano es siempre un buen momento para esto porque la ciudadanía está con la cabeza en otra cosa, el parlamento no funciona y la distracción gana terreno. Algunos ministros tendrán que ir a jugar al “Lego” con sus nietitos.

Se vienen los cambios y sería útil que el presidente pensara más en el país. Ahora se verá si el doctor Vázquez es un jefe de Estado y de gobierno, o si solo fue el administrador-representante del Frente Amplio en el Estado. Dos años para un país son mucho tiempo y si no se logra acertar algunas acciones el legado que va a quedar será el de un país que se creyó que vivía en la prosperidad, pero que no contuvo el gasto y que no invirtió en nada sustancial para desarrollar la nación. El cambio que se prometió, por ahora, sólo es un cambio dialéctico. Veremos cómo arranca el 2008 porque el tiempo pasa y no pasa nada importante por estas tierras. O lo que es peor, se ambientan macanazos gigantes.

miércoles, diciembre 12, 2007

¿REAL O PRESUNTA CORRUPCIÓN FRENTEAMPLISTA?

(Publicado - El Observador 12/12/07)
Durante décadas, el Frente Amplio —y antes del mismo sus principales partidos constitutivos— instaló en la cabeza de muchos uruguayos que los gobernantes de los partidos fundacionales, de alguna forma u otra, eran intrínsecamente corruptos, abusaban del poder y se manejaban con “códigos mafiosos” (así lo sostuvo un notorio gobernante actual en el pasado reciente). Se hicieron imputaciones de todo calibre y se instaló el rumor como arma “chusma” para deshacer prestigios personales. Las acciones demonizadoras surtieron su indudable efecto: en algún momento, ser colorado o blanco llegó a constituirse casi en sinónimo de “corrupto por naturaleza”. El Frente Amplio gozaba con su obra. La manija totalitaria construyó un grado de violencia ciudadana y desprestigio pocas veces visto.
Muchos de los temas que varios de los actuales gobernantes blandían hace cuatro años en los estrados judiciales no fueron nada más que “carne podrida”, que no tenía contenido jurídico y que no permitía encontrar ninguna ilicitud.
También es cierto —necio sería ignorarlo— que hubo algunos pocos casos en que la Justicia encontró culpabilidad. Y donde actúa la Justicia, ya no hay más nada para hacer. Los republicanos debemos pensar así, si estamos ante una Justicia seria y responsable, y si queremos tener la independencia de actuar criticando al otro.
Ahora le toca el turno al gobierno. Son los actuales gobernantes, sus amigos y sus familiares los que tienen que salir a explicar: qué contactos tuvieron, cómo se enteraron de tal o cual negocio que el Estado quería hacer, cómo se constituyen las redes de vinculación de amigos y parientes que podrían verse beneficiados ante decisiones del poder de turno, cuál es la razón por la que se opta por “amigos del gobierno” y cuál es la razón por la que otros competidores quedan fuera de juego. En fin, en varios casos, este tipo de preguntas se viene precipitando y será en los estrados judiciales donde mucho de lo que se quiere saber de varios negocios del gobierno debe ser aclarado.
Claro, hay una diferencia enorme: la oposición no utiliza estos episodios para enlodar el buen nombre de nadie. Ni siquiera se parlamentarizan los casos —aunque en algunas situaciones se hace insostenible no avanzar— con el espíritu frontal de no enredar procesos que ya se están judicializando. No son los miembros de los partidos fundacionales los que hicieron explotar el asunto “Bengoa” y su red de vinculaciones —junto a un grupo de amigos—, todos metidos en “algo” que tienen que aclarar. No son tampoco esas colectividades las que encuentran el capítulo dos de Leonardo Nicolini. Tampoco son esas colectividades las que descubren el caso “Gonzalo Nin-Coronel-Svetogorsky” y sus presuntas conversaciones con jerarcas militares, sosteniendo la conveniencia de concretar tal o cual negocio. No son tampoco los partidos tradicionales —fue Brecha— quienes un día informan que el hijo del Presidente de la República actuó en alguna “calidad”, intermediando en negocios de más de 59 millones de dólares en la venta de software a Venezuela, al amparo de una negociación que nadie conoce y que tampoco nadie en el gobierno está dispuesto a explicar, a pesar de los innumerables pedidos de informes remitidos para conocer algo del asunto (¿será por aquello de que el miedo no es zonzo?).
¿Qué apreciaciones habría hecho el Frente Amplio si hubiera sido oposición? ¿Cuáles hubieran sido los calificativos para con los presuntos involucrados? Preguntárselo, es respondérselo: habrían mancillado el buen nombre de los ciudadanos que se les ponían por delante y muy después —y si cuadraba— se hubieran preocupado de averiguar si las presunciones tenían fundamento o eran sólo un chisme barato. ¿Quién no recuerda al hoy Vicepresidente, en el acto final del Frente Amplio de 2004, decir que “todo” lo que se hacía en la administración pasada tenía “olor a joda”? Era un tema de “olores”… ¿Y ahora olor a qué hay? ¿A rosas? Afortunadamente, hoy no se actúa de la misma manera.

lunes, diciembre 10, 2007

CANDIDATURAS COLORADAS: ENCUESTA DE INTERCONSULT


Hablar hoy de candidaturas presidenciales puede resultar apresurado, dado que aún restan dos años para las próximas elecciones, pero no debemos olvidar que a octubre de 2009 se debe llegar con un solo candidato por partido y que la pugna interna por ese privilegiado lugar comienza el próximo año, cuando no ha comenzado ya.

Las internas partidarias no pueden ser tomadas a la ligera, por lo cual no es apresurado el cerrar este año conociendo preferencias de los electores en cuando a posibles precandidaturas. Dado que estas no están en todos los casos definidas con claridad, Interconsult utiliza dos listas alternativas de posibles candidatos en cada interna partidaria.

En el caso del Partido Colorado, como ya se observara en encuestas anteriores, los ex quincistas Atchugarry (26%) y Pedro Bordaberry (24%) lideran las preferencias coloradas, aunque el histórico líder Julio Ma. Sanguinetti también cuenta con la cuarta parte de las adhesiones, produciéndose una especie de triple empate.

En una segunda lista, donde no aparecen los ex presidentes y Atchugarry en la medida que han expresado su intención de no ser candidatos, la figura de Pedro Bordaberry capta casi la mitad de las voluntades coloradas (46%), con prácticamente un único competidor, Washington Abdala con el 23%.

Ficha técnica: Encuesta realizada por Interconsult (Ing. Juan Carlos Doyenart) entre los días 3 y 4 de noviembre de 2007, de acuerdo a las siguientes características: Universo: Personas de 17 años y más, de ambos sexos, residentes en localidades mayores de 5.000 habitantes. Tamaño de muestra: 890 hogares.

Publicada en “Ultimas Noticias”, 10 de diciembre de 2007.

miércoles, noviembre 28, 2007

HARTOS DE CHÁVEZ

(Publicado - El Observador 28/11/07)
Los episodios que protagoniza Hugo Chávez hacen que cada día se refuerce más la idea de alejarse de él, cuanto antes, cosa de no verse contaminados por sus efluvios psicodélicos.
Chávez brinda la peor imagen del continente y termina por tornar más dañina aun la idea que —con cierta razón— se tiene de nosotros. América no se caracteriza por democracias al cien por ciento sino que, entre bananas, golpes de Estado y corrupción, no son pocos los ejemplos de ejercicios democráticos bastante lejanos al ideal.
Cuando Chávez pasea por Europa, su personaje se instala alegremente en el imaginario europeo que existe sobre nosotros, donde muchos nos miran como indiecitos redimidos. ¿Tienen la culpa los europeos en creer eso cuando un personaje así —como salido de un libro de García Márquez— los visita, les grita, gesticula a lo loco y les hace el show gratis para los noticieros nocturnos? ¿Nos discriminan los europeos al mirarnos con desdén cuando, desde acá, los no pagos de las deudas de algunos gobiernos de la región, las nacionalizaciones de empresas internacionales en varios países y el manejo de la plata del petróleo, usado para campañas políticas, empieza a ser moneda corriente de algunos gobiernos “progresistas”?
Venezuela primero sufrió una partidocracia delincuencial, que creyó que aquello era un maná que no tenía fin. Ahora le toca el turno a este alucinado de la crítica histérica, que tiene por única obsesión el poder eterno. Basta verlo con el Presidente de Irán (el que quiere la desaparición de Israel de la faz de la tierra) y con otros especímenes duros de la llamada “izquierda latinoamericana” como para advertir el grado de alienación en el que está.
Como tantas cosas en la vida, quiso la casualidad que el rezongo monárquico hiciera que Chávez quedara, ante el mundo y ante su pueblo, como la gente lo ve: un bocón suelto, que gruñe y que siempre está listo para proferir una serie de incongruencias que tiene por objetivo encontrar “malos” del supuesto lado “pro imperialista” y angelitos y seres intrínsecamente bondadosos del lado de su liderazgo. Por fin, el mundo se ríe de manera clara, con una sonora y destructiva carcajada, del otrora aspirante a dictador.
Por casa lo han a usado a más no poder. Le han sacado plata —o han pretendido hacerlo— para cualquier cosa. Y ese es el triste precio que han tenido que pagar por los petrodólares que vinieron de un día para el otro. Algún día se esclarecerá todo acerca del dinero que vino, cómo vino, a quiénes fue a parar y quiénes se beneficiaron de tanta fiesta.
La Justicia ya empezó a investigar en la región y en Uruguay. Y seguramente muchos tendrán que ir a declarar acerca de cómo hicieron para tener negocios tan prósperos al amparo de las directivas políticas de Venezuela. No son pocos los empresarios uruguayos que se quejaron por el tratamiento especial que recibieron algunos uruguayos, teniendo tanta “banca” en Venezuela, mientras otros ni regalando pasajes aéreos se hacían conocer…
Es que no se puede. Los totalitarios serán de derecha, de izquierda o de algún primitivo menjunje ideológico, pero primero, antes que nada, son totalitarios. El marco ideológico —siempre confuso, pueril y elemental— es una excusa para todo el desequilibrio que van fraguando. Por eso estuvo bien el Presidente Uribe. Basta ya de meterse en la vida interna de cada país. Eso es lo que hace Chávez por la región: se pretende erigir en una especie de madre de todos nosotros y anda por el planeta vociferando las injusticias que padecemos.
Debiera quedar claro que somos países independientes, que no necesitamos una “mamacita” al estilo Chávez que nos ande cuidando por allí. Y mucho menos una mamacita tan poco preparada y tan refractaria hacia el mundo. Basta ya de quedar “pegados” por tener de líder barrial a un personaje que, en este país, si lo tuvieran que votar, no llegaba ni a concejal. Que el gobierno ponga las bardas en remojo, pues, porque no se puede andar por allí pretendiendo ser moderados y, más tarde, pidiendo el oro y el moro a un personaje como éste, que cobra por todo.

