viernes, febrero 29, 2008

COLORADOS: A NO DESBOCARSE…

Mi abuelo, que era médico, siempre me decía que, después de una grave enfermedad, la convalenscencia hay que hacerla con cuidados extremos para no tener recaídas. Este simple consejo corre para los colorados. En esta etapa de recuperación electoral hay que tener sumo cuidado en no errar movimientos, porque éstos pueden ser letales.

Quiero ser más claro aún: la batalla colorada es con el gobierno, con lo malo del gobierno, con sus improvisadores, con su destrucción de la clase media y con su desaprovechamiento de una bonanza económica internacional, que ya empieza a languidecer. Ese —para mí— es el eje central del debate. Además, le voy a agregar las inmoralidades y corrupciones de varios frentistas, porque creo que nos faltaron a la verdad hablando de ética, cuando no reinaron para nada en ese tema. Una vida jugando con la moral pública y ya hay una barra procesada por corrupción pura y dura, algún senador expulsado del Parlamento y varias situaciones que terminarán en los juzgados de cosas complicadas…

No creo que la pelea deba ser tórrida entre colorados. Cada uno en su trillo, recorriendo su pensamiento y hablándole al país. Tampoco me veo —y quisiera que lo entendiéramos todos— discutiendo a muerte, en tono menor, con el Partido Nacional. Es verdad, somos identidades distintas. Pero no es menos cierto que hay una matriz republicana y democrática que nos vincula. ¿O alguien duda que en la segunda vuelta unos u otros nos daremos una mano para sacarnos a este gobierno de encima y pujar por nuestro proyecto humanista? ¿No se siente el clamor popular de la “buena onda” entre blancos y colorados? ¿O yo visito barrios en los que sólo a mí me piden que en la segunda vuelta estemos juntos para cambiar al “cambio”?

Además, el Partido Colorado todavía no levantó del porcentaje electoral que lo ubicó de manera magra en el escenario político nacional. Hay que empujar para romper la barrera del 10 por ciento. Y eso se hace batallando hacia afuera, procurando captar adhesiones independientes que en algún momento nos valoraron y que ahora están a punto de retornar si nos visualizan serios, sin discusiones entre los partidos adentro y con mínima fricción entre colorados y blancos. No voy a enojarme y a levantar la voz contra los blancos y espero que ellos hagan lo propio con nosotros. Al final nos necesitamos y eso es demasiado serio como para comprometerlo.

Por eso insisto en debatir, en intercambiar opiniones en torno a los grandes temas del país con seriedaed, con ideas, con programas, con proyectos y con vuelo. Esto no impide la pasíon. Por el contrario, la motiva. Pero aleja definitivamente el perfilismo marketinero y muestra quiénes son más sólidos y quiénes no.

Ojalá se entienda esto.

miércoles, febrero 20, 2008

LLEGA TARDE, DANILO

(Publicado - El Observador - 20/02/08)
No hay duda que para muchos uruguayos, los políticos son casi una desgracia, una mala palabra. Muchos demócratas —igualmente— sospechan que la comunidad política uruguaya es mediocre, con poca visión de futuro, con reducida grandeza y empantanada en discusiones menores. No son pocos los que creen que los corruptos que tiene el sistema contaminan al resto y así —con izquierda en el poder— se concluye que “son todos iguales”.

La verdad nunca es absoluta. Lo cierto es que mucha gente capacitada ya no viene a la actividad política. Bien porque desgasta, bien porque no cree que los salarios valgan la pena, bien porque tiene temor a salir “quemada”. Las elecciones juveniles en los partidos históricos, empero, fueron un soplo de idealismo maravilloso casi, casi mágico.
Cierto es, también, que comparados con el resto de la región, las cosas no están tan mal. Pero eso es hacerse trampas al solitario porque la región es muy poca cosa en el concierto democrático internacional (Chávez, Morales y la familia Kirchner, dan risa en Europa).

Parte del desgaste estriba en que durante años hubo una fuerza de oposición que a cualquier precio mancilló honor, nombre y vidas de mucha gente. Algunos merecían ser estigmatizados, los más fueron personas que estaban en el lugar equivocado a la hora equivocada cuando el Frente Amplio decidía hacer añicos a los partidos históricos fuera al precio que fuera. Así, en el terreno sin retorno en el que las paredes descalificaban, los panfletos acusaban, los titulares de cierta prensa “escrachaban” y los parlamentarios relataban la “corrupción” de fulano o de mengano, con una militancia que sólo se asemejaba al escarnio público, se construyó una satanización perfecta. Había tanto odio, que hubo épocas —hace muy poquito— en las que la vida cotidiana de muchos se hacía imposible y dolorosa, y lo digo desde la experiencia personal, no estoy fabulando nada por cierto. Defender con coraje a los gobiernos colorados era sinónimo de traidor a la patria para mucho dogmatismo de izquierda.

