miércoles, marzo 05, 2008

UN SEVERO LLAMADO DE ATENCIÓN

(Publicado - El Observador 5/3/08)
Como es público y notorio, el doctor Juan P. Cajarville presentó renuncia a la dirección del Instituto de Derecho Administrativo y a la Cátedra. Para quienes formamos parte de la Facultad de Derecho, esa dimisión representa una pérdida monumental. Pero además de ese sentimiento de pérdida, uno no puede menos que sentir una importante cuota de empatía por la frustración manifestada por Cajarville en su misiva de renuncia. Porque la pronunciada caída en el nivel académico de los estudiantes que ingresan a la enseñanza universitaria es un factor con el que venimos lidiando los docentes desde hace mucho tiempo.

Como he señalado en varias comparecencias públicas, las deficiencias que se registran en Primaria en matemática y lenguaje —asignaturas esenciales para la construcción de pensamiento lógico— generan consecuencias irreversibles, que se tornan crecientemente notorias en los sucesivos niveles educativos. Pero también —y ello es particularmente grave— en los más diversos planos de actividad. Algunos, de relevancia, como la Medicina o, ya que es el origen de esta nota, el Derecho.

El Derecho es una disciplina esencialmente lógica. Imagínese el lector que sus derechos terminen en manos de gente con severas deficiencias a la hora de interpretar un texto. Sin embargo, es un hecho incontrastable que tenemos estudiantes de Derecho con graves dificultades para entender textos y para redactar con corrección y coherencia.

Pero esas diferencias también se registraron entre estudiantes de Medicina, donde en un estudio llevado a cabo hace un par de años atrás, dio cuenta de que un 65% de los estudiantes de primer año tenía severos problemas de comprensión lectora.

Y acá hablamos de estudiantes universitarios. ¿Qué podemos dejar para quienes no terminan Secundaria, que son legión, como lo indican las alarmantes cifras de deserción? La alternativa que queda para esos jóvenes —y futuros adultos— es, en el mejor de los casos, encontrar empleos no calificados, de baja remuneración.

Días pasados, el profesor Germán Rama nos hacía reflexionar sobre estas cuestiones, poniendo en evidencia cómo se amplía en forma alarmante la brecha educativa en nuestro país, circunstancia que augura —de no adoptarse medidas urgentes y profundas— un porvenir prácticamente “subsahariano” para Uruguay. O sea, una minoría educada y con ingresos más o menos decentes y una masa sin calificaciones significativas, pobremente educada, mal remunerada y dependiente (y demandante) del poder estatal.

Mientras tanto, Uruguay continúa discutiendo no los contenidos de la educación, sino su gobierno, las cuotas de poder. Es el debate de hoy y fue el debate en el tablado que se montó el año pasado en el Palacio Peñarol. No parece haber otra cosa más relevante que esa. Prueba de ello es que nadie se sintió interpelado por las afirmaciones de Germán Rama.

Sin embargo —es indudable— Uruguay requiere un debate educativo urgente. Pero queremos que se discuta que hoy la mayoría de los estudiantes que ingresan a las universidades tiene severos problemas de comprensión lectora. Que la deserción en los liceos mete miedo. Que los niños llegan al liceo sin saber escribir correctamente y sin entender lo poco y nada que leen. No queremos discutir cogobiernos absurdos.

Estos muchachos que tienen severos problemas para leer un texto, no van a poder entender manuales. Y menos si están en inglés, tema “polémico” porque acá sigue habiendo gente que parece que cree que el inglés es una forma de “pentración imperialista”. Mientras tanto, en España, en la España de Rodríguez Zapatero y del PSOE, ya hay escuelas públicas completamente bilingües.

En estos tiempos en que a alguna gente se le ha ocurrido poner en cuestión la viabilidad del país y hasta su propia identidad como nación —asunto laudado por la propia historia— no debe haber mayor prioridad para asegurar la supervivencia de Uruguay como comunidad espiritual y de valores, como decía Wilson Ferreira Aldunate en certera expresión, que meternos de cabeza en el debate de fondo de la educación.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Y si, si vos sos Doctor de Derecho, ya queda demostrado el bajo nivel.

Y después están los que saben leer y escribir pero son una mafia.
¿Has hablado con Julio Luis ultimamemente?

Charles Bronson III dijo...

Mario Areán tambien sabe leer y escribir.....pánfilos

Anónimo dijo...

Charles Bronson!!!

juajuajua!!!

Esa expresión pánfilos no la escuchaba hace 25 años...la usaba el ministro de Defensa...no tengo conocimiento..cómo se llamaba el viejito de la Unión Cívica?

Chiarino???

Charles Bronson III dijo...

Juan Vicente Chiarino.........una version de Azucena Berruti sin pollera y sin testiculos.....

The Toilette Trio dijo...

Bueno, realmente se debe decir que el nivel que alcanza este blog, respecto al tema chusmerío y conventilleo es realmente pauperizante.

Saludos fraternos.

Anónimo dijo...

te referís a los posts de abdala o a los comentarios.
el único comentario serio fue el tuyo