miércoles, noviembre 14, 2007

EL ENOJO CIUDADANO

(Publicado - El Observador 14/11/07)
Pablo Montaldo escribía hace dos días sobre la ingenuidad de creer que el Banco República se encuentra estupendo y reforzaba sus cuestionamientos en relación a partidas conciliatorias sin explicar, situaciones sin regularizar en los fideicomisos de carteras morosas, errores de estimación en el impuesto a la renta, insuficiencia de previsiones para créditos incobrables, etc. En fin, un panorama preocupante, por decir lo menos.
Lo inquietante del asunto es que esa superficialidad en el abordaje de diversos temas de Estado, reina olímpicamente en buena parte del gobierno. En algún momento, por alguna razón que no alcanzo a comprender, la élite gobernante creyó que sabía lo que, en realidad, no sabía. Intuyó que gobernar significaba trasladar ciertos modelos teóricos voluntaristas al plano de la decisión de turno y que, por arte de magia, la “felicidad progresista” se derramaría gradualmente sobre la sociedad.
Digamos, entonces, que la ausencia de resultados netos se comienza a percibir en las áreas sensibles del gobierno cada día más. Y el país no siente que las cosas hayan cambiado para bien. Es más, algún sector de la clase media que se sintió castigado por la crisis del 2002, y que en su oportunidad divisó a la alternancia política como una opción valiosa y esperanzadora, por estos días no puede creer que todo haya terminado en una postura esquilmadora de recursos a cuanto trabajador y jubilado existe en el país. El final de la película fue pedir más recursos para gastar más en el Estado. En este Estado al que todos le desconfiamos con sus burocracias infernales y sus gastos, ésos que nunca se sabe dónde terminan.
¿Cuál es la verdad, entonces? ¿Las voces críticas del Vicepresidente de la República en torno a algunos funcionarios? ¿Los enojos de un Senador del MPP hacia los técnicos-burócratas, verdaderos dueños del poder? ¿O los resultados de crecimiento del aparato del Estado y de su capacidad para pedir más plata para que el propio Estado la devore?
No se entiende, además, cómo en el período de mayor bonanza de los precios en las materias primas uruguayas de los que se tenga memoria en la historia del país, no permiten acolchonar recursos para los inevitables ciclos negativos, que —tarde o temprano— inexorablemente sobrevendrán.
Claro, no es sencillo moverse en el mundo real. Ese mundo que fue negado sistemáticamente, de manera obsesiva, por muchos de los actuales gobernantes. Ese mundo que negaban y que, gracias a la competencia que nosotros alentamos, hoy los más humildes tiene un teléfono móvil para trabajar y recibir requerimientos laborales. Ese mundo que negaban y por eso no querían a las AFAP para cuidar el dinero de las jubilaciones. Hoy, la competencia permitió que esas entidades encriptaran esos recursos y que ese dinero esté a buen recaudo. Si hubiéramos seguido con el BPS y sus prácticas, el sistema hace rato que hubiera quebrado. Y tanto se han dado cuenta, que ahora admiten a regañadientes que no tienen mejor alternativa. Ese mismo mundo que induce a las aseguradoras a mejorar sus precios en el área de los automotores, porque el que no los baja u ofrece mejores contrapartidas, no coloniza el mercado. Todo ese mundo, satanizado como “neoliberal”, terminó bajando precios de intermediación, permitiendo a cientos de miles de uruguayos, antes excluidos, el acceso a una diversidad de bienes y servicios. Fueron los más humildes aquellos que se beneficiaron con estos cambios.
Ese mundo no entra en la cabeza de muchos gobernantes, porque hace trizas los fetiches con que se formaron. El embajador de ese mundo era el Ministro Astori y, en los hechos, se transformó en Lady Macbeth. Justo él vino a traicionar a quienes, a pesar de sus discrepancias, percibían en su mensaje una visión de apertura hacia el universo emprendedor. Justo él —en incomprensible actitud— se transformó en el verdugo de las clases medias. Justo él encoleriza a un importante segmento de los jubilados que trabajó durante mucho tiempo para respirar con dignidad los últimos años de sus vidas.
Después dicen que la política es aburrida y predecible en este país. Si alguien hubiera afirmado que quien captó las adhesiones de muchos blancos y colorados en la elección anterior, es la misma persona que se ocupa de expulsarlos de manera salvaje, se lo hubiera tildado de enajenado, Porque había que ser muy creativo para afirmarlo hace dos años.
Hoy, no hay que trabajar en opinión pública para advertir esto. Apenas hay que sentarse en cualquier boliche, en cualquier parte del país, para escuchar el enojo ciudadano. Sencillito.

miércoles, octubre 31, 2007

NO ME HAGAN HABLAR DE LOS POLÍTICOS

(Publicado - El Observador 31/10/07)
Los padres tienen una responsabilidad que no siempre es clara para todos en la sociedad democrática. Los padres deben educar, instruir en valores, formar a los hijos que tienen a su cargo pero nunca adoctrinar por detrás del dogma.
Algo de esto está pasando en una sociedad que ya no tiene paciencia de nada y de nadie y donde cualquier causa es motivo de revuelta, ocupaciones y malestar. A nadie se le escapa que muchas de las actuales movidas juveniles —y por “actuales” me refiero a las de estos días pero también a las de años anteriores— tienen a los padres por detrás “dando manija”, creyendo que de esa forma se consigue lo que por la vía del diálogo no se obtiene.
Claro, muchos padres que se pasaron una vida cargando de resentimiento a sus hijos con razonamientos llenos de rencor hacia los que estaban en el poder, ahora que el signo del mismo cambió, no saben cómo parar la aceleración mental que construyeron. Es tanta la rabia que inocularon que no se les hace sencillo detenerla.
Desde la izquierda se enseñó que la “confrontación” como arma, era el instrumento útil para desgastar a los gobiernos de turno, para movilizar, difamar, erosionar y alentar las huelgas a como diera lugar. Una vida en la batalla protestando por lo que viniera y por cuanta causa sirviera para demostrar distancia del “neoliberalismo”. Seguro, ahora desmontar esas formas de razonar no es tarea sencilla. Y los que se criaron en esos encuadres ya no tienen vuelta atrás. Le van a regalar su rabia a quien fuere y ya no tendrán contemplación cómplice para con nadie. El invento mata al inventor.
Días atrás, una niña en el Parlamento, en un acto protocolar donde los pequeños escolares jugaban a ser parlamentarios por un día, decía ante la televisión: “no me hagan hablar de los políticos”. Toda una sentencia de un ser que no puede construir esa cosmovisión si no tiene alguien por detrás que le come la cabeza con una militancia en clave de desconfianza hacia el sistema. ¿Cómo imaginar, entonces, que puede haber legitimidad del sistema político si desde el hogar se enseña a desconfiar de la política? ¿Cómo sostener la democracia si hay muchísimos padres que —sabiéndolo o no— hacen golpistas a sus hijos al educarlos en el desprecio y en la distancia hacia todas las instituciones republicanas?
Cuando cae la democracia, lo que cae —entre otras cosas— son los valores liberales, porque no tuvieron la fuerza de sostenerse ante el atropello bravucón del aspirante a dictador de turno. Muchos padres no lo saben, pero pretendiendo defender sus ideales, forman pichones autoritarios que en el día de mañana no estarán dispuestos a recorrer el camino del diálogo y de la tolerancia. Si el tema es gramsciano, si solo se trata de alcanzar el poder para, desde allí, desplegar una accionar duro, con inflexibilidad metodológica y con desprecio por el otro, en fin, las consecuencias serán terribles. Y no nos engañemos: hay mucho de esto por todos lados.
Ahora la izquierda en el gobierno empieza a vivir en carne propia la metodología que utilizó para acceder al poder. Algo de eso tuvo como aperitivo en el quinquenio pasado, en Montevideo, en ocasión del virulento conflicto entre la Intendencia y ADEOM. Llega un día en el que el gobierno es el “culpable de todo” porque desde la “sociedad civil”, los movimientos críticos —en travestismo “apartidario”— inundaron de reclamos, de enojo y de ira al conjunto social. Por eso la sorpresa de algunos gobernantes al ver a “la otra izquierda”, a la callejera, a la social apedreándoles el rancho. Van a tener que acostumbrarse porque lo que se sembró durante una vida, permite cosechas exuberantes.
Los enojos recién empiezan y la vocinglería más fuerte viene de la gente, de esa gente de izquierda que no advierte que sus expectativas se cumplan y que ahora, de a poco, pero a pasos firmes, va a actuar con los instrumentos que se le enseñó siempre porque cree que vive una traición. No es sencillo desmontar esas actitudes, llevaron muchos años instalándose en el alma de mucha gente y forman parte de cierta identidad uruguaya que no está dispuesta a dialogar con nadie.
Es una lástima, pero cuando las sociedades se enojan, siempre hay alguien que las excitó. El mismo que hizo eso antaño, hoy está del otro lado del mostrador. Pero lo triste es que las consecuencias de esta novel confrontación las pagamos todos. Por cierto, una verdadera pena por el país.

miércoles, octubre 17, 2007

CASAL Y LOS URUGUAYOS

(Publicado - El Observador 17-10-07)
Terminé de leer el libro sobre Paco Casal. Me quedé con la sensación de que todo lo que rodea a Casal tiene mucho más que ver con cómo somos los uruguayos y cuánto aceptamos de los demás, que con Casal mismo. Cuando se habla del célebre contratista, se habla de muchas cosas de nosotros mismos…
Aclaro, por las dudas: no lo conozco a Casal, jamás lo vi en mi vida y no le debo nada. En este país de militante sospecha de todos sobre todos y de ataques ad hominem, se imponen estas aclaraciones.
Para mí, Casal representa el individuo de éxito, que concreta sus objetivos, no sólo económicos, por cierto, en base a una actitud emprendedora que no es la regla en este país mesocrático. Lo advierte cualquiera: Casal trabaja en la línea de la obsesión y el cielo es su límite. Es de ese tipo de personas que no gusta de jugar partiditos chicos. En Uruguay no abundan estos personajes. La ambición acá es uno de los pecados más rechazados. Y si se tiene éxito, tanto peor.
Casal, además, viene de abajo y eso lo hace flanco de criticas del supuesto “patriciado”, uruguayo que lo mira casi con desprecio. Es también el nuevo rico, ése que la gente por envidia no se banca. Y para peor, Casal habla de su poder, lo que excita los ánimos de muchos que no pueden creer como ese “mocito” alcanza-pelotas haya terminado siendo un uruguayo tan poderoso. Aunque hable poco en términos cuantitativos, Casal habla mucho.
Casal divide las aguas, o con el, o contra el. Algunos están con el por conveniencia, por temor o por admiración. Otros, están contra el por conveniencia, por valoraciones distintas y por pensar que ese recorrido no es el mejor para el fútbol uruguayo. Con todo respeto, nunca nadie elevó la otra contrapropuesta a lo que Casal ofrece. Solo versos.
A mi me parece positivo lo que Casal ha hecho por los jugadores del fútbol uruguayo. Es cierto que le salvó la vida a más de uno que habría terminado jugando en la liga universitaria. ¿Eso está mal? ¿Está mal, además, que haya un negocio allí? ¿Estamos discutiendo, acaso, al mercado, sus reglas competitivas, las destrezas para superarse en el mismo? ¿Dónde están los que pueden hacer la quinta parte de lo que hace este individuo?
Me causa gracia, además, que se lo satanice a Casal, endilgándole toda la responsabilidad de la crisis del fútbol uruguayo. Cuando todo sale bien, Casal tiene sólo una cuota de responsabilidad en el éxito. Cuando todo sale mal, Casal es el único culpable…¡por favor!
En el fondo, creo que la envidia de mucha gente es uno de los motores para militar contra Casal. El uruguayo, lamentablemente, es un ser que peca también duramente de esto. No puede creer que el vecino pinte la casa, cambie el auto o se compre algo sin dejar de “chusmear” por la negativa. La tendencia es a desconfiar y a creer que “hubo joda”. La tendencia es a desmerecer al otro porque “yo lo conozco de toda la vida a ese piojo”.
Finalmente —y esta es la madre del borrego—, la tendencia infantil es a descalificar al otro para justificar los fracasos personales. El éxito del otro nos interpela acerca de nuestros fracasos. Por eso siempre es más fácil apelar a las “explicaciones-coartada”: el otro nunca llega por mejor, por más trabajador, por más concentrado, siempre tiene alguna banca, algún “guille”, alguna rosca que lo impulsa y lo hace alcanzar el éxito. Si Freud hubiera podido analizar los complejos más comunes de los uruguayos, se hacía una fiesta con nosotros.
En el fondo, Casal es la prueba viviente de la superación, de la movilidad social al mil por mil, de que no importa si se tiene apellido o relaciones sociales para lograr objetivos. Casal, Tinelli, Bill Gates, cada uno en lo suyo, gustarán más o menos, pero no llegaron de casualidad. Son personas que reproducen el éxito contra viento y marea. Pasan los años y los individuos se robustecen más y más. Y nadie les regala nada, porque dan examen todos los días y hay miles de personas que están buscando que le erren para matarlos. Y los individuos siguen allí. Algo tendrán ¿no? Sería interesante que se los mirara en clave positiva y no con ese lente uruguayo de la sospecha, del enojo, desde un patético pináculo moral desde donde siempre se observa lo malo y nunca se advierte lo bueno. Como canta Shakira: no se puede vivir con tanto veneno, le hace mal al alma.

miércoles, octubre 03, 2007

SEGUIMOS PERDIENDO TRENES

(Publicado - El Observador 3/10/07)
Cuando el tren del TLC llegó a la estación “Uruguay”, el Presidente Vázquez señaló —con acierto— que ese tren pasaba una sola vez. Pese a ello, la “fuerza política” le dobló el brazo al Presidente y dejamos partir el tren sin abordarlo. Arguyendo potenciales efectos adversos sobre determinados sectores de actividad —razones que encubrían un rechazo de naturaleza ideológica— se pasó por alto no sólo los seguros —y no meramente potenciales— efectos positivos sobre otros sectores, sino que se eludió el efecto más importante, mucho mayor que el comercial: el efecto sobre la inversión. Es harto sabido que muchas empresas de la región planeaban instalarse en Uruguay para aprovechar las ventajas de un acuerdo de esa magnitud. Pero la ideología —parece— era más importante que la creación de fuentes de trabajo. Uruguay productivo “ma non troppo”.

