jueves, agosto 23, 2007

EL TURCO NO AFLOJA NI ABAJO DEL AGUA

23/08/2007 ULTIMAS NOTICIAS Informacion

DURO ENFRENTAMIENTO EN DIPUTADOS

Durante la discusión sobre la Rendición de Cuentas ayer en Diputados, el forista Washington Abdala incluyó el "episodio de la valija" y levantó la temperatura de la Cámara. "Esto no es una republiqueta bananera para hacer negocios en los baños. Esto no es un país como otros en Latinoamérica donde reciben valijitas. Me encantaría ver parlamentarios del Frente Amplio con los cojones bien puestos para decirle al jefe de Gabinete argentino que el señor es un atrevido, que no tiene derecho a decir ese tipo de cosas", dijo en elevado tono de voz. Agregó que "cuando se ofende a un país como lo hizo ese señor argentino donde el reinado de corrupción es gigantesco, alguien del gobierno tiene que levantar la voz", lo que llevó a una revuelta general e hizo que el presidente de la Cámara, Enrique Pintado, levantara la sesión por dos minutos.


EL PAÍS – 23/08/2007

Gritos y acusaciones por Texaco y cambios en Tocaf Diputados.
Polémica al sancionar la Rendición de Cuentas
ALEJANDRO RODRÍGUEZ

Las modificaciones al Tocaf y las acusaciones de amiguismo fueron algunos de los ingredientes que abonaron ayer una fuerte polémica entre los diputados al momento de aprobar la Rendición de Cuentas. El detonante: Washington Abdala. El diputado colorado, cuando pide la palabra, casi siempre logra sacar de sus casillas a los legisladores del Frente Amplio. Luego de acaparar la atención se retira por unos minutos del recinto y los frenteamplistas quedan enojados y los blancos se burlan. Ayer, la fuerte polémica se produjo en el plenario a la hora de refrendar los cambios que el Senado introdujo al proyecto de Rendición de Cuentas, que resultó sancionado sólo con los votos del oficialismo. El colorado Washington Abdala (Foro Batllista) criticó las modificaciones que recibió el Texto Ordenado de Contabilidad y Administración Financiera (Tocaf), que autoriza a que los controles del Tribunal de Cuentas de la República (TCR) a las compras y contrataciones del Estado se puedan hacer después de que se hayan efectuado. "¡Van a tirar el Tocaf a la basura!", exclamó Abdala mientras arrugaba con una mano una hoja de papel y la arrojaba varios metros delante de él. "Esto permitirá que vengan varios Antonini con sus valijas", espetó después en referencia al caso del empresario venezolano Guido Antonini Wilson que el sábado 4 fue descubierto en el aeropuerto de Buenos Aires llevando U$S 800.000 en una valija, y dos días después vino a Montevideo. Abdala criticó además que el gobierno uruguayo no proteste formalmente por las declaraciones del jefe de gabinete de Argentina, Alberto Fernández, quien señaló que Antonini traía el dinero a Uruguay. Abdala cuestionó, también, al ministro de Industria, Jorge Lepra, quien insinuó ayer en la comisión del ramo de la Cámara de Diputados que "conocía" y es "amigo" de algunos de los funcionarios de Texaco que fueron contratados por Ancap. La bancada oficialista no permaneció callada y llovieron los reproches al colorado. El presidente de la Cámara, Enrique Pintado, resolvió suspender la sesión por dos minutos.

miércoles, agosto 22, 2007

PARECÍA QUE SÍ, PERO NO...

