miércoles, diciembre 26, 2007

¿COMO ARRANCA EL 2008?

(Publicado - El Observador 26/12/07)
Los que están en la oposición ciudadana todavía no salen de su asombro. El gobierno cae en picada en las encuestas, los casos de presunta corrupción en solo tres años tocaron a las máximas jerarquías políticas del país y la presión tributaria –sin la reforma de la salud incluida– no para de hacerse sentir en los sectores medios de la población. Todo esto trae aparejado un escenario enloquecedor para un partido de gobierno que se había creído portador de una nueva verdad. El telón empieza a caer.
Si a esto se le agrega los problemas de “poder” que vive el Frente Amplio donde no se ponen de acuerdo por casi nada, y juegan –como partido político– al perfilismo con el gobierno, en fin, el panorama es complicado para esa fuerza política. El Frente Amplio con su esquizofrenia militante perfora el gobierno con una eficacia que ningún parlamentario de la oposición logra jamás.

Las candidaturas también se le enredaron al gobierno. Astori tiene heridas de guerra por todos lados, entre el Irpf y Bengoa ya no será el seductor de la burguesía que iba a ser utilizado para esa misión especial. Los posibles votantes de Astori cruzaron la frontera y se alejan porque lo consideran un actor que los traicionó y que sólo buscó recaudar más de manera insensata. Mujica no podría ser nunca el candidato del Frente Amplio porque hay un electorado moderado que le desconfía y que sentiría que los riesgos de polarización se profundizan de manera exponencial con su aspiración presidencial.

Por otra parte, los inventos electorales no corren nunca para los partidos de gobierno, a ellos la gente los evalúa por lo que hacen, para eso los votaron. Y una jugada de reaparición del presidente Vazquez con vocación reeleccionista, ahora, sería vista como una movida desesperada que solo lograría tensar más el clima político, generando más adhesiones hacia la oposición porque eso sería visto como una acción desesperada –y poco moral– en búsqueda de mantener el poder.

El Frente Amplio se enfrenta a su peor pesadilla, ellos que creyeron que llegaban para estar en el gobierno por cien años, empiezan a advertir el malestar de la gente que ya no los aplaude más. Llegó la hora en la que el pueblo pasa factura ante tanto macaneo, se enoja y se queja. Basta andar por la calle para advertirlo. Ser de oposición es un deleite. Ser del gobierno es una pesadilla en la que no alcanzan los adjetivos ciudadanos para quejarse.

Por todas estas razones el presidente Vázquez va a cambiar su gabinete. Ahora tiene legitimidad para hacerlo justo cuando a su gobierno se le empieza a detener el motor. Hay candidatos cantados. El canciller ya no da más. Pero hay otros ministros y ministras que también podrían salir porque ya no tienen productividad de ninguna especie.

El Frente Amplio va a tener que “soportar” la decisión del Presidente que de una forma u otra procurará mantener ciertas ecuaciones políticas pero ya nadie puede levantar la voz porque el barco hace agua en serio. El verano es siempre un buen momento para esto porque la ciudadanía está con la cabeza en otra cosa, el parlamento no funciona y la distracción gana terreno. Algunos ministros tendrán que ir a jugar al “Lego” con sus nietitos.

Se vienen los cambios y sería útil que el presidente pensara más en el país. Ahora se verá si el doctor Vázquez es un jefe de Estado y de gobierno, o si solo fue el administrador-representante del Frente Amplio en el Estado. Dos años para un país son mucho tiempo y si no se logra acertar algunas acciones el legado que va a quedar será el de un país que se creyó que vivía en la prosperidad, pero que no contuvo el gasto y que no invirtió en nada sustancial para desarrollar la nación. El cambio que se prometió, por ahora, sólo es un cambio dialéctico. Veremos cómo arranca el 2008 porque el tiempo pasa y no pasa nada importante por estas tierras. O lo que es peor, se ambientan macanazos gigantes.

miércoles, diciembre 12, 2007

¿REAL O PRESUNTA CORRUPCIÓN FRENTEAMPLISTA?