Pero el del TLC no es el único tren perdido. Hay otros ferrocarriles que pasan por nuestra estación y estamos dejándolos marcharse imperdonablemente.

Uruguay está viviendo el mejor momento comercial de los últimos cien años. Ningún gobierno ha gozado de una bonanza internacional como la que a éste le ha tocado en suerte. Atravesamos un tiempo, pues, en que están dadas las condiciones para avanzar decididamente en el sentido de la modernización. La bonanza debería servir para que el crecimiento sustentado en factores coyunturales pase a sustentarse en factores sólidos. Sin embargo, el gobierno está más preocupado por los resultados de las encuestas que por construir un camino de progreso sostenido. Veamos sólo un par de esos ferrocarriles que insistimos en dejar pasar de largo.

Uno de los factores claves para sustentar un crecimiento sólido es de la energía. Si seguimos así, en pocos años nos enfrentaremos a una crisis de magnitud. ¿Quién va a invertir en emprendimientos productivos si no tiene asegurado el suministro energético? Sin embargo, la apertura del mercado energético al sector privado —crucial por sus impactos directos e indirectos— avanza a tranco de pollo.

Muchos privados podrían invertir en la generación de electricidad en competencia con una empresa generadora estatal, pagándole un canon a UTE por la utilización de su red. Otros privados podrían asociarse a UTE para ampliar la infraestructura de trasmisión y distribución, que es otro cuello de botella que enfrenta el país. Pero el despacho de cargas sigue en la órbita de la UTE, cuando la ley obliga a que esté a cargo de la ADME, y todo indica que el monopolio de hecho continuará impidiendo todo progreso en ese terreno.

Otro tanto ocurre en el sector de las telecomunicaciones. Más específicamente, en el segmento de la trasmisión de datos. ANTEL tiene una posición dominante en ese mercado que es, prácticamente, un monopolio. Ello ha redundado en tarifas caras por servicios mediocres. ¡Cuánto haría por la superación de la brecha digital una genuina liberalización!

Hasta la subasta de las bandas de espacio radioeléctrico para los servicios de telefonía celular, que permitió una genuina competencia con el ingreso de un tercer operador al mercado, ese servicio era un lujo de una minoría. La explosión del mercado de telefonía celular que trajo la liberalización —a la que se vituperó hasta lo indecible por estos “progres”— ha supuesto una formidable democratización de las telecomunicaciones. Prácticamente no queda uruguayo que no cuente con uno de esos aparatitos.

¿No se advierte, entonces, que el monopolio impide que los más humildes accedan a una tecnología de crucial importancia? La liberalización de ese mercado haría por los humildes mucho más que cualquier Plan Ceibal (plan al que respaldamos, pero que no puede existir en lugar de la liberalización sino “además de”).

En suma, antes que sacar cuentas de votos y pergerñar reformas constitucionales “de medida” para solventar las necesidades electorales del oficialismo, el gobierno debería estar invirtiendo el capital político que le queda en esos temas.

Por desgracia, se sigue perdiendo el tiempo. Y el tiempo vaya si es un tren que no vuelve más.

miércoles, setiembre 19, 2007

LA ALTERNATIVA PARLAMENTARISTA

(Publicado - El Observador 19/9/07)
Con este título y hace ya algunos años atrás se abogaba desde algún sector de la Academia para introducirle a nuestro régimen de gobierno fórmulas parlamentaristas. La tradición presidencialista de nuestro país es muy fuerte. Hay quienes han dicho que si vamos a la letra fría de la Constitución estaríamos ante a un semipresidencialismo, pero, la verdad, es que ha funcionado como un presidencialismo puro y nadie puede dudarlo. Este es, pues, un asunto sobre el que se debatió mucho en nuestro país. Sin embargo, no estoy plenamente convencido que el tema esté laudado. Por el contrario, tengo la convicción que el sistema político uruguayo se encuentra en un punto en el que el tema ameritaría ser replanteado.
Por un lado, porque continuamos con un sistema de partidos fragmentado y nada indica que la cosa vaya a cambiar para la próxima elección, sobre todo sabiendo que para el Frente Amplio mantener su caudal electoral es una “misión imposible” y con un Partido Nacional y Colorado disputando el electorado liberal.
Por otro, porque este Gobierno es un testimonio de lo que representa la acumulación total del poder político acompañado por un estilo de administración que impone sus ideas sin darle ningún espacio a la oposición. Sólo se negocia al interior del Frente Amplio y todavía se tiene el descaro de hacer pasar esa discusión interna como si fuera del Parlamento en su conjunto. Para colmo, un Gobierno y sus aliados sociales que no han dudado en acusar a los medios de comunicación, a organizaciones sociales y a los partidos de la oposición de conformar una especie de “eje del mal”. ¡Linda manera de abrirse ante la opinión de los demás! Por lo tanto, de un Ejecutivo fuerte y estable —que es lo que el régimen presidencialista nos ofrece como uno de sus atributos fundamentales— hemos pasado a alarmarnos ante un gobierno que hace abuso de poder. Sin duda, esto es sinónimo de un aumento de la polarización, cuyo primer responsable es el Gobierno.
Por último, y como lógica derivada del propio presidencialismo, el país tiene que padecer lo irregular que son las gestiones ministeriales sin poder hacer nada con los ministros a todas luces incompetentes. Más allá de la opinión que tengamos sobre ésta o aquélla política concreta, hay ministros que producen, pero hay ministros que ya han demostrado ser letalmente ineficientes. Ya no se trata de discrepancias políticas, sino lisa y llanamente de ineptitud. Esos ministros están aferrados al sillón como a un rencor y no hay régimen institucional que permita aplicarles a una censura constructiva.
No creo que Uruguay resista un modelo parlamentarista puro, al menos sin alterar profundamente buena parte de la normativa política y electoral, lo que es otra manera de decir lo mismo. Ahora bien, transformar nuestro régimen de gobierno en un régimen de neto corte semipresidencialista o semiparlamentarista, como quiera llamársele, no es para mí una idea descabellada.
El Frente Amplio tanto habló de la reelección como fórmula de solución a su conflictividad interna que no advirtió que lo que el Uruguay como país necesita no es la reelección (menos con un régimen presidencialista y con esta concentración de poder) sino la continuidad y la estabilidad de las políticas. Porque convengamos que entre las consecuencias de que no se admita la reelección, está el problema de la posible discontinuidad de las políticas gubernamentales. Pero la reelección con presidencialismo es potenciar todos los aspectos negativos de éste.
Lo que importa es la continuidad de los acuerdos mayoritarios asiduamente renovados y la estabilidad basada en la moderación que provoca la propia búsqueda de los entendimientos y de un poder que se comparte o espera ser compartido. No es nuevo que la fórmula es la existencia de un jefe de Estado, electo por la voluntad popular, y un jefe de gobierno, designado por el primero y que dependa junto al resto del gabinete de la confianza parlamentaria. Esta sí sería una reforma en serio y profunda, y no una eliminación aislada del balotaje que haría retroceder al país a los tiempos de presidentes minoritarios con baja legitimidad.
Estamos convencidos que es un camino posible que el país podría recorrer, sobre todo si se lo hace por encima de la estrechez de la mirada electoralista.

miércoles, setiembre 05, 2007

LAS COSAS ESTÁN CAMBIANDO

(Publicado - El Observador 5/9/07)
El “partido” de gobierno se encuentra bajo la tentación autoritaria de hacer lo que le venga en gana. Y para ello no repara en violentar preceptos legales y erosionar la Constitución. Desde la modificación de la jurisdicción de ciertos contenciosos laborales —en medio de demandas en curso—, pasando por la relajación de los controles legales al régimen de compras de las empresas públicas —pulverizando así los requisitos del Tocaf— hasta una serie de facultades inspectivas del Estado sobre las personas. Todas ellas constituyen acciones —entre otras— que revelan un avasallamiento grosero del Estado de Derecho.
En definitiva, estas conductas dan cuenta de un Estado crecientedmente autoritario, que hace lo que se le va ocurriendo y que se siente legitimado para ello desde una concepción refundacional de la cosa pública. En el fondo, revelan un desprecio profundo por los derechos de la gente y un endiosamiento del aparato burocrático estatal. Revelan que el viaje a la modernidad no ha sido tomado muy en serio por muchísimos gobernantes y que en un examen de “respeto básico a las normas de la democracia” serían muchos los reprobados por ignorar el abecé de la separación de poderes y de sus límites.
En relación a lo político, las cosas no son muy distintas. Primero fue la reelección presidencial bajo un formato jamás aclarado. Nunca nadie en nombre del gobierno, de manera más o menos en serio, recorrió un camino jurídico constitucional de reelección posible. El asunto era expresar que se podía usar esa arma política para ganar a como diera lugar y así se hizo. Tuvo que aparecer el propio Presidente —a las cansadas— para bajarle las revoluciones al asunto y así calmar tanto a su interna como a la oposición que advertía excesos del poder de imperio. Claro, la cosa ya no daba para más y no hubo más remedio que recordar las normas jurídicas. Ahora es el balotaje y su eventual eliminación. De vuelta a manosear la Constitución a gusto y placer de las mayorías circunstanciales y no de lo que todo el cuerpo electoral entienda conveniente. En suma, toquetear el marco jurídico fundamental para acomodarlo a las necesidades electorales de corto plazo de la “fuerza política” gobernante.
Este gobierno vive haciendo cálculos de qué le conviene para estirar en el tiempo su proyecto hegemónico. Es evidente que ya no tiene el cincuenta por ciento del electorado porque entre Astori y su Irpf, Gargano y el horrendo manoseo argentino que vivimos cada diez días y la “entusiasmante” reforma de la salud, se conforma un panorama básico de molestia e incomodidad de muchos ciudadanos frentistas hacia su propio gobierno. Es más, ya no aparece ese pariente o amigo frentista que en cada reunión social vociferaba sobre las bondades de su gobierno. Ahora llegamos a la paranoia en la que hay tantos que se quejan que uno se pregunta dónde están aquellos que los votaron. Ya nadie quiere asumir la paternidad de este gobierno. Las cosas están cambiando.
Es posible que la oposición, ahora, se encuentre con una posibilidad que, al inicio de este gobierno, parecía lejana. Es posible que si del lado opositor se profundiza un contralor agudo y se formulan propuestas maduras para ubicar al país en la realidad y no en un sueño irresponsable, se configuraría la enorme oportunidad de alcanzar el gobierno y orientar al país hacia un tiempo distinto.
El gobierno —ya lo sabemos por estas tristes señales— va a hacer todo lo que esté a su alcance para seguir en el poder. Desde descalificar a la prensa, hasta el armado de redes clientelístico-prebendarias bajo el título de “políticas sociales”, pasando por acciones que ya se pueden oler. No va a ser fácil, porque están dispuestos a mucha cosa. Hay que estar con los ojos bien abiertos y socializar al país sobre la importancia de velar por la democracia. Si la gente está consustanciada, la batalla se podrá dar a fondo y así dirigirnos hacia una República más moderna, que entierre definitivamente un modelo autoritario que sigue anclado en el pasado. Pero para eso hay que moverse. Con hablar y criticarlos no alcanza. En éso, aunque duela admitirlo, ellos fueron un ejemplo de activismo militante permanente.

jueves, agosto 23, 2007

EL TURCO NO AFLOJA NI ABAJO DEL AGUA

23/08/2007 ULTIMAS NOTICIAS Informacion

DURO ENFRENTAMIENTO EN DIPUTADOS

Durante la discusión sobre la Rendición de Cuentas ayer en Diputados, el forista Washington Abdala incluyó el "episodio de la valija" y levantó la temperatura de la Cámara. "Esto no es una republiqueta bananera para hacer negocios en los baños. Esto no es un país como otros en Latinoamérica donde reciben valijitas. Me encantaría ver parlamentarios del Frente Amplio con los cojones bien puestos para decirle al jefe de Gabinete argentino que el señor es un atrevido, que no tiene derecho a decir ese tipo de cosas", dijo en elevado tono de voz. Agregó que "cuando se ofende a un país como lo hizo ese señor argentino donde el reinado de corrupción es gigantesco, alguien del gobierno tiene que levantar la voz", lo que llevó a una revuelta general e hizo que el presidente de la Cámara, Enrique Pintado, levantara la sesión por dos minutos.


