lunes, octubre 31, 2005

TODOS SOMOS JUDÍOS
Se complicó la cosa con la Argentina, es increíble que no se entienda que somos un país en serio y no una provincia más de los vecinos. En estos temas hay que tener una sola voz, por suerte ese es el tono uruguayo: todo el mundo de acá respaldando la postura del país. Faltaba más, ahora hay que oír ofensas como la de ese señor que habló de "incentivos". Uno tiene que morderse la boca para no decir una barbaridad...el Uruguay no se lo merece. Ahora, el tema de esta crisis con la Argentina está en la cancha de el presidente, no veo otro que pueda descomprimir semejante tirantez. Se ve que no alcanzó la "onda" ideológica que tienen ambos gobiernos...lástima también, porque hace muchos años que no recuerdo un lío tan pesadito.
En relación a la agresión oral de Irán de "hacer desaparecer de la faz de la tierra a Israel" se me ocurre que hay que ser firme y claro. Semejante disparate autoritario no puede pasar así como así. Estas "bestialidades" son las que alimentan que un día nos es enteremos por los diarios que hubo nuevos atentados, nuevas acciones de odio que solo generan sangre y estupidez. Mi esposa es judía, piensen por un instante lo que a los judíos les significa semejante expresión. En estos temas no hay lugar a las medias tintas, no hay punto diplomático: o a favor de Israel o a favor de esta agresión. En política internacional las palabras son hechos. En este caso son hechos hirientes. La tengo clara: hoy todos somos judíos, que Irán lo sepa, solo así se frenan estos embates autoritarios. Para eso está Naciones Unidas, por lo menos para hablar allí de estos temas, y para eso están los embajadores. El Embajador de Irán debiera ser convocado por la Cancillería uruguaya y debiera recibir el mensaje de que nosotros, los uruguayos, no comulgamos con semejante forma de interpretar el mundo. Es una manera salvaje, primitiva y autoritaria que no le hace bien a nadie. Clarito, clarito. No cabe otra cosa.

jueves, octubre 27, 2005

LA PERONIZACION LLEGÓ AQUÍ

(Publicado - El Observador 26/10/05)
Los uruguayos somos bastante distintos a los argentinos. No se trata de exaltar sentimientos chauvinistas pero es evidente que tenemos concepciones diferentes, por lo menos en lo que a política se refiere. Sin embargo, de un tiempo a esta parte lo más objetable de la política argentina empieza a campear por el territorio nacional. Me refiero a esa increíble heterogeneidad que ambienta las posturas políticas más dispares, todas dentro de un mismo partido, en este caso todas dentro del gobierno nacional. En la Argentina el “peronismo” es la quinta esencia de una corriente política que habilita espacios desde el aparato sindical ortodoxo, pasando por el puntero político profesional, siguiendo por el cuadro técnico, y llegando al empresario posmoderno que busca aterrizar sus visiones “salvadoras” de manera similar a la de algunos miembros de la farándula (que incursionan en el mundo político creyendo, ingenuamente, que pueden extrapolar su fama a un nuevo terreno que luego los canibaliza sin contemplación). El peronismo argentino logró la magia de licuar dentro de sí el mundo de Menem, el de Duhalde y el de Kirchner, el de Cristina y el de Chiche sin el menor complejo de culpa, y bajo la evidencia de un juego de relaciones donde los actores “parecen” confrontar posturas insalvables en términos de proyectos políticos. A esta altura de la vida, ya no cabe la ingenuidad: en ese formato hay un objetivo supremo que busca el mantenimiento del poder como clave esencial. Ante el poder vale todo, o casi todo. En Uruguay los partidos políticos poseen identidades bastante nítidas. Los partidos acá no son corrientes, ni movimientos, son organizaciones de rango estrictamente político, con proyectos puntuales y preparados para la batalla electoral. Incluso la propia izquierda con sus reflejos históricos vinculados al socialismo real, hoy busca reciclarse en un contexto casi socialdemócrata. Claro, esto sería aún más evidente sin un MPP al que no es fácil de encuadrar en una lógica nueva, pero que el rigor del gobierno viene embretando a marcha forzada. Podrán quejarse y enojarse, pero los parlamentarios de izquierda, a pesar de algunos disidentes, votan la operación Unitas, y eso demuestra por donde vienen los tantos. Llega un momento en el que la realidad se cuela por donde sea. Vinculado a esto hay quien sostiene: “Acá no hay oposición”. Es que el Encuentro Progresista se ocupa de ser gobierno y oposición a la vez, y lo hace de una manera peculiar. En una suerte de doble discurso abierto, sin miedos, ni vergüenzas, el gobierno maneja diversos perfiles en tiempo real: el ala moderada, el ala populista y los nuevos liderazgos emergentes. Ese talante “peronista” le permite al gobierno afirmar cosas diametralmente distintas, sostenidas por personas que se presume que sostienen un proyecto similar. La búsqueda del efecto catch all es notoria y premeditada. Que la oposición quizás no ha rendido al 100%, es también un ángulo de análisis, pero importa bastante menos lo que dice el contralor que lo que hace el ejecutante. Y lo afirmo sin cortapisas, esa heterogeneidad tan descomunal está haciendo, entre otras cosas, que el proyecto político gubernamental comience a flaquear anticipadamente. No se pueden manejar las incoherencias por largo tiempo, porque llega un momento en el que la gente advierte que entre lo prometido y lo gestionado hay un abismo. Los frentistas no votaron por caos en la seguridad pública, por malos programas de combate a la pobreza, por fugas de menores infractores día por medio y por un país que vive más en el pasado que en el presente. Esto, por ejemplo, va minando el alma de ese votante bien intencionado que creyó realmente en el cambio. La izquierda no hace mejor las cosas porque dentro de sí permite estos strip-tease a los que nos acostumbró este año. Por ahora, la peronización le sirve porque encarrila disidencias, pero cuando llega la hora de la verdad, si no se plantea con claridad la verdadera agenda política lo único que se recibe es enojo ciudadano. Siempre es así.

