miércoles, noviembre 29, 2006

EL PARTIDO COLORADO

(Publicado - El observador 29/11/06)
El Partido Colorado viene de pasar uno de los momentos más dolorosos de su historia, en donde el electorado en la última elección nacional le dio la espalda y donde en estos años ha tenido la obligación de reorientar su actuación día a día con gran dignidad.
No ha sido un desafío sencillo, porque una supuesta bipolaridad del sistema político entre gobierno y oposición pudo haber dejado por fuera de la conversación al partido de Batlle y Ordóñez. Los hechos demuestran que los colorados, con nuestro propio estilo, venimos haciendo las cosas con mesura, como para interpretar los tiempos que vienen, llegándole al país.
Es verdad que los colorados no tenemos —o no exhibimos— el romanticismo y la emoción que tantas veces, con tanto entusiasmo, ponen los blancos en el escenario público. Es cierto que tampoco tenemos ese grado de militancia ortodoxa que tienen los actuales gobernantes al repetir todos al unísono —cuando así se lo proponen— un mismo mensaje, lo que genera una sensación de cohesión a los ojos del observador externo. Pero no es menos cierto que a la hora de encontrar visiones racionales, miradas abiertas, experiencia de gobierno y firmeza, los colorados todavía tenemos mucho para ofrecerle a la república. Yo lo siento así.
En más de una oportunidad se dio por muerto al batllismo en el país. Desde siempre se viene proclamando su defunción, sin comprender que esta línea político-filosófica es evolucionista acorde a los tiempos que corren. Sólo mueren las ideas dogmáticas. Por el contrario, las que son flexibles tienen asegurada su permanencia en consonancia con su adaptabilidad.
Hoy los batllistas ya no creemos en el Estado omnicomprensivo y totalizador. Ya sabemos que por allí no hay destino posible. Sabemos, además, que la buena política es la que plantea un proyecto de país abierto al mundo, que disminuya cada vez más los riesgos planetarios de las inestabilidades económicas, vengan de donde vengan. (En esto el gobierno se hace el distraído y, por un contencioso interno entre modernos y antiguos, viene ganando la pulseada la gerontocracia gubernamental por paliza, al encerrarnos cada vez más y al mirar hacia un mundo laboral cargado de obstrucciones a la inversión, que ya empieza a temer que no siempre tiene el respaldo del Estado de Derecho).
El Partido Colorado que yo imagino tiene que mirar a individuos como Ricardo Lagos, que puso a Chile en las grandes ligas, apostó a la inserción en serio de sus exportaciones y armó tratados de libre comercio con Estados Unidos, primero, y con muchos otros, después, sin prejuicios ni rubores adolescentes. Tendrá que ser un Partido Colorado que le hable al país de los temas del presente y del futuro. La gente quiere saber si es posible ir hacia un país en serio, en el que el Estado no la saquee con reformas impositivas como la que se viene. O con engendros como el que se anuncia en el sistema de salud. La gente quiere saber si sus hijos se podrán quedar acá o si seguirán partiendo hacia el exterior. Y para que se queden, hay que ofrecerles algo que valga la pena y no palabrerío hueco, cargado de buenas intenciones pero con aroma a “naderías” que terminan ofendiendo la inteligencia del ciudadano.
Vienen tiempos desafiantes para los colorados, puesto que si los logramos frenar la prepotencia gubernamental que se advierte, con capacidad de aporte para sugerir caminos imprescindibles a recorrer, nos vamos a encontrar nuevamente con la ciudadanía.
Se trata, entonces, de pensar la política desde una dimensión distinta, porque los tiempos son distintos. Se viene la batalla que defienda al ciudadano atropellado por un gobierno que confunde sus atribuciones con excesos. Se viene la hora de la buena política, del pensamiento humanista y tolerante y de los políticos del nuevo tiempo, que tendremos que conjugar sentido común, aportes inteligentes y fuerte capacidad de negociación. Capacidad que incluye saber cuándo se debe dar un portazo y cuando tender la mano para ayudar, pensando en el país.
Ese es el Partido Colorado que imagino y que —así lo entiendo— demanda hoy la república.

11 comentarios:

Rodrigo dijo...

Es un aporte muy interesante, concuerdo con usted en que hay que abrir el país al mundo especialmente a USA, pero los gobernantes de hoy en dia parecen conservar ciertos prejuicios de la época en que iban de tatucera en tatucera. Sería interesante que conteste a los comentarios para mantener un diálogo más fluído.

Anónimo dijo...

Washington, el electorado no le dió la espalda al partido colorado ...... el Partido Colorado le ha dado la espalda al electorado, esa es la cosa ....

Una de las pruebas, es que jamás se te ha visto contestar un post .....

Anónimo dijo...

Muy buen punto. :)

Anónimo dijo...

Seguimos esperando una respuesta a algún post ..... una aunque sea ...

Anónimo dijo...

¿Sos Abdala en serio o este blog es un chiste de alguien? Es que me reí tanto que no se que pensar...

Anónimo dijo...

¿que sentiste cuando sanguinetti dijo en la noche de los cristales rotos que es importante mirar y conmemorar el pasado por el bien de todos?
Una hermosisima incoherencia no????
Precioso doble discurso

Anónimo dijo...

Te canto la posta,tengo 16 años y estoy harto de andar paranoico en la calle y de vez en cuando tener que golpear algun negrito pasbasico que me viene a robar.Fui a muchos actos de izquierda pero la verdad,es que voy a votarlos a ustedes las elecciones que viene.Mi vieja es profesora y se pasa laburando hasta 17 horas diaras para vivir mas o menos bien.Y ahora estos comunistas de mierda me quieren sacar lo poco que tengo.Que se muera la gente de los cantes(Me chupan un huevo,y no quiero tener un servicio de salud deficiente)(A todos nos chupan un huevo pero todo el mundo se esconde con un discursito de tupamaro de 4ta)..VIVA LA CLASE TRABAJADORA Y EL BATLLISMO AUTENTICO!

Anónimo dijo...

http://elanalistaaficionado.blogspot.com/

Anónimo dijo...

realmente me parece lamentable todo lo que eh leido, primero leí atentamente todo lo escrito aqui y luego elevo comentario, o sea lo puedo decir con propiedad. Despues me pregunto: " por que este y otros señores com este, mas alla de banderas politicas y demas no se dejan de payasadas y tratan de hacer algo por el pais, es hora de que dejen el teatro para lograr sus puestitos y hagan algo señores"
mas alla de lo desagrabadle que sos Abdala.
Mauricio

Anónimo dijo...

Turco,

No quiero que te ofendas, el partido colorado necesita recambio ya, hay mucho para hacer y muy poco tiempo, dejémos la crítica vacía orientada a asustar a las viejas (que me temo van quedando pocas) y cambiemos la postura, yo sé que vos podés y que tenés mucho para dar, vamo arriba che, que te precisámos.

axs at montevideo com uy

like a rolling stone dijo...

El debate ideológico es fundamental. ¡Es increíble que pasemos por alto el punto fuerte del batllismo! El fascismo izquierdista hace agua por todos lados y nosotros le damos vida hablando de pelotudeces coyunturales, cuando lo fundamental es nuestra credencial ideológica.