EL PAÍS – 23/08/2007

Gritos y acusaciones por Texaco y cambios en Tocaf Diputados.
Polémica al sancionar la Rendición de Cuentas
ALEJANDRO RODRÍGUEZ

Las modificaciones al Tocaf y las acusaciones de amiguismo fueron algunos de los ingredientes que abonaron ayer una fuerte polémica entre los diputados al momento de aprobar la Rendición de Cuentas. El detonante: Washington Abdala. El diputado colorado, cuando pide la palabra, casi siempre logra sacar de sus casillas a los legisladores del Frente Amplio. Luego de acaparar la atención se retira por unos minutos del recinto y los frenteamplistas quedan enojados y los blancos se burlan. Ayer, la fuerte polémica se produjo en el plenario a la hora de refrendar los cambios que el Senado introdujo al proyecto de Rendición de Cuentas, que resultó sancionado sólo con los votos del oficialismo. El colorado Washington Abdala (Foro Batllista) criticó las modificaciones que recibió el Texto Ordenado de Contabilidad y Administración Financiera (Tocaf), que autoriza a que los controles del Tribunal de Cuentas de la República (TCR) a las compras y contrataciones del Estado se puedan hacer después de que se hayan efectuado. "¡Van a tirar el Tocaf a la basura!", exclamó Abdala mientras arrugaba con una mano una hoja de papel y la arrojaba varios metros delante de él. "Esto permitirá que vengan varios Antonini con sus valijas", espetó después en referencia al caso del empresario venezolano Guido Antonini Wilson que el sábado 4 fue descubierto en el aeropuerto de Buenos Aires llevando U$S 800.000 en una valija, y dos días después vino a Montevideo. Abdala criticó además que el gobierno uruguayo no proteste formalmente por las declaraciones del jefe de gabinete de Argentina, Alberto Fernández, quien señaló que Antonini traía el dinero a Uruguay. Abdala cuestionó, también, al ministro de Industria, Jorge Lepra, quien insinuó ayer en la comisión del ramo de la Cámara de Diputados que "conocía" y es "amigo" de algunos de los funcionarios de Texaco que fueron contratados por Ancap. La bancada oficialista no permaneció callada y llovieron los reproches al colorado. El presidente de la Cámara, Enrique Pintado, resolvió suspender la sesión por dos minutos.

miércoles, agosto 22, 2007

PARECÍA QUE SÍ, PERO NO...

(Publicado - El Observador 22/08/07)
Primero fue el Ministro Astori, adelantando el fin de los monopolios en una reciente exposición desarrollada en el BCU, en el marco del seminario “Elementos para el análisis de la nueva legislación de promoción y defensa de la competencia en el Uruguay”. A ese respecto, Astori señaló que la desaparición de esos monopolios “es una tendencia histórica” a nivel mundial. Chocolate por la noticia.
Convengamos, empero, que cualquier pronunciamiento del Ministro de Economía en todo aquello que exceda un poco su jurisdicción concreta, debe tomarse con pinzas, habida cuenta del progresivo desmoronamiento de su base de sustentación política.
Diferente es la historia cuando, en cambio, quien ratifica el rumbo es —nada menos— el Presidente de la República. Y así lo hizo el Presidente Vázquez en Ecuador, señalando con sentido común que “en muy poco tiempo hasta la telefonía fija va a caer de su monopolio, por el hecho de estos avances tecnológicos que llevan a que, o avanzamos, nos integramos, integramos la actividad pública con la privada, con seriedad, no en cualquier aventura [...] o terminaremos siendo una comarca perdida en los confines del mundo”. ¡Bienvenido al mundo real, Presidente!
Pero esa epifanía presidencial, que en lo personal me había llenado de entusiasmo y me predisponía a poner la mejor buena voluntad para acompañar y —aún más— empujar ese proceso, parece que termina en la nada.
Primero fue el Ministro Lepra quien salió a ponerle paños fríos al anuncio presidencial, aclarando que el gobierno no maneja “ningún proyecto para que caigan los monopolios de Antel, Ancap y UTE”. Luego siguió la histeria sindical, con un sindicato de Antel que anunció que “no va a dejar” que se desmonopolice nada. Y por último, pegó el grito el PCU, expresando su “malestar”, desde su ceguera marxista, que no le permite advertir que la competencia ha puesto la tecnología al alcance de la gente, en tanto el monopolio la ha reservado para los pudientes.
Bastó esa movidita para que el globo presidencial se pinchara. Ahora resulta que —nos explica el Presidente Vázquez— habrá que esperar una especie de evolución “natural”, de largo plazo, que determine la caída de los monopolios por la aparición de nuevas tecnologías “con el tiempo”. ¿El Presidente se cree semejante tontería?
Vázquez citó a la telefonía celular, en régimen de competencia, como un claro ejemplo de que las nuevas tecnologías comprometen el monopolio de la telefonía fija. Pero Presidente: ¿a usted le parece que esa competencia de modalidades se dio por evolución “natural”? ¿Se olvida que hubo una subasta de bandas radioeléctricas para crear esa competencia?
Esa competencia democratizó definitivamente la telefonía celular entre los uruguayos. Hasta ese momento, estaba reservada para unos pocos que podía pagar los altos precios de conexión. Acá no hubo ningún proceso “natural” de nada. Hubo una decisión política de introducir un cambio estructural. Las nuevas tecnologías no llegan a la gente si los monopolios tienen la llave de los procesos.
Hoy la conexión Adsl sigue estando lejos del alcance de la mayoría de los uruguayos. Y Antel invierte cuando le parece que debe hacerlo, a diferencia de lo que ocurre en los celulares porque ahí está obligada por la competencia. ¿Es justo con las amplias mayorías, que a lo sumo pueden ir un rato a un cyber-café para navegar un rato por internet o descargar un e-mail? ¿Se da cuenta el Presidente que la mayoría de los uruguayos no puede chatear, hacer llamadas o incluso videollamadas desde su casa porque es más importante defender el monopolio que poner las nuevas tecnologías en manos de la gente? ¿Eso es “izquierda”, señor Presidente? ¿La defensa de corporaciones que curran con un monopolio a costa del resto de los uruguayos es “progresista”?
Presidente: si se decide por la audacia democratizadora, cuente con nosotros, que estamos para ayudar a cambiar de verdad. Si no es así —como parece— suerte en pila.

jueves, agosto 09, 2007

Ponéle huevos!

Hoy no tengo ganas de hablarles de política, la cabeza se me va por otro lado. Esa costumbre de quejarnos por todo, haciéndolo como al pasar, cómo me rompe. Esa forma de ser negadora del otro que estuvo bien, mejor o distinto, qué jodida que es.
Si, esa actitud absurda de creer que el bajón y la melancolía son "una forma de ser" cuando, en realidad, esconden un desastre que corroe la vida perforando el alma de todos hay que combatirla como sea.
Eso de la eterna mirada triste, la grisura de las calles, el miedo al rídiculo, la culturita cínica tipo "under", el castigo por detrás cuando te levantás del boliche, esa solidaridad falsa, la intolerancia vestida de chiste, todo eso también somos nosotros. No insistamos más en que somos un pueblo bárbaro, somos como todo el mundo, que joder...
Los uruguayos soñamos con las mismas cosas que sueñan todos. Sólo que nos da verguenza reconocerlo por eso nadie ve a Tinelli ( ja, ja) pero en realidad todos se babean con las ninfas y los pebetes de Tinelli y su caño. Por eso la gente cuando emigra va para Gringolandia desesperada a ver si mete el sueño americano y a nadie se le pasa por el mate pedirle a Fidel un lugarcito en un nosocomio ( Acá igual te clavan con el voto para los amigos de Cuba). No se de dónde sale esa idiotez de creernos mejores, más cultos y más sabiondos. Por estos días hay gente que se enoja con los Simpson por ser colonizadores de mentes desde USA hacia el mundo. ¿Hay que ser muy imbécil, estar embebido en ideología pura para creer semejante chotada no? Sin embargo, con pose doctoral, yo sentí en la radio alguna gente opinando al respecto, y sonaba como en serio el tipo...
Hay que romper con esas actitudes decadentes y autodepresivas. Hay que luchar contra la desidia. Hay que sobreponerse a la "planchización" que se insinúa cada día mas por acá. Hay que arremolinarse en fantasías, hacerlas nuestras y metérle duro y parejo. Alguien no va a bancar los sueños, alguien va a hacer el aguante y el día menos pensado vamos a estar cambiando las cabezas de muchos que no imaginábamos que fueran a cambiar. Metéle. Ponéle huevos.

miércoles, agosto 08, 2007

¡GRACIAS, HUGO, POR TU AMISTAD!

(Publicado - El Observador 8/08/07)
El sentimiento de rechazo que el señor Chávez nos inspira a muchos uruguayos nada tiene que ver con un modelo de izquierda latinoamericano enfrentado a los proyectos de la derecha regional. Menos aún tiene que ver con los “progresismos” versus los “modelos neoliberales”, como burdamente se lo quiere hacer ver por parte de varios dogmáticos de moda. Ése no es el eje del asunto.
Claro, uno puede comprender que “la necesidad tiene cara de hereje” y que se quiera sacar ventaja de la megalomanía del venezolano para, así, obtener beneficios para el Uruguay. Pero todo tiene un límite y eso hay que tenerlo bien claro. Sobretodo, en cuestiones que hacen a la democracia los límites son cosa seria.
Cuando el señor Chávez se abraza con el presidente de Irán, cuando hace negocios con la autoritaria Belarús de Alexander Lukashenko, cuando despotrica contra los gobiernos que no lo adulan, cuando cierra medios de comunicación aplicando la censura, cuando hace actos políticos en Buenos Aires para criticar a Bush y —de paso— nos regaña a todos los uruguayos por la postura multilateral del país, en fin, todas esas señales son típicas de un personaje autoritario, que no cree en las reglas de la democracia. Es un hombre que vive motivado por sus caprichos y sus aventurillas planetarias, que se excita cada dos días y que siempre está al borde de algún lío a escala global. Los grandes protagonistas del mundo occidental no viven ocupando pantallas mediáticas por sus griteríos y escándalos.
Con Chávez la cosa es simple: con él, festejando sus atropellos, aplaudiendo sus bravuconadas y sacándole “algo” por ese triste precio, o contra él, lejos de su habitat, distante de sus delirios y sin riesgos de problemas internacionales. Yo quiero estar a mil años de distancia de este personaje tenebroso porque la experiencia indica que al final uno queda “enganchado” con gente que no se toma en serio lo del pluralismo y que solo nos utiliza para formar parte de su coro.
A Uruguay, país serio, creíble y demasiado frágil, no le sirve el coqueteo con un individuo que, inevitablemente, va a terminar incendiando a su país y que en el mundo es un apóstol del enojo. Puedo apostar lo que sea a que este pichón de dictador caribeño va a quebrar a Venezuela, haciendo enfrentar entre sí a sus connacionales. Quien haya visitado Venezuela por estos años sabe a qué me estoy refiriendo.
No hay que ser muy lúcido para advertir que un golpista del ayer, como Chávez, no puede sacar patente democrática en el presente. ¿Cuál es la razón por la que algunos izquierdistas se obnubilan ante tanta prepotencia y descubren en Chávez a un personaje justiciero? ¿Es que el odio hacia Estados Unidos les permite aplaudir a un violador incremental de los derechos humanos?
Por algo será que el mundo sensato —de “izquierda”, “centro” o “derecha”— tiene a Chávez en capilla y nadie quiere demasiadas aventuras con un individuo que vive en el choque dialéctico permanente. Hasta Caetano Veloso le cayó con un fierro.
Fue muy graciosa toda la histeria que se levantó cuando el ministro Astori sugirió que tenía un estilo “confrontacional” y todos los reaccionarios del gobierno salieron a castigarlo. Por cierto, no fue la misma reacción que se produjo cuando la ministra Arismendi descalificó al presidente Bush y nadie del gobierno dijo nada, salvo que ejercía su derecho a la libre expresión del pensamiento. ¿Astori carece de ese derecho?
Ya lo sabemos: el presidente uruguayo procurará manejarse “con carpeta” en su relación con Chávez, pero el en cuartito de atrás algo se dirán. Ojalá que en ese cafecito no se vayan los principios por la borda. Para países como el nuestro no es un asunto menor.

