miércoles, mayo 03, 2006

LOS NUEVOS FRENTISTAS

(Publicado - El Observador 3/05/06)
Gobernar nunca es sencillo, menos aún cuando se lo hace con grandes dificultades de organizar un equipo que piense y actúe de manera coordinada. El gobierno tiene problemas en este aspecto. Suenan desafinados, y muchas veces hasta visiblemente enfrentados. Hay toda una guardia vieja que no sabe cómo pararse al ritmo de los tiempos que se viven. El tema ya no es si Mujica y Astori se entienden, es bastante más complejo porque son cientos los funcionarios que representan al poder de turno, y deben procurar no macanear demasiado por el bien de todos. Construir la cotidianeidad positiva con una impronta apreciada por la ciudadanía es la clave del éxito de una gestión gubernamental. Con franqueza, todos creíamos que había más “boliche” y que iban a ser más los intelectuales de peso que ocuparían posiciones gubernamentales. Resulta extraño advertir cómo connotados individuos de la inteligentsia izquierdista no han sido convocados para nada. Les ganó el aparataje partidario que cobró el resultado electoral. Una lástima y un reflejo antiguo que se suponía que derribarían. Pero lo que resulta increíble es la ingenuidad con la que el gobierno recibe a “nuevos frentistas” que se ocupan de ubicarse dentro del poder, incidir sobre el mismo u ofrecer sus servicios profesionales de manera bastante poco elegante, por decir lo menos. Esto es un secreto a voces que ya comienza a ser urticante entre los más fieles operadores de las históricas causas del Frente Amplio. Es impresionante advertir cómo reconocidas personas de filiaciones políticas muy diversas a la del gobierno, ahora de forma camaleónica posan de “progres”, denostan todo lo que hicieron los partidos tradicionales y dicen sentirse parte de una movida diferente a todo lo que se vivió hasta el presente. Pero lo que resulta más extraño es visualizar cómo estas personas tienen entrada y respeto dentro del selecto mundo del gobierno en el que se suponía que la derecha y el capitalismo eran una mala palabra. Estos personajes advenedizos, por alguna extraña razón, son asimilados con naturalidad ante la mirada atónita de muchos de sus ex compañeros de ruta de los partidos históricos. Seamos claros, todos pueden cambiar a lo largo de la vida, es un dato de la realidad que mucha gente a lo largo del tiempo va y viene dentro del espectro ideológico de un país. Lo que sí resulta harto sorprendente es que esa virazón se haga de un día para la noche y que los postulados que ayer se defendían con ahínco ahora sean blasfemados. Esto le hace un gran daño al gobierno y a la política en general, porque los que conocemos a los noveles servidores frentistas sentimos pena ante gente tan pequeña que abdica de lo que parecía que creía como valores políticos por sus quince minutos de fama. Por su parte, muchos frentistas bienintencionados con capacidad y entrega advierten cómo delante de sus narices se instalan en las poltronas del poder personajes que hasta hace unas horas eran el demonio en la Tierra. El príncipe siempre debe saber quién lo rodea, enseñaba el florentino hace algún tiempo. El éxito está en armar el mejor cuadro, con las mejores personas, eso es cierto y no siempre importa de dónde vengan. Pero hay casos y casos, y cuando el resultado es ofensivo para todos, y los que dan el salto mortal son seres pequeños, motivados por intereses mezquinos y son recibidos con bombos y platillos, en ese caso hay que poner cabeza y pensar dos veces. Porque al final el cinismo siempre es descubierto y a esas personas siempre les llega el día que no pueden ni mirarse al espejo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Washington, hay que convenir en que ni nos esperábamos tanta diversión ....... eso si ..... hay unos cuantos que se la van a ver fea.

Planeta Eskoria dijo...

ya sabias la dire asdrubal.

Anónimo dijo...

si, la sabía ........ je je jeee