Por estos días, el Ministro de Economía reconoció públicamente que muchas veces se equivocaron como partido en esas posiciones en las que difamaban el buen nombre y el honor de ciudadanos de este país. Ahora, el Ministro dice lo que presumíamos: que en realidad se trataba de acciones que se llevaban a cabo con conciencia del daño inferido. Astori —ahora— reclama que se depongan las armas y que se levante el nivel. Ahora, después que la sangre recorrió todo el terreno, formula semejante reclamo. Llega tarde, Danilo.

Veinte años acusando de “rosca” primero y luego de “corruptos blanqui-colorados” que, según ellos, hasta hacían que el Estado tuviera “olor a joda”. Tales eran los verbos frenteamplistas que se conjugaban. Es cierto, el hoy Ministro de Economía no enlodaba personalmente, pero su “fuerza política” vivía en ese festival y él tenía también responsabilidad en todo aquello. Ahora dice que asume el error. Repito: es tarde.
Fueron veinte años en los que, por cierto, hubo equivocaciones, y donde alguna gente traicionó el sentido de servicio de los partidos históricos, pero fueron veinte años de demonizaciones en los que la izquierda incendió el Uruguay, montando una campaña de difamación que pulverizó dignidad, honor y vidas de mucha gente.

Cuando uno advierte que ya hay apellidos quemados en la propia izquierda; que ya hay funcionarios de gobierno que son puro viaje y pura “gauche caviar”; que hay servicios de inteligencia en la propia izquierda que cazan a pichones de corruptos; que hay negocios con países, como Venezuela, donde nadie sabe el total de los acuerdos que allí se hacen, cómo se pagan y cuánto salen; que hay premios a funcionarios por lo bien que se portaron con los asuntos del pasado de la vida privada en conflicto con el poder (el Dr. Toma en la Secretaría de la Presidencia es exquisitamente obsceno); en fin, uno no puede menos que advertir que hay patologías que ya se instalaron en la izquierda de una manera mucho más rápida de lo normalmente imaginable.

Habrá que esperar un tiempo para ir viendo cómo algunos jueces valientes —que los hay— empiezan a citar a unos cuantos figurones gubernamentales que más de uno sospecha que andan en “negociados”. Recién allí nos enteraremos de todo. Al final, la verdad siempre sale a flote y no es necesario montar toda esa cosa horrenda que la izquierda hacía para saber quién presumiblemente infringía la ley. Porque la política también tiene valores morales que debe respetar siempre. Se esté en el gobierno o se esté en la oposición.

miércoles, febrero 06, 2008

AÑO CON TEMBLOR

(Publicado - El Observador - 6/02/08)

Va a ser un año malo, lleno de arremetidas gubernamentales inconexas, mezclado con la política electoral del gobierno y en medio de una crisis económica planetaria que sólo acá nos cuentan que no va a tener repercusiones. Se viene el temblor, ahora no hay dudas.

El gobierno no supo laudar entre el capital y el trabajo. Creyendo que había demasiado poder en las patronales, ambienta una legislación laboral que daña el derecho de propiedad (con un modelo harto discutible de “ocupaciones” legales) y ahuyenta la inversión que no aterrizará en un terreno de alta conflictividad, y donde ya se sabe quién tiene la razón de antemano. Todos reconocen que este año va a ser más tenso, con más conflictos que el año anterior, sin embargo los dados están echados y nadie hará nada.

Las mordidas tributarias a los bolsillos de la gente llegarán a su apogeo, entre IRPF y el nuevo modelo de salud, más contribuciones y patentes. La clase media ya está enfurecida y siente que fue traicionada. Mientras que Zapatero en España, baja el IRPF y subsidia a los trabajadores y a los jubilados con 400 euros por persona, acá la fiesta consiste en sacarle más plata a la ciudadanía trabajadora dentro de un ciclo que -hasta ahora- era expansivo en la economía nacional pero que ya sabemos que se está complicando.

La trancada planetaria de las bolsas inevitablemente nos pegará fuerte y mal en algún lado. No es fácil orientarse por dónde pero no es sensato afirmar que acá no pasará nada, como que fuéramos Marte, alejados de la Tierra. Es ofensivo para la inteligencia de cualquier uruguayo, porque es obvio que el ciclo exportador estará amenazado, así como el sistema financiero tendrá coletazos inevitables y ni qué hablar de las inversiones. Pensar otra cosa no es posible y es mentirle a la gente.