miércoles, julio 25, 2007

LA TOXICIDAD DEL PODER

(Publicado - El Observador 25/07/07)
El actual gobierno ya tiene groseros problemas de desconfianza sobre varios de sus gobernantes. La ciudadanía va tomando nota de diversos administradores de lo público que dejan mucho que desear en materia de probidad moral y prolijidad. Precisamente, algunas de esas “cosas” fueron las que, en otras oportunidades, lapidaron a los partidos históricos. El corporativismo político es una maldición que habría que aprender a erradicar del accionar cotidiano. Cuando la gente desconfía de los administradores de lo público y cuando la economía no funciona bien, es inevitable que la bomba reviente. Ambas desgracias devienen carga demasiado pesada para la gente.
Este gobierno se venía salvando hasta ahora por la novedad, porque se presumían probos y porque el crecimiento de la economía era obvio. Hoy, los precios se dispararon, el impuesto astorista generó inquietud en el mercado y en las personas concretas y no son pocos los que contrajeron el gasto de manera abrupta. Si a esto se le agrega el penoso espectáculo de marchas y contramarchas que brinda el gobierno en varios frentes, más el caso Bengoa, más el caso Satenil, más los ministros viajeros, más los hijos de varios gobernantes obteniendo fulgurantes “exitos” empresariales, más los amigos del gobierno poblando cuanta posición nacional e internacional hay, en fin, hasta el más tontito se empieza a molestar. El voto que pidieron prestado se esfuma con enojos varios.
En realidad, hay una circunstancia desencadenante de otras, porque se constituye en el factor legitimador primigenio: con el Presidente de la República a la cabeza liderando la fiesta, en este país los gobernantes pueden desarrollar actividad profesional y actividad privada con aplauso, medalla y beso de su fuerza política. Y desde esa perspectiva legitimante, todo lo demás está bien.
Negocios con el sector privado como el de Pluna, realizados a las apuradas, con gente que ayer eran considerados “corruptos” y ahora son “partner” del gobierno. Acuerdos con Venezuela que nadie explica nada, ni de dónde sale el dinero, ni a quiénes del sector privado beneficia y cuál fue la razón de tamaña suerte de algunos beneficiarios. Y lo peor es que en todos los casos se alimentan las conjeturas, las dudas…
Es que este gobierno miente cuando dice que es transparente. Con su estilo refundacional se han creído que gobernar era montar una serie de redes de poder gramscianas, con “amigotes” a los que recurrir mañana en el deseo por la continuidad de la perpetuación del poder. Todo muy burdo y tristemente decadente. Lo advierte cualquiera.
Lo increíble del caso es que —como siempre— el poder es tan narcotizante que genera la ilusión de la eternidad. Los actuales gobernantes creen que, por alguna extraña razón, seguirán ocupando las poltronas oficiales por los siglos de los siglos y no toman conciencia de que el inevitable péndulo de la alternancia llega siempre, tarde o temprano.
Y lo extraño del asunto es que esta izquierda, que era más bien de mate, de comisiones eternas y de utopías salvadoras del hombre, ahora conviva con sumo placer con los valores pequeño-burgueses, con los negocios y con gente que, hasta ayer, les daba asco. ¿Qué pasó por esas cabezas? ¿Cambiaron tanto o se adaptaron a una posmodernidad que les aniquiló el discurso? ¿O sostuvieron una plataforma de ideas que, cuando llegaron al poder, advirtieron que sólo eran un ficción naíf? ¿Dónde quedó la ética de la “convicción” solo en la dialéctica de los derechos humanos?
Todos sabíamos, ya, que el poder intoxica superlativamente pero en forma progresiva. Lo que no previmos es que, en el caso del oficialismo “progresista”, esa intoxicación se produjera tan rápidamente y con tal intensidad. Intoxicación que, al primer traspié de la economía global, devendrá castigo ciudadano. Y no habrá discurso de “herencia maldita” que valga. Porque ellos habrán sido los creadores de su propio legado envenenado. Las estupideces de las que habla Fernandez Huidobro al final salen carísimas.

miércoles, julio 11, 2007

LOS MIRAN CON LUPA

(Publicado - El Observador 11/07/07)
La democracia uruguaya es significativamente pendular. Cuando el aroma de los vientos trae un cierto perfume “progresista”, no son pocos los actores que se ubican en esas coordenadas sin drama alguno. Esto no debiera impresionar a nadie, excepto a aquellos ingenuos que seguimos creyendo en valores que sostienen las distintas filosofías que nos movilizan cotidianamente. Los liberales somos liberales siempre. Por lo tanto, nunca podríamos colaborar con gobiernos populistas con tintes autoritarios.
Por ejemplo, nunca entendí que alguien como el Ministro Lepra colabore y actúe con fenomenal convicción con este gobierno. Al principio, me pareció que era una movida patriótica, de esas que estamos poco acostumbrados en estas tierras, hasta consideré magnánimo el gesto, pero luego por diversas expresiones del novel ministro cambié de opinión. Pensé que la ambición personal, o la vanidad lo podían haber seducido. Los hombres tienen pecadillos y éste podía ser uno de ellos. Al fin y al cabo, no es un pecado mayor si trae consigo algún servicio a la nación. Tampoco era esta la motivación. Ahora percibo que efectivamente se autoconvenció que tiene que “ser” lo que está representando y punto. Lo curioso es que asume una visión confrontativa con el pasado reciente, un rechazo a todo aquello que el país hizo y un discurso refundacional que nunca antes asumía cuando tenía una fértil y proficua relación con los liderazgos históricos de los partidos tradicionales, y cuando era un eficaz funcionario de una empresa capitalista que durante décadas actuó en el país. En fin, todo el mundo tiene derecho a cambiar pero quizás no tanto porque esas mutaciones erosionan la credibilidad final.
El caso de Lepra no es el único, está lleno de funcionarios de gobierno, en cargos más o menos relevantes, que dieron volteretas y se transformaron en “frentistas de toda la vida” para quedar mejor parados en sus ambiciones y promoverse de linda forma en sus carreras funcionales. Es muy disfrutable ver la cantidad de Embajadores y diplomáticos "de izquierda" que por estos años aparecieron recitando la mirada “progre”. Y lo delicioso del asunto es que los que tienen el poder de turno les creen. Lo propio pasa en las empresas públicas con cuadros relativamente jóvenes: ahora todos son frentistas y lo espetan de manera militante, por las dudas, por aquello de la fé del converso.
Es que el poder trae consigo elementos complicados y la gente se enfrenta a su destino de manera cruel. Lo propio pasa con la sociedad, no son pocos los que comulgan en muchos medios de comunicación con el discurso “progre”. Es que ser de “derecha” está mal, es ser “facho” o no tener “sensibilidad social”. ¿Con esas coordenadas quién es el macho que se anima a afirmar que le gusta alguien de los partidos históricos? Hasta el presente no estaba de moda.
Las cosas empezaron a cambiar. La izquierda es poder, ya no es más la contracultura. La izquierda cobra impuestos, la izquierda cierra radios, la izquierda se mete en tu vida privada queriendo saber cuanto gastás y cómo lo gastás, la izquierda se da el lujo de afirmar –por senadores relevantes- que hay programas que en la televisión no habría que mostrar, y la izquierda uruguaya ya tiene una barra de amigos a quienes les gusta el dinero como el chocolate. Esto trae aparejado que el mito del humanismo frentista se evapore a pasos agigantados. Cuando en un país tan pequeñito la mano viene con tanto atropello, con tanta soberbia y con tanta inimputabilidad, llega un momento que hasta el más lerdo se exaspera.
Es que la gente no se banca que la sermoneen y, por detrás, se advierta un doble discurso grosero. Así, entre los negocios de gobierno con personajes que hace unos meses eran considerados “corruptos”, las contradicciones pequeño-burguesas en que el gobierno incurre, junto a una nueva camada de noveles adláteres que se acomodan a última hora empezó la caída en la confianza que se le tenía a todo el Frente Amplio. El desencanto --estaba claro-- tarde o temprano iba a aparecer. Entre la base militante, por supuesto. Pero también entre la ciudadanía que, ingenua y esperanzada, les "prestó" el voto. Ahora los van a mirar con lupa. Y bien que es necesario.

lunes, julio 02, 2007

¿Les prestaste el voto a los muchachos?

Y bueno, si les prestaste el voto y sos de los sujetos pasivos de la guillotina impositiva no tendrías que calentarte mucho. Claro, te llenaron la cabeza con el cambio, con la decadencia de los partidos históricos, con la corrupción, en fin con todo. Se pasaron veinte años erosionando todo lo que se les ponía adelante. Y vós, al final, te comiste la pastilla.
Viste que nosotros, en los hechos, después de la brutal "demonización" que nos metieron, no éramos tan jodidos, que habían errores, pero que sabíamos para donde tiene que ir un país, que sabíamos que no se trata de sacarle más plata a la gente sino que se trata de inventar mecanismos para que se invierta más, y así exista dinero genuino, y no esta transferencia loca que le saca a todos dinero que nadie sabe luego para donde va.
Si, es políticamente incorrecto decirte a vós que los votaste que la macaneaste. Pero es así. Y para peor el supuesto apóstol de la sensatez (Don Danilo) es el protagonista de la hora. Y pensar que desde este lado lo mirábamos con respeto...como nos equivocámos. Hasta creíamos que iba a frenar este tipo de atrocidades...
Ahora, en poco tiempo nos va a tocar a nosotros pedirte el voto prestado a vós. ¿Sabés para qué? para hacer añicos esta reforma, para derogarla y para recuperar cientos de millones de dólares que se fueron a bancos extranjeros, para enfriar el precio de los alquileres, para no quitarle a los jubilados lo que nadie les debió tocar jamás. Para eso y mucho más, en poco tiempo te voy a pedir el voto con franqueza y mucha convicción de que esto no puede seguir así.
Seguí siendo de izquierda si querés pero defendéte de estas movidas absurdas. A los uruguayos emprendedores no nos queda otra que luchar y dar batalla, la pasividad nos liquida. Y ojo que ahora sigue la fiesta con la reforma de la salud...otra piña en la boca a la clase media.No se entiende como no advierten el daño que están haciendo. En serio, no se entiende.

miércoles, junio 27, 2007

VAZQUEZ A BUENOS AIRES

Publicado - El Observador 27/06/07)
Hace algunos días los medios de comunicación mostraban la imagen del presidente argentino haciendo flamear una bandera de su país con una inscripción contra Botnia en un acto oficial. Fueron los piqueteros de Gualeguaychú los que le alcanzaron la bandera y el presidente no tuvo reparos de ninguna naturaleza en tomarla y mostrarse sonriente ante quien quisiera verlo. Nestor Kirchner sabía que su imagen rebotaría aquí y en el mundo. No tuvo complejos de ningún tipo en seguir ofendiendo la posición de Uruguay.
Acaba de ganar Mauricio Macri en Buenos Aires y esa victoria traerá consecuencias en distintos escenarios. Uno de ellos es el conflicto con Uruguay. No sería alocado pensar que los discursos nacionalistas a ultranza se instalaran con fuerza adentro del gobierno argentino y que ello llevara a exabruptos de distinto calibre. El gobierno tiene que mostrarse fuerte y Uruguay está en la lista de las cabezas de turco. A nadie le extrañaría nada que en una elección que empieza a ser movida, los integrantes del gobierno eligieran el conflicto con los uruguayos como una plataforma discursiva más, y donde el recalentamiento podría llevar a mensajes muy confrontacionales, por decir los menos. Sigo insistiendo en que me preocupan mucho los ejemplos de varios piqueteros alocados que anunciaron acciones de cualquier tipo contra la planta de Botnia…
Uruguay ya demostró que no tiene Cancillería. El Canciller uruguayo no es ni respetado, ni considerado como un político de peso en Buenos Aires. Es que la Argentina no queda tan lejos del Uruguay y todo el mundo sabe lo que puede dar ese ciudadano. Lamentablemente, eso le restó enormes posibilidades de aproximación a las partes. El funcionario fracasó. Y esta no es una consideración malintencionada sino que basta hablar en corrillos con parlamentarios y gobernantes argentinos, o leer con asiduidad la prensa bonaerense para constatar esta evidencia. Repito e insisto: el Uruguay no tiene Cancillería en el peor momento de nuestras relaciones diplomáticas con Argentina.
Esto nos lleva a un escenario único en el que no habría que esperar 120 días a que se termine la elección argentina para ver “si le embocamos” y empezar a negociar en serio una salida al conflicto. Como están planteadas ahora las cosas, recorrer ese camino sería un acto peligroso, irresponsable y arriesgado.
El presidente Vazquez está obligado ahora a dejar el orgullo a un lado, a pensar en el país y a tomar la iniciativa de cruzar a Buenos Aires e intentar destrabar el diferendo directamente con su par argentino. Si deja pasar el tiempo, los mensajes radicalizados, las voces ultranacionalistas y el riesgo de un recalentamiento de posiciones a consecuencia de la campaña electoral argentina pueden bloquear, aún más, las ya distantes posturas. Si le saliera mal la movida, si no tuviera acogida en la Argentina, de cualquier forma sería un mensaje de buena voluntad, ubicaría al Uruguay en un ángulo más sensato y frenaría algunos excesos verbales que se ven venir a doscientos kilómetros por hora. Y ya lo sabemos, después que se metió la pata con la dialéctica del enojo no hay mucho espacio para dar marcha atrás. Por eso tiene que cruzar, para frenar la electoralización del conflicto.
¿Quién en el Uruguay vería mal semejante acción del Presidente? ¿Quién de los integrantes de la oposición levantaríamos nuestra voz criticando semejante gesto de búsqueda de solución a un problema que día a día nos saca el sueño? ¿Quién no apoyaría semejante posición del Uruguay? ¿Quién sería el necio?
Seguramente, más de uno dirá que nada se ganará con cruzar el río, aún así me afilio a recorrer ese camino porque siempre es bueno que el mundo entero vea quien es el sensato y moderado que busca el acuerdo hasta el final, y quien es intemperante y duro. Si el mundo nos visualiza defendiendo lo que nos corresponde, insistiendo en que buscamos una solución que respete nuestro legítimo derecho, el otro tiene menos posibilidades de hablar de exabruptos y de cometer exabruptos. Como está planteado el asunto, no es poca cosa.