martes, octubre 25, 2005

Se está desarrollando la sesión de la Cámara de Diputados. Aunque no estaba planteado, surgió uno de los temas más importantes que hoy nos pueden ocupar.
El riesgo de la AFTOSA. Lo quiero compartir aquí porque me parece que nos va la vida en este tema. En esa línea argumenté en la Cámara hace unos minutos. Creo que hay que dejar de lado los partidos y los enfrentamientos y ponernos todos detrás del Poder Ejecutivo para ayudarlo en lo que sea, y que no ocurra nada malo para el país. En esto no debe haber ni gobierno ni oposición, se trata de patriotismo. Ni blancos, ni colorados, ni frentistas; para luchar contra la AFTOSA, todos Uruguayos. Sentido común puro.
Gracias por estar ahí y saludos a todos.

lunes, octubre 24, 2005

Estimados todos:

Estuve unos días afuera del país en un encuentro de la Unión Interparlamentaria. Fuimos parlamentarios de todos los partidos, fue un buen encuentro en el que se jugó la presidencia de este organismo. No los emboló más. Aclaro, por los mensajes que leí, que nunca apoyaría ninguna dictadura. Las deploro. No me desalientan las posturas discrepantes, y a los que ofenden, pues que se queden solos... allá ellos con su mala onda. No ofende el que quiere, sino el que puede.
En relación a que el Partido Colorado se "desmorona", en fin, buenamente voy a hacer lo posible para que esto no sea así. Voy a dar la vida para insuflar oxígeno a esta colectividad. Creo poder ayudar en esto.
No siempre discrepo con todo, estoy presentando un proyecto de ley sobre "pacientes terminales" con el diputado Gallo del Encuentro Progresista. Allí priorizo los temas del país antes que nada. Bue, no me desalienta nada, al contrario, me motivan tantas intervenciones. No las imaginaba, en serio. Mil gracias a todos. Inclusive a los que apedrean, me ayudan mucho, aunque no lo crean....

miércoles, octubre 12, 2005

¿ESTAMOS ANTE UN PRESIDENTE POPULAR O POPULISTA?

