miércoles, enero 10, 2007

PAGAN, LOS NABOS DE SIEMPRE

(Publicado - El Observador 10/01/07)
Si por alguna razón usted creyó que “el cambio” era en serio, lo lamento, bienvenido al club de la realidad, en el que todo lo prometido devino ilusión óptica y donde los cambios operados consisten, apenas, en histórico engorde del aparato estatal.
Los incrementos en los impuestos ya se están haciendo sentir. Los servicios públicos ajustan sus tarifas incrementando notoriamente lo que se les debe abonar. Y la reforma impositiva viene a toda máquina para desguasar a los sectores emprendedores del país. Agréguese a esta fiestita la reforma de la salud y el panorama está completo.
La premisa que reza “que paguen más los que tienen más” no se va a cumplir, porque los que tienen verdaderos recursos —menos de los que se imaginan, por cierto— hace rato que evitaron estas nuevas formas de tributación. En realidad, va a succionar a los nabos de siempre, al decir de Tomas Lynn, que sólo viven de lo que producen y de sus largas horas dedicadas al trabajo. A esa gente que vive de sus salarios, mejores o peores, a todos ellos se los encierra y se los castiga por tener un éxito relativo.
El gobierno —y su mirada tributaria— está matando el espíritu emprendedor, porque al que empuja, al que sobresale en mérito a su esfuerzo, se lo degüella sin contemplación. Este país, que era relativamente justo en relación al esfuerzo de los que se rompían el alma para alcanzar algunas mejoras, ahora se transforma en endemoniado, al sacarle injustamente un pedazo importante de lo que mucho ciudadano se había ganado en buena ley. Y lo peor es que no se va a terminar haciendo obra social con lo recaudado sino que va a terminar alimentando nuevas estructuras. Por ejemplo, la aun inexplicable “Agencia Nacional de Vivienda” (¿otro actor estatal más en esa área?), que en pocos años se va a gastar varias decenas de millones de dólares. O las siempre complejas y sorprendentes inversiones de ANCAP o de UTE. O las burocracias de siempre, que no paran de crecer jamás por estas tierras. Será que los uruguayos creemos que por alguna razón divina alguien nos va a salvar de todos los excesos que se cometen…
No hay que ser “neoliberal” para entender que, algún día, llegará la hora en que haya que salirse de algunas áreas en las que el Estado demuestra ser un desastre y abocarse a otras en las que por razones sociales no se puede desertar.
El Estado —con aviones, con emprendimientos comerciales de cualquier tipo, con escenarios desmonopolizados y con competidores con espaldas enormes— tiene que elegir muy bien los ring sides donde ir a tirar alguna piña porque, de lo contrario, la paliza puede ser descomunal. Hasta ahora, excepto alguna honrosa excepción en alguna empresa pública, lo que se ha visto es bastante pobretón como para advertir que allí pueda configurarse un Uruguay productivo. Más bien improductiva viene la bocha. Y con secuelas que vamos a tener que pagar todos, porque mucho improvisado en la dirección de las empresas públicas se cree que es empresario de verdad y termina jugando con el dinero... de todos.
La capacidad contributiva de la gente está saturada y eso el gobierno no lo advierte. Y como si fuera una trilogía mortal, son siempre los mismos nabos los que pagan las aventuras de cada rama del Estado que improvisa con sus reformas. Si se observa con atención, son los mismos emprendedores los que pagarán la reforma tributaria, la de la salud y las deliciosas contribuciones de Montevideo y Canelones. ¿Tendrá tanto resto esta gente? ¿Aguantarán en silencio tantos uruguayos, que están siendo vejados por un Estado que la emprendió contra ellos como si fueran pecadores (en la psicótica lógica oficial, lo son)?
Habrá que pensar cómo los demócratas, defensores del Estado de Derecho, ayudamos al país a sortear estos embates. Hay mucho trabajo por delante y sería prudente que todos aquellos que hasta ahora creían que movilizarse era innecesario, vayan cambiando de opinión. Porque sin movimiento, no se va a poder detener nada.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Si señor, este es el tipo de opocisión que le viene haciendo falta al país, una que este negada sistemáticamente a todo lo que hace el gobierno. Este es el tipo de opocisión que va a sacar el país adelante, la que le diga "NO" a todo lo que el gobierno propone.
Por culpa de tipos como vos el país está como está, a ver si en vez de escribir estas pavadas te dedicás a cumplir tu función de opositor "serio"

EL ANALISTA AFICIONADO dijo...

Estimado Sr. Abdala,

No digo que no sea cierto lo que usted dice en el post, bastante bueno por cierto,......pero ocurre que mientras su partido estuvo en el gobierno tampoco se hizo nada para que el pais estuviera en una mejor situación, independientemente del "crash" del 2002.

Creo sinceramente, que por la mala actuación de los gobiernos colorados (y tambien blanco) es que hoy tenemos que sufrir esta pesadilla de gobierno...o lo que sea que tenemos.

También aprovecho, para rogarle que promuevan una renovación del partido colorado inminente....los jovenes uruguayos....y no de izquierdas.... queremos una alternativa....pero por favor, saquen ya a los dinosaurios, a los Sanguinetti, Batlle, etc, etc....

Queremos lideres jovenes, con nuevas ideas y nuevas maneras de dirigir un pais en pleno SXXI.

Saludos.

Anónimo dijo...

Concuerdo con lo de renovar al partido, pero el problema es a quién ponemos? A Julio Luis y al nene de Hackembruck? A Pedro? Magurno tiene bisnieto???? Y Lausarot?? Mmm, por ahí no la veo? Batlle no tiene un hijo al que le dicen el mono? Tan malo no puede ser. Ojalá que no salga al tío, sino van a vaciar los bancos sin que se dé cuenta...En Rivera no habrá gente para renovar el partido, algún hijo de edil o algo así? O algún hijo de contrabandista quizás? De esos hay muchos en el partido, y alguno debe tener algún hijo que hable bien. Bueno, hay que seguir buscando. Viva el Partido!!!

Anónimo dijo...

que careta por dios...