viernes, junio 22, 2007

Vamos por la chequera del Hugo

Es muy difícil hablar de lo que tenemos que vivir con la Argentina sin exitarse. Lo de Kirchner con la banderita argentina con el estampado de "fuera Botnia" es de una insolencia y de una agresión que subleva al más sumiso. Y vaya que hay sumisos en el gobierno. Estos mismos corderitos fieles de hoy hasta ayer eran Catones enojados que por todo se enojaban.
No se, pero algo hay que hacer, algo hay que decir. El gobierno está atontado con el conflicto con la Argentina. Da por sentado que hay que esperar la elección de octubre en Argentina como si eso nos fuera a resolver el problema.¿No lo emperorará?
Mientras tanto mutis por el foro. Se habla de cualquier bobada, si sigue viajando para sacarse fotos con el facilitador español a cuanto lugar lindo del mundo hay (Madrid, Nueva York) pero el conflicto sigue allí.
¿No sería una buena señal cambiar de Canciller para refrescar el diálogo y ver si desempantanamos algo el lío? ¿Alguien cree de verdad que el hombre agrio del eterno saco marrón puede colaborar en algo? ¿En serio hay que seguir apostando al antidiplomático en el lugar que hoy más que nunca un verdadero diplomático nos ayudaría a salir del pozo? ¿Tendrán los reflejos frescos el ministro y la subsecretaria de Cancillería los que entre ambos suman casi 150 años? ¿No están un poquito desgastados?
Que triste que nos pase esto con Argentina porque evidencia nuestra debilidad. El presidente Vazquez tendría que dejar su trono y moverse más en este asunto. Todos lo apoyaríamos. Tiene que liderar el el proceso, ya no hay nada para perder, todo lo que había para humillarnos y ofendernos ante el mundo ya se hizo por parte de los piqueteros argentinos con la aquiesencia de ese gobierno.
Si yo fuera presidente del Uruguay en este momento estaba subido arriba de un avión hablando mano a mano con el secretario general de Naciones Unidas. Preparando el mensaje allí clarito, clarito para la Asamblea General. Hubiera cerrado el TLC con los gringos. Hubiera armado algo moderno con la Unión Europea. Además hubiera cerrado algun acuerdo de fondo con los chinos y con los amigos de la India. Y después hubiera ido a tomarme un cafecito por el Mercosur con cara de buenos amigos diciéndoles a nuestros queridos socios: ¿como van las cosas muchachos, nosotros tuvimos que hacer estos acuerdos por el país, ustedes me entienden no?
A el Dr. Vazquez que tiene cierta facilidad para decir blanco y luego decir negro le hubiera salido lindo un mensaje así. Lástima que no se animó. Estarán esperando que la chequera del Hugo recompense algo al país por estar en este barrio tan "agradable". Abrazo.

jueves, junio 14, 2007

YO NO VOY A IR

La ambigüedad es peligrosa, máxime en política y peor aún en un gobierno. Esconde fallas y discrepancias que hacen eclosión en la primera oportunidad. De eso está cargada la celebración del 19 de junio, el acto del “Nunca más”.
El Presidente de la República fue deliberadamente ambiguo cuando anunció sus decisiones sobre el mentado y fallido acto. Dichos anuncios tuvieron la intención de acallar las disidencias que se alzaban desafiantes dentro de su fuerza política, pero, además, creemos que albergó, por lo menos por unos instantes, el sueño de conformar a “tirios y troyanos”. Pero, así, es muy difícil.
En efecto, hay quienes decidieron concurrir pero le solicitan al Presidente que derogue el decreto que dio vida al “acto” y apoyan la derogación de la Ley de Caducidad; hay quienes van a estar allí junto al Doctor Vázquez regocijados porque éste menciona explícitamente al terrorismo de Estado y hace “gre, gre” para no mencionar del mismo modo a la guerrilla. Y todos parecen estar satisfechos de que el Presidente diga una cosa un día y otra muy distinta al otro. No entendemos cuál es el sentido todo esto, porque lo que aquí nos estamos jugando —y de “juego”, desgraciadamente, no tiene nada— es la continuidad de la convivencia pacífica entre todos los uruguayos. Sí, tan grave como eso.
Todos estos acontecimientos, si algo están dejando meridianamente claro, es que la pretensión del Gobierno y del Frente Amplio de poseer la llave maestra para alcanzar la reconciliación nacional se está dando de bruces con la realidad. Estuvieron veinte años dinamitando todo el proceso de pacificación, demonizándo a quienes lo conducían. Yo no voy a concurrir al acto del 19 de junio. Las divergencias no radican en meros ejercicios de carácter teórico o en elucubraciones políticas menores sobre la oportunidad de concurrir o no a un acto oficial.
De concurrir estaríamos convalidando la consagración del doble discurso, dispuesto éste a satisfacer a todos y provocando, más temprano que tarde, nuevas confrontaciones con los futuros defraudados.
De concurrir estaríamos contribuyendo a eternizar el debate sobre el pasado reciente y apoyando la pretendida búsqueda de supuestas soluciones políticas casi mágicas que sólo encadenan al Uruguay a episodios trágicos que deberían superarse.
De concurrir estaríamos dando nuestro apoyo a una visión hemipléjica de la historia, muy dispuesta a encontrar las culpas ajenas al tiempo que encubrir las propias. Mucho esmero se ha puesto en esto último, desvirtuando los hechos, olvidando que no hay episodios aislados, procurando, con una batería de argumentos seudo científicos, demostrar que los que atentaron contra la democracia en realidad fueron sus defensores, que los violadores de los derechos humanos surgieron por generación espontánea y tantas otras adulteraciones.
Este camino no nos lleva a buen destino. La reconciliación nacional se hace con sentido inclusivo, con generosidad y con visión republicana de largo alcance. No se advierte esto en el camino elegido.
Pero no me siento portavoz de la verdad. Y si hay ciudadanos colorados que de buena fe entienden que participar en ese acto es válido, no voy a ser yo quien lo cuestione. Cada uno se para ante la historia como mejor lo entiende. Yo, lo repito, prefiero no ir.

miércoles, junio 13, 2007

¿"DESEMPODERAMIENTO" PRESIDENCIAL?

(Publicado - El Observador 13/06/07)
Luego de que el Presidente Vázquez señalara que no aceptaría un planteo reeleccionista, después de más de dos años en que sus propios socios políticos llevaron y trajeron el tema, se han expresado diversas opiniones. Algunos, por ahora los menos, lamentando la decisión y alentando la esperanza de un eventual cambio de postura en el doctor Tabaré Vázquez (lo cual no sorprendería, en realidad, pero para ello los tiempo se agotan a pasos agigantados). Otros reconociendo la sensatez de la decisión presidencial (más debatibles son el tono y la oportunidad). Unos pocos, también, casi agradeciendo aquello que no hay que agradecer. ¿Desde cuándo cumplir con la Constitución debe "agradecerse"? El Presidente, al fin de cuentas, no renunció a nada, ya que nunca tuvo el derecho a ser reelegido. Por cierto, no son pocos los que creen que el tema en cualquier momento renace.
Sea como fuere, entre aquellas cosas que se han señalado está la de una supuesta respuesta presidencial contra sus correligionarios frenteamplistas por haberlo obligado a retroceder en su propuesta de "Nunca más". En esa perspectiva, el Presidente habría tenido un "gesto de autoridad" frente a su fuerza política, tirándole un fardo político como forma de demostrar quién manda.
Si ese fue el propósito del Presidente --afirmar su autoridad ante una coalición que lo desafió-- pocos parecen advertir --el Presidente en primer lugar-- que el "gesto de autoridad" puede devenir "desempoderamiento" progresivo de la figura presidencial.
Por lo pronto, el adelantamiento de la puja por la sucesión de Vázquez en el Frente Amplio pocas buenas cosas puede agregar a una gestión ya suficientemente aquejada por el "internismo". Si el "perfilismo" de los diferentes ministros, en particular en contraposición al de Economía, ya era un problema, el adelantamiento de la lucha interna por la sucesión presidencial sólo puede empeorar las cosas. En tal sentido, las presiones por incrementar el gasto público para satisfacer clientelas electorales de los diversos sectores del FA pueden poner en riesgo la gestión. No es de extrañar que proyectos como el de refinanciación de deudas sigan lloviendo, auspiciados por el Ministro Mujica, así como declaraciones del tipo "la derecha ya tiene su candidato en el FA". Efervescencias multicolores.
Pero además del adelantamiento de la carrera presidencial en el oficialismo, el "gesto de autoridad" de Vázquez tiene una consecuencia adicional sobre el poder de la figura del Presidente de la República: el Presidente ya no es un actor relevante para el 2009. Y pasan a serlo los presuntos candidatos a sucederlo. A ellos hay que mirar y con ellos nacen las nuevas lógicas de poder real.
Alguien podría señalar --no sin acierto-- que la figura del Presidente de la República tiene un peso específico muy importante siempre. Pero a diferencia de sus predecesores, el doctor Tabaré Vázquez carece por completo de aparato político partidario propio. Su calidad de "cuadro" del PS es pura entelequia. Todo el mundo sabe que la influencia de Vázquez en ese partido es limitada y a duras penas pudo imponer como Secretario General a Eduardo "Lalo" Fernández. El "vazquismo" como tal es un fenómeno de opinión pública, si se quiere, y de entorno. El "vazquismo" es huérfano de aparato político. Y los aparatos pesan y mucho. Que lo diga, si no, el Partido Comunista que, contra viento y marea, con un caudal electoral esmirriado, aún cuenta con una influencia decisiva en el mundo sindical y cuenta con un peso político que excede largamente su peso electoral. Aunque no guste la cosa es así.
En tal sentido, el Presidente Vázquez, en virtud del "gesto de autoridad", ha efectuado una transferencia de poder desde su figura hacia los pre-pre-candidatos. En particular, hacia aquellos que cuentan con mayor peso a la hora de imponerse como candidatos o de definir la candidatura de otros (léase, José Mujica). Existe un severo riesgo, por tanto, de que sean otros y no el Presidente aquellos cuya aquiescencia haya que conseguir a la hora de formular proyectos o rechazar inciativas del Poder Ejecutivo.
Todo lo cual, sin duda, sería un escenario poco favorable para el Presidente no ya sólo en términos de su calidad de dirigente político de primera línea, sino en su capacidad de liderar una gestión que ya se le hacía sumamente complicado dirigir.

jueves, junio 07, 2007

Amo ese sillón!!!