(Publicado - El Observador 12/10/05)
Para llegar a ser Presidente de la República hay que tener un sueño. Se debe creer que se pueden hacer cosas por la gente, con una visión del país, con un programa de gobierno y con una actitud que habrá de ser a la vez firme y flexible. Desde la redemocratización a la fecha hay señas de identidad de la gestión de los presidentes que jugaron a cara descubierta sus ideas ante la población. En el acierto, o en el error, cada uno de ellos tradujo un tipo especial de contrato con la ciudadanía. El Dr. Sanguine-tti de 1985 hizo el viaje hacia el afianzamiento democrático. El Dr. Lacalle buscó un rediseño estatal y generó una conciencia liberal en lo económico. El segundo período del Dr. Sanguinetti tradujo una reforma de la seguridad social y aceleró los procesos de reforma educativa. El Dr. Batlle recorrió la salida de la dependencia regional con nuevas regiones exportadoras, y mejoró al sector agropecuario. Hay mucho más, sin dudas, pero estos son algunos trazos característicos de sus períodos que todos reconocemos. Del presidente actual muy poco se sabe sobre sus sueños verdaderos. Sabemos que es un socialista de toda la vida, sabemos que es un frenteamplista histórico, sabemos que es un empresario habilidoso que conjuga con eficiencia las reglas del mundo capitalista, y sabemos que comunica con impacto sus mensajes. Mucho más, no lo sabe casi nadie. Y se ha publicado mucho, pero lo medular todavía no lo conoce nadie, porque el presidente no viene de una militancia política consistente que permita divisar una secuencia que sirva de clave para entenderlo. Quizá ello le haya jugado a favor en su carrera política. ¿Cuál es el sueño real de este hombre? ¿Hacia dónde nos lleva su liderazgo? ¿Cuál es la marca que quiere dejar en el país? ¿Cuál es el proyecto de poder en el que cree? Seriamente hay que interrogarse sobre esto porque en un país presidencialista nos va mucho en el talante y en el accionar presidencial. El presidente ha manifestado cosas preocupantes: “Este gobierno será un gobierno de cambios, cambios necesarios porque aquí hubo un proyecto de país que se derrumbó sobre los más débiles y un estilo de gobierno al cual también la historia le pasó por arriba”. Un día nos prometió: “Por parte del Ejército se ha llevado adelante en la investigación que casi seguramente en más de un 99% nos da seguridad de donde estarían los restos de la señora María Claudia García de Gelman”. (Ahora sostiene que repitió lo que le dijeron…). Y hace unas semanas sostuvo en relación a sus colegas médicos: “No es que el gobierno no les quiera dar más: el pueblo uruguayo no puede dar más y eso no se va a modificar”. ¿Estamos entonces ante un presidente popular o populista? El presidente cierra su primer año más arrimado a lo segundo que a lo primero, porque si bien es cierto que todavía es popular, son muchos los que ya sostienen que tiene un encare populista por este tipo de expresiones tan gruesas y por sus fuertes orquestaciones mediáticas. No se gobierna en serio con Consejos de Ministros itinerantes, armados ante el público y buscando el fácil aplauso ciudadano. Hay cierto límite obsceno que sutilmente se transgrede y que nos daña a todos como país respetable con ese tipo de prácticas. Eso no es ser más democrático, es cien por ciento populista. El Uruguay casi nunca tuvo perfiles populistas. Ese es un signo que nos diferenció nítidamente del caudillismo latinoamericano y del que no conviene aproximarse. Habría que saber estar lejos de lo malo de la región. En algún momento hubo quienes vieron en el actual presidente un nuevo Felipe González a la uruguaya. No es ese el tono en el que nuestro presidente se quiere reflejar, lamentablemente para todos nosotros. Lástima que además los populismos estén tan fuera de época y sean tan nocivos al alma de los pueblos. No sólo en el fútbol todavía está difícil la cosa. Parece que en política también.

viernes, octubre 07, 2005



   Vengo de una entrevista en canal 5 sobre los temas de seguridad. Después del lío del israelí y del cotorra loca, en fin, lo de la seguridad en este país está cada día peor. Me reuní con un legislador amigo del gobierno y charlé de varios temas...En fin, los días que viene , insisto, estoy bastante fuera de circulación. Mil gracias por los comentarios.


Señoras y señores, mil gracias por andar por esta zona. Vamos por partes, a los que tienen onda: mil gracias. A lo que no tienen onda también mil gracias. Vamos de a poco, no pongo un "libro" porque me gustan muchos, ahora estoy leyendo uno de un húngaro que se suicidó... fantástico, habla de la relación de toda una vida de dos amigos. Bue, de los enojos que tengo con el gobierno, si, algo de eso hay, bah, más bien mucho, pero antes que nada coincido con quien me dice que hay que pensar en el país, pero a mi me mandaron a hacer el contralor, eso es ser oposición dentro de las democracias. Yo creo que se puede hacer con seriedad y con capacidad de aporte. Vengo de una reunión en el Edificio Libertad sobre el Comisionado parlamentario para las Cárceles. Esas cosas hay que hacerlas entre todos. Otra, el que me pregunta sobre mi opción sexual: no tengo drama en decirla, me encanta mi mujer. Sucede que en este país por defender "minorías discriminadas" en seguida te buscan estigmatizar. Esa es parte de la mediocridad nacional que nos caracteriza. Me ne frega, en la vida hay que saber jugarse por lo que se cree. Bue, me voy a dar clase de Ciencia Política a Facultad, eso me oxigena la bocha porque después de 8 horas de sesión parlamentaria de ayer sobre "Unitas" se imaginan que mi motivación hoy está algo dañada. Un sacrosanto embole. Saluti.