(Publicado - El Observador 22/08/07)
Primero fue el Ministro Astori, adelantando el fin de los monopolios en una reciente exposición desarrollada en el BCU, en el marco del seminario “Elementos para el análisis de la nueva legislación de promoción y defensa de la competencia en el Uruguay”. A ese respecto, Astori señaló que la desaparición de esos monopolios “es una tendencia histórica” a nivel mundial. Chocolate por la noticia.
Convengamos, empero, que cualquier pronunciamiento del Ministro de Economía en todo aquello que exceda un poco su jurisdicción concreta, debe tomarse con pinzas, habida cuenta del progresivo desmoronamiento de su base de sustentación política.
Diferente es la historia cuando, en cambio, quien ratifica el rumbo es —nada menos— el Presidente de la República. Y así lo hizo el Presidente Vázquez en Ecuador, señalando con sentido común que “en muy poco tiempo hasta la telefonía fija va a caer de su monopolio, por el hecho de estos avances tecnológicos que llevan a que, o avanzamos, nos integramos, integramos la actividad pública con la privada, con seriedad, no en cualquier aventura [...] o terminaremos siendo una comarca perdida en los confines del mundo”. ¡Bienvenido al mundo real, Presidente!
Pero esa epifanía presidencial, que en lo personal me había llenado de entusiasmo y me predisponía a poner la mejor buena voluntad para acompañar y —aún más— empujar ese proceso, parece que termina en la nada.
Primero fue el Ministro Lepra quien salió a ponerle paños fríos al anuncio presidencial, aclarando que el gobierno no maneja “ningún proyecto para que caigan los monopolios de Antel, Ancap y UTE”. Luego siguió la histeria sindical, con un sindicato de Antel que anunció que “no va a dejar” que se desmonopolice nada. Y por último, pegó el grito el PCU, expresando su “malestar”, desde su ceguera marxista, que no le permite advertir que la competencia ha puesto la tecnología al alcance de la gente, en tanto el monopolio la ha reservado para los pudientes.
Bastó esa movidita para que el globo presidencial se pinchara. Ahora resulta que —nos explica el Presidente Vázquez— habrá que esperar una especie de evolución “natural”, de largo plazo, que determine la caída de los monopolios por la aparición de nuevas tecnologías “con el tiempo”. ¿El Presidente se cree semejante tontería?
Vázquez citó a la telefonía celular, en régimen de competencia, como un claro ejemplo de que las nuevas tecnologías comprometen el monopolio de la telefonía fija. Pero Presidente: ¿a usted le parece que esa competencia de modalidades se dio por evolución “natural”? ¿Se olvida que hubo una subasta de bandas radioeléctricas para crear esa competencia?
Esa competencia democratizó definitivamente la telefonía celular entre los uruguayos. Hasta ese momento, estaba reservada para unos pocos que podía pagar los altos precios de conexión. Acá no hubo ningún proceso “natural” de nada. Hubo una decisión política de introducir un cambio estructural. Las nuevas tecnologías no llegan a la gente si los monopolios tienen la llave de los procesos.
Hoy la conexión Adsl sigue estando lejos del alcance de la mayoría de los uruguayos. Y Antel invierte cuando le parece que debe hacerlo, a diferencia de lo que ocurre en los celulares porque ahí está obligada por la competencia. ¿Es justo con las amplias mayorías, que a lo sumo pueden ir un rato a un cyber-café para navegar un rato por internet o descargar un e-mail? ¿Se da cuenta el Presidente que la mayoría de los uruguayos no puede chatear, hacer llamadas o incluso videollamadas desde su casa porque es más importante defender el monopolio que poner las nuevas tecnologías en manos de la gente? ¿Eso es “izquierda”, señor Presidente? ¿La defensa de corporaciones que curran con un monopolio a costa del resto de los uruguayos es “progresista”?
Presidente: si se decide por la audacia democratizadora, cuente con nosotros, que estamos para ayudar a cambiar de verdad. Si no es así —como parece— suerte en pila.

jueves, agosto 09, 2007

Ponéle huevos!

Hoy no tengo ganas de hablarles de política, la cabeza se me va por otro lado. Esa costumbre de quejarnos por todo, haciéndolo como al pasar, cómo me rompe. Esa forma de ser negadora del otro que estuvo bien, mejor o distinto, qué jodida que es.
Si, esa actitud absurda de creer que el bajón y la melancolía son "una forma de ser" cuando, en realidad, esconden un desastre que corroe la vida perforando el alma de todos hay que combatirla como sea.
Eso de la eterna mirada triste, la grisura de las calles, el miedo al rídiculo, la culturita cínica tipo "under", el castigo por detrás cuando te levantás del boliche, esa solidaridad falsa, la intolerancia vestida de chiste, todo eso también somos nosotros. No insistamos más en que somos un pueblo bárbaro, somos como todo el mundo, que joder...
Los uruguayos soñamos con las mismas cosas que sueñan todos. Sólo que nos da verguenza reconocerlo por eso nadie ve a Tinelli ( ja, ja) pero en realidad todos se babean con las ninfas y los pebetes de Tinelli y su caño. Por eso la gente cuando emigra va para Gringolandia desesperada a ver si mete el sueño americano y a nadie se le pasa por el mate pedirle a Fidel un lugarcito en un nosocomio ( Acá igual te clavan con el voto para los amigos de Cuba). No se de dónde sale esa idiotez de creernos mejores, más cultos y más sabiondos. Por estos días hay gente que se enoja con los Simpson por ser colonizadores de mentes desde USA hacia el mundo. ¿Hay que ser muy imbécil, estar embebido en ideología pura para creer semejante chotada no? Sin embargo, con pose doctoral, yo sentí en la radio alguna gente opinando al respecto, y sonaba como en serio el tipo...
Hay que romper con esas actitudes decadentes y autodepresivas. Hay que luchar contra la desidia. Hay que sobreponerse a la "planchización" que se insinúa cada día mas por acá. Hay que arremolinarse en fantasías, hacerlas nuestras y metérle duro y parejo. Alguien no va a bancar los sueños, alguien va a hacer el aguante y el día menos pensado vamos a estar cambiando las cabezas de muchos que no imaginábamos que fueran a cambiar. Metéle. Ponéle huevos.