Había un sktech en aquel legendario programa de televisión argentina (Matrimonios y algo más) en el que había un personaje que estaba tan alucinado con el poder que gritaba lo del título. Yo creo que el presidente tiene algo de esa veta que lo enamora del poder. Le encanta el poder, le gustan sus símbolos y le gusta jugarlo. Por eso montó en cólera con lo del 19 de junio porque no le llevaron el apunte. Y por eso subió la apuesta con lo de negar la reelección. Como diciendo: ahora, arreglen el entuerto sin mi, a ver como hacen...
Claro no advirtió que su poder ya empieza a ser efímero y en un conglomerado canibal como el Frente Amplio (todos los partidos tienen algo canibal, digamos las cosas como son) el caos de a poquito se va a instalar. Quien le va a llevar el apunte al Taba si los que mandan estan por fuera. Por eso yo todavía no creo del todo que el presidente no juegue más el partido. En cualquier momento el Pepe le dice que por el bien del país hay que hacer un esfuercito y el hombre se peina de vuelta a la cancha. Es todo muy raro en Uruguay. Y siempre son las mismas barras que cortan el bacalao. En el Frente, que parecía que eran el cambio, esa barrita sexagenaria viene super afincada en el poder y ya le tomaron el gustito. Uno los ve encantados en los cócteles, super divertidos en cuanta reunión social aparece, almorzando con cuanto capitalista conocen por la ciudad vieja y hasta con batas nuevas. Se vino la vetita peronista al poder. Quien lo díría.

miércoles, mayo 30, 2007

LA MUERTE DE LA REPÚBLICA

(Publicado - El Observador 30/5/07)
El Uruguay que ya está acá no parece ser la nación maravillosa que el Ministerio de Economía nos describe cotidianamente.
El país tiene un significativo universo de pobres y marginados. La mitad de los niños que nacen, lo hacen en situación de pobreza. La reproducción del país sigue cayendo: estamos en 48.000 niños por año (hace pocos años era de 56.000 niños). La expectativa de vida –por suerte- sigue aumentando por lo que cada vez hay más veteranos en este país de veteranos. Sigue habiendo una emigración relevante de más de 18.000 personas por año.
Algunas encuestas revelan que los jóvenes provenientes de los segmentos menos favorecidos aspiran a ser “narcotraficantes” y trabajar poco. Se quieren hacer ricos “al toque”. No se valora por parte de una importante proporción de las nuevas generaciones el esfuerzo de una vida para avanzar, todo debe ser inmediato.
La droga que hoy tenemos en la sociedad es escandalosa. Hasta los más chiquitos saben lo que es un “porro”. Y la pasta base ya no es un misterio: se compra en las esquinas de los liceos. Las madres de la plaza se quejan pero al gobierno no se le mueve el jopo.
La violencia que nos rodea forma parte del paisaje diario. Vivimos en medio de una nueva sociedad donde si te matan, en realidad ya forma parte del menú cotidiano de posibilidades que nos ofrece el nuevo formato social. ¡Ya no da para escandalizarse! ¿Quién no conoce –o no fue- sujeto pasivo de robos, rapiñas o hurtos de algún tipo?
El Estado uruguayo sigue engordando. A veces lo hace de frente y a veces lo hace de manera oculta: consultorías, pasantías, contratos a término, etc. Pero son notorios los nombramientos de cargos por todos lados. Y a nadie le da vergüenza nada, total…
La ética de varios gobernantes empieza a dejar que desear. Y se advierte que los noveles hombres del poder viven escandalosos desfasajes entre lo que anunciaron hacer y sus estilos de vida, y lo que hacen hoy y sus estilos de vida. No son pocos los casos en los que la vida privada y la vida pública de los gobernantes se vinculan de manera patética, dejándonos ante el mundo como un endiablado país bananero. Esto lo ve cualquiera.
El gobierno habla todo el tiempo. Sus ministros hablan de todo, a toda hora, en todo momento y tienen el monopolio de la interpretación de su tiempo. Lo de Mujica es cansador. ¿No le convendría tener un programa en la televisión de dos horas para, así, resumir su ciclotímico credo de manera ordenada y no dispersa como aparece a través de los noticieros? No me extrañaría que el abuelito “dulce” lo estuviera pensando.
Estos son algunos trazos de un país que impresiona por su decadencia y, por si fuera poco, metido en un barrio regional en el que los Kirchner, los Chávez y los Morales recitan el nuevo Corán populista de última hora. Cuanto más ordinario, mejor…
Si alguno ponía una velita por el Ministro Astori, ya quedó claro que su bebé de probeta (el IRPF) va a ser sólo causante de problemas y que va a contraer el goteo de los sectores emprendedores hacia los más humildes. Solo gente que navega en la teoría pura de las cosas no advirtió lo que se viene. Les faltó boliche. Nunca atendieron ni un kiosco.
Este es el país en el que estamos, en donde la excelencia no existe, en donde la viveza criolla se sigue exaltando y en donde la velocidad no la conoce nadie. Siempre hay espacio para tomarse un matecito y dejar para mañana lo que había que haber hecho ayer. Este es el país donde la desestructuración social campea, donde le tememos a los limpiaparabrisas y donde los guetos empiezan a ser normales. Guetos de pobres y guetos de ricos, cada uno en su lugar. Este es el país partido en el que estamos y donde nadie se impresiona por nada.
¿Será viable un país así? ¿Se querrán quedar los jóvenes globalizados del tiempo que está entrando? ¿Alguien conoce un país con tanto problema que se la crea que “vamos bien”?

miércoles, mayo 16, 2007

ASTORI THE END

(Publicado - El Observador 16/05/07)
El gobierno se entusiasma cada día más con la reelección y lo que comenzó siendo una tímida versión del círculo de poder que rodea al primer mandatario, ahora, con las expresiones de Mujica ya todo tomó otro color. Ya no son versiones de prensa. Ya no es su hermano el que ambienta la posibilidad de seguir en el poder. Ya no es una encuesta aislada. El tema cada dos o tres días aparece en los medios. Ya no es una casualidad el asunto. Esa es la realidad cruda.
Es brava la cosa porque los frentistas se pasaron la vida despotricando contra los proyectos reeleccionistas por considerarlos negativos para la calidad de la democracia y ahora, como eventualmente les podría servir correr todos por detrás de Vázquez, se mandan una cabriola y recitan el otro discurso: “hay que terminar el proyecto en el que estamos”. La chantada casi suena a “sacrificio”.
Lo que empieza a estar claro es que Astori de una manera u otra perdió espacio. Nadie en el gobierno le tiene confianza en el juego de relaciones internas: es soberbio, no construye lealtades sólidas, maneja todo con capricho empecinado y como es medianamente inteligente ofende a buena parte de la tropa frentista con su postura académico-doctoral. Hay una química negativa contra Astori en el Frente Amplio que le a hace el camino imposible. Además, con la reforma tributaria cavó parte de su fosa porque nadie lo defiende con ahinco y las simpatías que tenía fuera del núcleo duro frentista las hizo añicos. Está solo y lo curioso es que no parece darse cuenta.
Mujica viene jugado —como siempre— al proyecto de poder neto. Las cuestiones jurídicas no son centrales para él (con lo cual no termina de entender la base del Estado de Derecho de una vez por todas), como —en puridad— no termina de serlo para nadie relevante en el seno del Frente Amplio. Le legalidad es apenas instrumental. Por tanto, el tema es no ser “vejiga” y utilizar a Vázquez como mascarón de proa para seguir adelante, a como dé lugar. Y —por si acaso— amaga con su candidatura… con lo cual también entierra a Astori. Porque en la hipótesis en que Vázquez no llegara a recorrer el camino reeleccionista por la vía de una Asamblea Constituyente —único recorrido posible— Mujica buscaría liderar el Frente Amplio, poniéndose a la cabeza de la coalición. Todos sabemos que entre el empinado contador y el Chicotazo posmoderno, este último lo destroza electoralmente al primero.
Conclusión: en las últimas horas murió todo sueño presidencial de Astori. Sólo resta que él se dé cuenta. Lo mata Vázquez con la reelección, o lo mata Mujica con su candidatura, con lo que estas fricciones se van a trasladar al gobierno de una manera u otra. Ya lo veremos. No tengo dudas al respecto y seremos tristes testigos de situaciones inimaginadas.
Ojalá que si se meten en el proyecto reeleccionista, ya que van a macanear, emboquen alguna pelota, por lo menos. Sería interesante que se evaluara el modelo parlamentarista, ese que Romeo Pérez hace años viene pidiendo para el Uruguay y que la gente del Partido Independiente sostiene contra viento y marea.
La presencia de un Primer Ministro o Jefe de Gabinete obligaría a la conformación de coaliciones con un grado de madurez que nuestro sistema político aún parece no poseer. Hay que pensar en partidos políticos fuertes, gobiernos fuertes y democracias fuertes. No hay que tenerle miedo a las palabras. Y no hay que inventar nada. Hay que copiar para extrapolar lo que en otros lados funciona bien. Es difícil ser original en política. Y el país no está para aventuras de ningún tipo.
Supongo —me temo— que este deseo habrá de caer en saco roto, porque lo que se advierte es sólo una línea de trabajo, que no pretende ser inclusiva sino que, por el contrario, busca —de forma angurrienta— afianzar un proyecto de poder hegemónico. Lástima que las cosas pinten así y que nos perdamos la oportunidad de incrementar la funcionalidad del sistema político uruguayo. Una vez más, el tren va a pasar de largo y nosotros lo saludaremos desde la estación.

lunes, mayo 14, 2007

Parece Joda...

Nos vamos al garete, el gobierno se empieza a entusiasmar con la reelección cada día más. Mujica encuentra allí un lugar para calmar a las fieras. Sale un "Astori a la parrilla" sin papas. Y el juego de poder se consolida por detrás de Vazquez al que no le entran las balas, por ahora.
La reforma tributaria es la llave de paso de todo. Si el gobierno tiene razón pasamos a vivir en la monarquía de Tabaré. Si le erraron -como creemos muchos- empieza el desgaste. Es que los frentistas le tienen una "paciencia afectiva" de locos a su partido político.
Lo que no se debiera descuidar es la forma reeleccionista: solo el camino de una asamblea nacional constituyente es el que tienen disponible, los otros están vedados por razones jurídicas. No la pueden jugar a la Pacheco. Y si lo hacen dañan a la democracia, ni más, ni menos.
En realidad me parece joda estar escribiendo de esto. Se pasaron la vida puteando contra las reelecciones y ahora se enloquecen por detrás de un proyecto de poder que les sirve como arma de mantenimiento de su partido en el gobierno. ¿Hay que callarse la boca por esto? Y después te preguntás cual es la razón por la que la gente descree de los políticos...
Si van a hacer la movida, ojalá que piensen un poquito en el país y se dirijan hacia un modelo parlamentarista con primer ministro. Por allí podrían armar una ingeniería que sirva para consolidar coaliciones en serio en este país. Romeo Perez hace años que viene gritando en el desierto sobre este modelo de funcionamiento del sistema. Cada día me parece más atrayente la idea en una nación en la que hay que evitar las divisiones brutales como las que vivimos acá. Supongo que no van a ir por allí porque solo se miran su ombliguito, la reelección solo es un tema intrafrente, no se dan cuenta que tienen que gobernar para todos, y no creo que se den cuenta ya. Una lástima.

jueves, mayo 10, 2007

LA POSMODERNIDAD CRIMINAL

Es de no creer. Sale a los medios de comunicación y cuenta como mató al hermano de Gregorio Alvarez. La entrevista era increíble. Voz pausada, serenidad y explicación argumental diciendo que “cumplía órdenes”. Lo miró a los ojos y chau, lo mató. Cero remordimiento y curioso orgullo por lo hecho.
El presidente, a su vez, para adelante y para atrás con el tema de la reparación a los que estaban del lado militar y policial. Quiero ser claro, nunca estuve con la dictadura, la sufrí como muchos, pero ni cerca estuve de creer que la guerrilla era buena cosa para el país. Todo fue un desastre sangriento. Y seguimos hablando del tema… .
Ahora hay que bancar que este tupamaro nostálgico diga estas cosas de asesinatos del setenta, de una violencia soberbia y de seguir empantanando al país en el ayer.
¡¡Basta ya de tanta nostalgia violenta del pasado!! Los uruguayos quieren presente y futuro. No se puede seguir en los setenta. Así no salimos más del pozo, porque a esta altura es un pozo mental en el que estamos.
¿Hay algún país del mundo que avanza mirándose el ombligo día a día?
¿No hay nadie que le meta cabeza al presente para que los más jóvenes sientan que hay oportunidades acá y que no somos un país de viejos retrógrados?

martes, mayo 08, 2007

Dejar de lado la "boludez"

Seguimos. El país con inundaciones saladas, el presidente medio por fuera del asunto. Supongo que en algún momento le caerá la ficha y se empezará a mover. El Estado es en este tipo de cosas que se tiene que mover. Fue doloroso ver ayer por la televisión el drama que viven esos miles de uruguayos. Los chiquititos muertos de frío y de hambre... Hay que mover la tropa, menos verso y más involucramiento de los super ministros...y hacer lo que hay que hacer. Me gustaría ver a Vazquez liderando este tipo de cosas, eso es lo que hace ganar respetabilidad a un mandatario y no sus paseítos por el mundo.
Es hasta predecible todo lo que el gobierno va a declarar, que el comité de crisis se mueve, que nunca había sido así, que la gente está ayudando, todo bien, pero hay que ir a mil. Dejar de lado la "boludez" uruguaya y sacar a la gente de la tragedia que vive. Punto. Moverse, viejo, moverse en serio y no para la cámara de televisión.
Otra, no doy crédito a lo que dice la esposa del polícia que mataron en Rivera y Bulevar Artigas, tiene siete hijos, y afirma que algunos tienen que salir a trabajar ya , siendo unos pibes, porque no va a poder vivir sin los ingresos del padre asesinado. ¿Que hace el Ministerio? ¿Nadie habla con esta mujer? ¿La van a mirar, le van a palmear la espalda y le van a decir que "lo sentimos" pero nadie va a ayudarla de alguna forma?
No se, no estoy en mi mejor día, está embromada la cosa y me bajonea. Disculpen.