(Publicado - El Observador 12/12/07)
Durante décadas, el Frente Amplio —y antes del mismo sus principales partidos constitutivos— instaló en la cabeza de muchos uruguayos que los gobernantes de los partidos fundacionales, de alguna forma u otra, eran intrínsecamente corruptos, abusaban del poder y se manejaban con “códigos mafiosos” (así lo sostuvo un notorio gobernante actual en el pasado reciente). Se hicieron imputaciones de todo calibre y se instaló el rumor como arma “chusma” para deshacer prestigios personales. Las acciones demonizadoras surtieron su indudable efecto: en algún momento, ser colorado o blanco llegó a constituirse casi en sinónimo de “corrupto por naturaleza”. El Frente Amplio gozaba con su obra. La manija totalitaria construyó un grado de violencia ciudadana y desprestigio pocas veces visto.
Muchos de los temas que varios de los actuales gobernantes blandían hace cuatro años en los estrados judiciales no fueron nada más que “carne podrida”, que no tenía contenido jurídico y que no permitía encontrar ninguna ilicitud.
También es cierto —necio sería ignorarlo— que hubo algunos pocos casos en que la Justicia encontró culpabilidad. Y donde actúa la Justicia, ya no hay más nada para hacer. Los republicanos debemos pensar así, si estamos ante una Justicia seria y responsable, y si queremos tener la independencia de actuar criticando al otro.
Ahora le toca el turno al gobierno. Son los actuales gobernantes, sus amigos y sus familiares los que tienen que salir a explicar: qué contactos tuvieron, cómo se enteraron de tal o cual negocio que el Estado quería hacer, cómo se constituyen las redes de vinculación de amigos y parientes que podrían verse beneficiados ante decisiones del poder de turno, cuál es la razón por la que se opta por “amigos del gobierno” y cuál es la razón por la que otros competidores quedan fuera de juego. En fin, en varios casos, este tipo de preguntas se viene precipitando y será en los estrados judiciales donde mucho de lo que se quiere saber de varios negocios del gobierno debe ser aclarado.
Claro, hay una diferencia enorme: la oposición no utiliza estos episodios para enlodar el buen nombre de nadie. Ni siquiera se parlamentarizan los casos —aunque en algunas situaciones se hace insostenible no avanzar— con el espíritu frontal de no enredar procesos que ya se están judicializando. No son los miembros de los partidos fundacionales los que hicieron explotar el asunto “Bengoa” y su red de vinculaciones —junto a un grupo de amigos—, todos metidos en “algo” que tienen que aclarar. No son tampoco esas colectividades las que encuentran el capítulo dos de Leonardo Nicolini. Tampoco son esas colectividades las que descubren el caso “Gonzalo Nin-Coronel-Svetogorsky” y sus presuntas conversaciones con jerarcas militares, sosteniendo la conveniencia de concretar tal o cual negocio. No son tampoco los partidos tradicionales —fue Brecha— quienes un día informan que el hijo del Presidente de la República actuó en alguna “calidad”, intermediando en negocios de más de 59 millones de dólares en la venta de software a Venezuela, al amparo de una negociación que nadie conoce y que tampoco nadie en el gobierno está dispuesto a explicar, a pesar de los innumerables pedidos de informes remitidos para conocer algo del asunto (¿será por aquello de que el miedo no es zonzo?).
¿Qué apreciaciones habría hecho el Frente Amplio si hubiera sido oposición? ¿Cuáles hubieran sido los calificativos para con los presuntos involucrados? Preguntárselo, es respondérselo: habrían mancillado el buen nombre de los ciudadanos que se les ponían por delante y muy después —y si cuadraba— se hubieran preocupado de averiguar si las presunciones tenían fundamento o eran sólo un chisme barato. ¿Quién no recuerda al hoy Vicepresidente, en el acto final del Frente Amplio de 2004, decir que “todo” lo que se hacía en la administración pasada tenía “olor a joda”? Era un tema de “olores”… ¿Y ahora olor a qué hay? ¿A rosas? Afortunadamente, hoy no se actúa de la misma manera.

lunes, diciembre 10, 2007

CANDIDATURAS COLORADAS: ENCUESTA DE INTERCONSULT


Hablar hoy de candidaturas presidenciales puede resultar apresurado, dado que aún restan dos años para las próximas elecciones, pero no debemos olvidar que a octubre de 2009 se debe llegar con un solo candidato por partido y que la pugna interna por ese privilegiado lugar comienza el próximo año, cuando no ha comenzado ya.

Las internas partidarias no pueden ser tomadas a la ligera, por lo cual no es apresurado el cerrar este año conociendo preferencias de los electores en cuando a posibles precandidaturas. Dado que estas no están en todos los casos definidas con claridad, Interconsult utiliza dos listas alternativas de posibles candidatos en cada interna partidaria.

En el caso del Partido Colorado, como ya se observara en encuestas anteriores, los ex quincistas Atchugarry (26%) y Pedro Bordaberry (24%) lideran las preferencias coloradas, aunque el histórico líder Julio Ma. Sanguinetti también cuenta con la cuarta parte de las adhesiones, produciéndose una especie de triple empate.

En una segunda lista, donde no aparecen los ex presidentes y Atchugarry en la medida que han expresado su intención de no ser candidatos, la figura de Pedro Bordaberry capta casi la mitad de las voluntades coloradas (46%), con prácticamente un único competidor, Washington Abdala con el 23%.

Ficha técnica: Encuesta realizada por Interconsult (Ing. Juan Carlos Doyenart) entre los días 3 y 4 de noviembre de 2007, de acuerdo a las siguientes características: Universo: Personas de 17 años y más, de ambos sexos, residentes en localidades mayores de 5.000 habitantes. Tamaño de muestra: 890 hogares.

Publicada en “Ultimas Noticias”, 10 de diciembre de 2007.