La relación con la Argentina seguirá con problemas. La presidenta argentina y el presidente uruguayo no parecen mostrar la más mínima señal de aceitar las relaciones dañadas por la instalación de la pastera uruguaya. Desde episodios laterales hasta amenazas comerciales de fondo, todo puede suceder con un gobierno argentino que no se caracteriza por la tolerancia y la ductilidad diplomática ante el mundo. Solo verlos discutir con los Estados Unidos alcanza para entender el lío en el que estamos. (Pusieron en un “corralito” al embajador norteamericano en Buenos Aires y lo liberan de vez en cuando como señal de apertura…)

Los gremios, por su parte, como se sienten aliados del proyecto político oficialista, en la pública van a vociferar todo lo que puedan y marcarán algún perfil para mostrarse "íntegros", pero en la privada matearán con el gobierno, encontrando soluciones a buena parte de sus reclamos corporativos sin medir demasiado si el sector privado tiene espaldas para esas aventuras. La fiestita sigue y nadie sabe quién pagará las cuentas…

El panorama no es alentador. Y esto que afirmo acá lo puede advertir cualquiera. Es casi obvio. Con un agregado delicado: el desempoderamiento presidencial no ayudará para nada. Es presumible que algunos actores del gobierno se desmarquen dialécticamente al principio y tácticamente, luego de la defensa a ultranza de Dr. Vázquez, porque creerán que a la disconformidad hay que cobijarla sea como fuere. El Presidente ya no tiene cómo amonestar, ya no importan demasiado los cargos de gobierno y ya no tiene poder para vetar adentro del Frente Amplio. Las miradas hacia el príncipe heredero (el candidato frentista) serán el nuevo eje de poder real que procesará la coalición de gobierno. El Dr. Vázquez deberá ir prendiendo velitas para que el candidato frentista sea alguien con buena onda con él.

La oposición debiera entender que es un año hiperdelicado y por ello hay que actuar con sentido patriótico y notoria inteligencia. Esto implica recorrer el camino de la búsqueda del poder en un prisma maduro. Lo que no requiere dejar de marcar las diferencias, por cierto, pero sin incendiar el país como sí hacían ellos cuando querían ganar siendo los amos absolutos del No a cualquier cosa que se hiciera en el país. Hay que ser distintos también en eso.





viernes, febrero 01, 2008

BIBLIOTECAS, MUSEOS Y OFICINAS CON WI FI

(Publicado - EL PAIS - 1/02/08)

Proponen ampliar el sistema Wi Fi
Museos, terminal de Tres Cruces, bibliotecas

El diputado forista Washington Abdala le propuso a la presidenta de Antel, María Simon, extender el sistema Wi Fi a lugares de gran concentración de público. Abdala habló con Simon del tema y esta semana le envió una carta con su propuesta.

El sistema Wi-Fi (Wireless Fidelity) permite la conexión inalámbrica a Internet.

Abdala le dice en la carta que ve "con buenos ojos" que se haya instalado el sistema Wi Fi en zonas turísticas, y le sugiere incrementar la presencia de este tipo de conexión en áreas culturales, como las bibliotecas del Estado, la Biblioteca Nacional y del Palacio Legislativo, museos públicos, la terminal de Tres Cruces, ministerios, empresas públicas y las intendencias.

"Hay departamentos como Florida, tal cual usted me lo comentara, que ya avanzaron en el tema alcanzando resultados positivos. Quiere decir que el asunto es posible, lo que de por si ya es una buena nueva", dice Abdala en la carta a Simon.

Y agrega: "Hay que reconocer que el Plan Ceibal ha sido un acierto. Quizás el programa vaya a una velocidad todavía no ideal para alcanzar la cobertura que se aspira en el plazo pensado. En este sentido la ampliación de las zonas Wi Fi en el sistema educativo público es otro paso a no desdeñar y ayudaría a recorrer una línea de más participación de los educandos".

"Uruguay debe tener más áreas Wi Fi por diversos lados. Esa es una señal de inserción en el mundo y de aprovechamiento de lo que la globalización ofrece. El Estado, nuestra empresa de telecomunicaciones, puede ser un promotor de estas palancas del desarrollo inicial que luego, y junto al sector privado podrán recorrer el camino de la mejor forma posible a los intereses de todos", termina el legislador su carta a Simon.