miércoles, agosto 08, 2007

¡GRACIAS, HUGO, POR TU AMISTAD!

(Publicado - El Observador 8/08/07)
El sentimiento de rechazo que el señor Chávez nos inspira a muchos uruguayos nada tiene que ver con un modelo de izquierda latinoamericano enfrentado a los proyectos de la derecha regional. Menos aún tiene que ver con los “progresismos” versus los “modelos neoliberales”, como burdamente se lo quiere hacer ver por parte de varios dogmáticos de moda. Ése no es el eje del asunto.
Claro, uno puede comprender que “la necesidad tiene cara de hereje” y que se quiera sacar ventaja de la megalomanía del venezolano para, así, obtener beneficios para el Uruguay. Pero todo tiene un límite y eso hay que tenerlo bien claro. Sobretodo, en cuestiones que hacen a la democracia los límites son cosa seria.
Cuando el señor Chávez se abraza con el presidente de Irán, cuando hace negocios con la autoritaria Belarús de Alexander Lukashenko, cuando despotrica contra los gobiernos que no lo adulan, cuando cierra medios de comunicación aplicando la censura, cuando hace actos políticos en Buenos Aires para criticar a Bush y —de paso— nos regaña a todos los uruguayos por la postura multilateral del país, en fin, todas esas señales son típicas de un personaje autoritario, que no cree en las reglas de la democracia. Es un hombre que vive motivado por sus caprichos y sus aventurillas planetarias, que se excita cada dos días y que siempre está al borde de algún lío a escala global. Los grandes protagonistas del mundo occidental no viven ocupando pantallas mediáticas por sus griteríos y escándalos.
Con Chávez la cosa es simple: con él, festejando sus atropellos, aplaudiendo sus bravuconadas y sacándole “algo” por ese triste precio, o contra él, lejos de su habitat, distante de sus delirios y sin riesgos de problemas internacionales. Yo quiero estar a mil años de distancia de este personaje tenebroso porque la experiencia indica que al final uno queda “enganchado” con gente que no se toma en serio lo del pluralismo y que solo nos utiliza para formar parte de su coro.
A Uruguay, país serio, creíble y demasiado frágil, no le sirve el coqueteo con un individuo que, inevitablemente, va a terminar incendiando a su país y que en el mundo es un apóstol del enojo. Puedo apostar lo que sea a que este pichón de dictador caribeño va a quebrar a Venezuela, haciendo enfrentar entre sí a sus connacionales. Quien haya visitado Venezuela por estos años sabe a qué me estoy refiriendo.
No hay que ser muy lúcido para advertir que un golpista del ayer, como Chávez, no puede sacar patente democrática en el presente. ¿Cuál es la razón por la que algunos izquierdistas se obnubilan ante tanta prepotencia y descubren en Chávez a un personaje justiciero? ¿Es que el odio hacia Estados Unidos les permite aplaudir a un violador incremental de los derechos humanos?
Por algo será que el mundo sensato —de “izquierda”, “centro” o “derecha”— tiene a Chávez en capilla y nadie quiere demasiadas aventuras con un individuo que vive en el choque dialéctico permanente. Hasta Caetano Veloso le cayó con un fierro.
Fue muy graciosa toda la histeria que se levantó cuando el ministro Astori sugirió que tenía un estilo “confrontacional” y todos los reaccionarios del gobierno salieron a castigarlo. Por cierto, no fue la misma reacción que se produjo cuando la ministra Arismendi descalificó al presidente Bush y nadie del gobierno dijo nada, salvo que ejercía su derecho a la libre expresión del pensamiento. ¿Astori carece de ese derecho?
Ya lo sabemos: el presidente uruguayo procurará manejarse “con carpeta” en su relación con Chávez, pero el en cuartito de atrás algo se dirán. Ojalá que en ese cafecito no se vayan los principios por la borda. Para países como el nuestro no es un asunto menor.