lunes, mayo 07, 2007

LA GILADA SE AVIVA

Largamos otra semanita. Por primera vez el gobierno se comió una piña en la opinión pública. La encuesta del sordo Gonzalez muestra que empezó el miedo con el impuesto a las rentas de las personas físicas. Estaba cantado, no era gratis para Astori semejante aventura. Sus sueñitos de ponerse la bandita se empiezan a complicar.
Mientras tanto la inseguridad sigue doliendo. Como mataron en Rivera y Bulevar Artigas al policía ya es escandaloso. ¿Donde miércoles aprenden a ser tan basuras estos delincuentes? Y pensar que nada cambia en el Ministerio del Interior, así no nos cuida nadie. ¿Y Ministra no era que venía con polenta? ¿Ya se abatató la cosa? ¿Los chorros ya se apiolaron?
Lo de Vazquez borradito el primero de mayo fue superior. Se la fue la sensibilidad al garete, se subió al avión y a recorrer el planeta. ¿A los árabes les van a vender? Vamos muchachos, sanata no, estamos grandes.
Y que lindas las cifras del patrimonio del señor presidente. Que ordenadito , que prolijo. Como se nota que el Dr. Gonzalo Fernandez es su mano jurídica...
¿Se acuerdan cuando hacían moralinas por todo? ¿Se acuerdan cuando nada les venía bien? Ahora hacen arreglos con empresas que sorprenden al más ingenuo. Lo del acuerdo con Cerro Free Port es espectacular. Les pagaron varias decenas de millones de dólares, no se sabe por que motivo, como se hará, en fin, nada. Los reyes de la transparencia... no me jodas.
No se, supongo que la barra que tanta paciencia afectiva les tiene se estará avivando de que se los encanutaron, no se puede creer que la gilada va a seguir siendo gilada toda la vida. Al final los giles se despabilan. ¿Me entendeés? (Gran Hermando dixit)

lunes, abril 30, 2007

Caretas!!!!!

Ver en la tele al presidente viajando a los países árabes es muy fuerte. Se pasó la vida criticando las misiones de los gobiernos anteriores. Su prédica era moralista. Insistía en lo feo y malo de esa actitud. Ahora lo tenemos que ver deambulando por el mundo.
No conocen el mundo islámico y van regalados a semejante misión. No hay un miembro de la delegación que hable árabe (como tampoco tenemos gobernantes y Embajadores que hablen algo de chino o alguna lengua de la India). No le conocen la cabeza a la región. No hay en el país gente especializada en temas árabes. Fueron regalados como perejil del feria y van a traer promesas y sanata de todo tipo. No lo digo de mala onda, algo conozco esa región.
Las misiones del país al exterior son para rematar lo que otras avanzadas ya prepararon. No se sale al boleo a ver que pasa. Ya no existe más ese mundo. Y no hay milagros en ningún lado. El mundo es muy chico y todos nos conocemos.
Capaz que el presidente y su barra no querían estar acá durante la presión por la rendición de cuentas, bue, esa puede ser una explicación a semejante travesía. Otra razón no le veo a tan lindo paseíto. La seguimos.

martes, abril 24, 2007

SERLO Y PARECERLO

No es sencillo encarar estos tiempos desde la oposición. Más de uno cree que hay que hacer las cosas con un cuidado tan agudo que termina siendo la nada. Hacer oposición implica controlar al gobierno en lo que uno cree que hacen mal, en lo que uno percibe que están macaneando o en cosas que no le sirven al país. Sentir al Ministro Borvetto hablar bien de todo lo que hace el gobierno y de todo lo que no conoce -pero que defiende con obsesiva genuflexión- es ofensivo para la gente. Los pedidos de informes que hice sobre los negocios con Venezuela algún día alguien los va a contestar. Y si no los contestan, peor para el gobierno porque el que se calla genera aún más dudas de las que ya mucha gente tiene. Serlo y parecerlo. Por eso lo de la transparencia , es hora de que la demuestren, se pasaron la vida hablando de la misma, bueno, ahora que la pongan en práctica. De eso se trata el asunto. De mostrar las cosas tal cual son. Yo vengo de una familia de laburantes, mi abuelo se ataba el cinturón con una corbata vieja, era médico de los de antes, esos que trabajaban por el bien de la gente. No era un empresario médico, millonario en dólares con una visión capitalista del asunto...por eso soy terminante en estos temas de la transparencia, y quisiera que los que tienen responsabilidad de gobierno tuvieran claro el asunto. Serlo y parecerlo.

martes, abril 17, 2007

COMPENDIO DE TODAS LAS PREGUNTAS FORMULADAS A LOS DISTINTOS MINISTERIOS

Montevideo, 17 de abril de 2007.

Señor Presidente del Senado
Don Eleuterio Fernández Huidobro

Al amparo de lo dispuesto por el artículo 118 de la Constitución de la República, solicito tenga a bien dar curso al siguiente pedido de informe, referido a la situación generada con el Fideicomiso y el Fondo Bolívar- Artigas convenido con el gobierno de la República Bolivariana de Venezuela dirigido al Ministerio de Vivienda Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, al Ministerio de Relaciones Exteriores, al Ministerio de Industria Energía y Minería y al Ministerio de Economía y Finanzas.

1. ¿Tenía usted conocimiento en su calidad de ministro del gobierno de los hechos denunciados por Brecha con respecto al Fondo Bolivar-Artigas? ¿Cuál fue el papel que le cupo a su cartera en todos estos episodios?

2. ¿Se tiene información sobre el citado malestar del gobierno de Venezuela –surgido en distintas versiones de prensa- en relación a la orientación con que se utiliza el fondo de 276 millones de dólares aportados por ese país y administrados por un Fideicomiso con el objetivo de estimular las exportaciones uruguayas?

3. ¿Se entiende que el objetivo del Fideicomiso quedó “desvirtuado”, según afirma Brecha, por el fuerte predominio de negocios entre empresas privadas, celebrados, inclusive, bastante antes de que se efectuara el depósito para la constitución del mismo y sin priorizar a las empresas públicas uruguayas?

4. ¿Se tiene información más acabada sobre los “negocios que generaron episodios de corrupción, en Uruguay y en Venezuela, que obligaron a la suspensión” de algunas operaciones tal como lo sostiene el semanario de izquierda en su página 3, cuarta columna?

5. ¿Se coincide con el citado órgano periodístico cuando afirma que “las ventajas eran evidentes: siempre que se obtuviera la autorización del organismo estatal y la orden de pago de PDVSA, era posible anudar negocios sin necesidad de licitaciones, con el acceso fácil al dinero, exonerado de impuestos y al margen de los controles sobre manejos de divisas que imperan en Venezuela”?

6. ¿Qué funcionarios de su cartera participaron en estas operaciones?

7. ¿Qué medidas se han tomado con los referidos funcionarios? ¿Su cartera viene esclareciendo los hechos?

8. ¿Qué información se recabó originalmente sobre la empresa Cerjeca que luego tuviera un papel tan relevante en las operaciones del fideicomiso?

9. ¿Es cierto que Norberto Barcos, responsable de Cerjeca, poseía acceso a altos funcionarios del gobierno venezolano? ¿Quién contactó al señor Barcos en nombre del gobierno uruguayo?

10. ¿Resulta lógico, compartible y sensato que solo tres empresas privadas hayan copado el porcentaje mayor del fondo del Fideicomiso?


11. ¿Resulta lógico, compartible y sensato que el Sr. Barcos aparezca vinculado en dos de los tres negocios privados de mayor envergadura del Fideicomiso, negocios estos sin ninguna conexión posible (ganado y casas)?

12. ¿Resulta lógico, compartible y sensato que se procuraran exportar casas prefabricadas a Venezuela que en el Uruguay eran objetadas y que merecieran severas observaciones en cuanto al tipo de construcción? ¿Cómo se salvaron las observaciones, quién las firmó y cuál es la razón por la que se exporta lo que acá era objetado? ¿Qué certificado de calidad se envió a Venezuela?

13. ¿Se tomaron en cuenta las observaciones que en el período de gobierno pasado realizara el entonces diputado Raúl Sendic en relación a este tipo de construcciones?

14. ¿Es correcto que se importe aluminio y fribrocemento para las construcciones requeridas? ¿Eso permite sostener que estamos ante producción netamente uruguaya?

15. ¿Tenía usted conocimiento, en su calidad de Ministro del área, que parlamentarios de un sector político del gobierno mantuvieron reuniones en reiteradas oportunidades con representantes de la empresa Umissa? ¿Tiene usted noticia del tenor de esos encuentros?

16. ¿Es correcto que a la empresa Umissa se le estén debiendo más de 20 millones de dólares? ¿Cual es el monto total de la operación de exportación de casas prefabricadas? ¿Es correcto que la operación prevé superar holgadamente los 100 millones de dólares?

17. ¿Cual es la razón por la que la contraparte venezolana aún no construyó las plataformas que se requieren para instalar las casas prefabricadas lo que determina que muchas de ellas se encuentren “stockeadas” en galpones? ¿Tiene usted información de cuándo y cómo se revertirá esto?

18. ¿Se tenía conocimiento en el gobierno uruguayo de las consecuencias negativas que tuvo para gobernantes venezolanos algunas de estas actividades dado que se llegó hasta la expulsión de un ministro de gobierno por su vinculación con estos negocios? ¿Esas repercusiones tan estruendosas no ambientaron a investigar el asunto?

19. ¿Es cierto que la empresa del Sr. Barcos era la representante en Venezuela de una firma uruguaya Umissa que se creó a efectos del negocio a emprender?

20. ¿Cómo y quién definió el monto de la operación que las empresas Artech, Geocom, MVDCOMM, y Tabena alcanzaron con el Fideicomiso?

21. ¿Quiénes actuaron en representación de Artech, o sea Langecor, Geocom, MVDCOMM y Tabena? ¿Algunos de los responsables participaron de encuentros presidenciales entre los Presidentes del Mercosur en Venezuela?

22. ¿Es cierto que en la operación que Brecha informa entre la venezolana Guayana Telecom y el grupo relacionado con Artech alcanzó un monto de 59 millones de dólares, o sea el mayor de todos los que el fideicomiso viene administrando?

23. ¿Es cierto que en esa operación de 59 millones de dólares –la mayor concretada dentro del Fondo- le cupo un papel relevante al Sr. Javier Vázquez?

24. ¿Cuál fue la tarea que realizó exactamente el Sr. Javier Vázquez y de la que el gobierno tiene conocimiento? ¿Se advierte lo delicado de la situación referida atento a quién es y qué vinculaciones familiares posee este ciudadano?

25. ¿Es correcto como afirma Brecha que el Sr. Javier Vázquez fue quien “gestionó” ese negocio multimillonario de venta de tecnología Genexus? ¿Cuál era el motivo de la presencia del señor Javier Vázquez en los encuentros, cuando en estos participó personalmente el principal de la empresa que comercializa Genexus, Nicolás Jodal?

26. ¿Sabe el gobierno del malestar y quejas de diversos empresarios que no “calificaron” para ingresar en el fideicomiso referido y ahora advierten que “tan pocos se quedaron con tanto” de lo que se estructuró, cuando originalmente parecía existir un objetivo mucho más abarcativo?

27. ¿Qué sabe de la denuncia de la existencia de una “red de operadores, con práctica de pago de comisiones y hasta tráfico de influencias” -según lo consigna el semanario de izquierda- operando en el seno del Fondo Bolívar - Artigas?

28. Sobre las denuncias y las delicadas situaciones descriptas en la prensa uruguaya y en la prensa venezolana, ¿se le ha enviado y comunicado a la Justicia uruguaya toda la información, la documentación y las acciones hasta ahora existentes para que se dispongan actuaciones a efectos de esclarecer los acontecimientos reseñados, y evacuar todas las interrogantes que están surgiendo de estos “particulares” negocios en los que el Estado uruguayo aparece relacionado? ¿Se entiende -como así lo entendemos nosotros- que es imperativo, entonces, remitir cuanto antes al Poder Judicial todo lo que se pueda obtener de este caso para cuidar el buen nombre de la República en situaciones que lucen harto preocupantes?




Washington Abdala
Senador