PD: los proximos días voy a estar escribiendo salteado. Pero escribiendo al fin.

miércoles, octubre 05, 2005

Estimados, hoy hubo comisión de presupuesto. Se está votando lo que era previsible. El gobierno oye poco a la oposición...

martes, octubre 04, 2005

BIENVENIDOS

Bienvenidos. Estoy arrancando con este medio de comunicación que espero les resulte interesante. Iré publicando algunos artículos que reflejan mi forma de ver la actualidad y que se editan en diferentes periódicos. Realmente me gustaría que fuera interactivo por lo que espero los comentarios de todos ustedes para mejorar este espacio, para responder preguntas o para intercambiar pareceres respecto de los temas de vuestro interés.

Mi partido, el Partido Colorado atraviesa un período difícil. Mi responsabilidad y mi deseo es que el Partido Colorado vuelva a representar la mayoría en este país, para encaminar a Uruguay hacia los nuevos tiempos realizando las transformaciones necesarias para hacer de este, un lugar mejor para vivir. La responsabilidad la tomo con alegría porque cuanto más grandes son los desafíos, más lindo es pelear para lograrlos. Pero también soy consciente que no se hace sólo. Necesito la ayuda de aquellos de ustedes que estén dispuestos a dar tiempo, ideas y trabajo a la causa del Partido Colorado, que es la causa del Uruguay todo. En eso estoy y a eso los convoco.

lunes, octubre 03, 2005

¿INTERPELACIONES SIN CONSECUENCIAS?

(Publicado - Cambio de Salto - 3/10/05)
Las interpelaciones durante el actual período de gobierno van a ser todas iguales: se oirán a los distintos ministros, la mayoría parlamentaria del gobierno los avalará, la oposición hará sus críticas y nada demasiado espectacular sucederá.
Esa es la primera impresión que surge. Pero hay otro ángulo a tener en cuenta y es que el formato parlamentario cambió hacia una situación novedosa. Me explico: en la medida en que no hay votos para criticar a un ministro, menos aún para censurarlo, lo que ahora ganará terreno será la tarea del legislador en las comisiones del Parlamento, defendiendo al gobierno o criticándolo. Esto genera que lo importante sea la instalación de un tema. Si el abordaje es trascendente, si tiene mérito para hacer pensar a la sociedad, en esos casos, entonces, la oposición que debe ejercer el contralor democrático habrá ganado una batalla.
Con el episodio López Mena y su prórroga de concesión en el puerto de Montevideo, algo de esto sucedió. No quedó claro el buen negocio actual para el país. No se sabe si hay razonable equivalencia entre lo que brinda el concesionario y lo que paga por hacer uso de las instalaciones. No queda claro si el objeto del contrato cambió y por ende estamos ante un nuevo contrato y no ante una prórroga. En fin, nada quedó muy claro y esto implica que la convocatoria al ministro de Transporte y Obras Públicas al Parlamento era necesaria.
¿Qué creo que hay que hacer ahora? Entiendo que los parlamentarios que con tanta dedicación se metieron en este tema, que lo investigaron, deben llegar al fondo del asunto. Todos tenemos derecho a conocer qué es lo que sucedió realmente con este emprendimiento y sus vinculaciones con el país, con el Estado, en fin, con los recursos de todos nosotros. Porque López Mena es socio de todos y cada uno de los uruguayos, porque nosotros somos los propietarios de los espacios físicos a los que a él se le “concede” el derecho de explotación.
Permítanme una picardía: ver al gobierno, al Frente Amplio, defendiendo a capa y espada al señor López Mena, a su gestión durante los últimos diez años (haciéndose los ingenuos ante las bravuconadas de Gargano y Fernández Huidobro, hoy enterradas en el más oscuro baúl de los recuerdos), es toda una sinfonía primaveral jamás imaginada.
Advertir el monumental esfuerzo intelectual y moral que tuvieron que ejercitar muchos legisladores del gobierno, al inaugurarse en esa dura tarea de abordar y defender en lo que ellos declaradamente no creen, fue una visión memorable. Muchos no hablaron. Y de los que hablaron muchos manejaron la distancia y otros se movieron por cuerdas laterales. Cómo han cambiado las cosas: el Frente Amplio defiende el accionar de un capitalista de lujo, los partidos fundacionales objetan los procedimientos. Esto era inimaginable hace unos años.
No se trata de objetar el “viaje” que emprendió el gobierno hacia la civilización. Bienvenidos. Eso sí, si se trata de que ahora se entendió el mundo del mercado libre, la participación del empresariado privado en la economía, la necesidad de las concesiones a privados, etcétera, etcétera, es bueno que también se diga que todas las feroces críticas a las que se sometió a los gobiernos pasados fueron parte de una estrategia electoral llevada de la forma más brutal para desgastar a los partidos tradicionales y conquistar voluntades, las que probablemente en gran medida se las condena a la frustración.Decir que las interpelaciones no tienen consecuencias políticas no es totalmente cierto. El ministro no caerá, pero las falsedades, los yerros y las “volteretas”, con el tiempo se hacen evidentes.