(Publicado - El Observador 4/10/06)
El Uruguay está viviendo un proceso de fuerte decadencia en sus valores centrales de convivencia social. Cada vez es más frecuente advertir expresiones insólitas, de un grado de chabacanería y ordinariez sin parangón. Desde publicidad televisiva de Sprite, en donde la gracia es ver como los bebedores de tan efervescente bebida eructan cual hipopótamos en celo, hasta la venta de preservativos en las que se pasa el límite de respeto por la mujer, con algunas manifestaciones francamente irreproducibles.
Si a ello le agregamos el proceso de “planchización” que se vive por todos lados, en donde buena parte de las jóvenes generaciones hablan con monosílabos —porque piensan con monosílabos—, el panorama se muestra aterrador.
No se trata de creer que tenemos que apelar a una sociedad en la que la intelectualidad lo sea todo, y en donde se discuta en torno a Huntington o se comenten los artículos de Morales Solá, pero tampoco este descampado en el que lo “berreta” nos viene ganando a pasos agigantados y donde, además, muchos se ufanan de esa postura.
Tampoco el lío son las “malas palabras”, porque todo depende de su utilización y del contexto en el que las mismas son dichas. A Cervantes nunca se le cobró ninguna cuenta por hacer uso de las mismas, pero —claro— no abusaba de ellas y no eran su muletilla. Hoy, es común la banalización de estas expresiones y es una lástima, porque su aplicación también debe ser muy mesurada y no transformarse en un elemento corriente del paisaje urbano.
El gobierno está en el limbo ante esta evidencia. Nadie asume que el rescate de la lengua es, además de superlativamente útil, un verdadero recurso de identidad de un país. Lo que nos sucede, entonces, es trágico, porque entre las fronteras y sus fuertes influencias y la permisividad capitalina, nos fuimos al garete con los básicos de nuestra comunicación.
No sé si a ustedes les ocurre, pero encuentro que hay uruguayos relevantes de los distintos medios en donde actúan a quienes ya no les entiendo lo que hablan. Es tal la decadencia que, en varios casos, ni se comprende lo que quieren decir. Hay que desencriptar los mensajes para, por intuición, captar lo que dicen.
Ya sabemos que la reproducción uruguaya tiene lugar en los ámbitos de contexto más crítico. De los 47.000 nacimientos al año, más de 27.500 ocurren en hogares deprimidos, donde la “ignorancia” es una de las claves centrales de esos ámbitos de socialización. El país, de seguir así, se bolivianiza a pasos agigantados y puede terminar en cualquier cosa decadente.
Esto es parte de lo que habría que ver rápidamente. En vez de regalar plata de manera indigna a los más carenciados, hubiera sido mejor invertir en modos alternativos de resocialización. Este es uno de esos objetivos que son trascendentes, que salen de la política menor y que debiera ubicarse dentro de una política de Estado en la que todos tuvieran algo que aportar.
El gran debate educativo nacional parece ignorar este tipo de problemas. Y es curioso porque esta es una señal de fragmentación de una sociedad que se llenaba la boca por ser inclusiva e integradora.
La cosa entonces no cambia automáticamente por cambiar las simbologías (ayer Don Pepe y Saravia, y hoy El Che y compañía). Es mucho más complejo el asunto y solo aceptando que el desafío es enorme se podrá construir una respuesta acorde a la dimensión del problema. Pero, como todo, hay que empezar por aceptar la encrucijada en la que se está. De lo contrario nos seguiremos hundiendo en un pozo negro con rostros de felicidad al sonar rítmico de alguna cumbia villera de moda.
Si a ello le agregamos el proceso de “planchización” que se vive por todos lados, en donde buena parte de las jóvenes generaciones hablan con monosílabos —porque piensan con monosílabos—, el panorama se muestra aterrador.
No se trata de creer que tenemos que apelar a una sociedad en la que la intelectualidad lo sea todo, y en donde se discuta en torno a Huntington o se comenten los artículos de Morales Solá, pero tampoco este descampado en el que lo “berreta” nos viene ganando a pasos agigantados y donde, además, muchos se ufanan de esa postura.
Tampoco el lío son las “malas palabras”, porque todo depende de su utilización y del contexto en el que las mismas son dichas. A Cervantes nunca se le cobró ninguna cuenta por hacer uso de las mismas, pero —claro— no abusaba de ellas y no eran su muletilla. Hoy, es común la banalización de estas expresiones y es una lástima, porque su aplicación también debe ser muy mesurada y no transformarse en un elemento corriente del paisaje urbano.
El gobierno está en el limbo ante esta evidencia. Nadie asume que el rescate de la lengua es, además de superlativamente útil, un verdadero recurso de identidad de un país. Lo que nos sucede, entonces, es trágico, porque entre las fronteras y sus fuertes influencias y la permisividad capitalina, nos fuimos al garete con los básicos de nuestra comunicación.
No sé si a ustedes les ocurre, pero encuentro que hay uruguayos relevantes de los distintos medios en donde actúan a quienes ya no les entiendo lo que hablan. Es tal la decadencia que, en varios casos, ni se comprende lo que quieren decir. Hay que desencriptar los mensajes para, por intuición, captar lo que dicen.
Ya sabemos que la reproducción uruguaya tiene lugar en los ámbitos de contexto más crítico. De los 47.000 nacimientos al año, más de 27.500 ocurren en hogares deprimidos, donde la “ignorancia” es una de las claves centrales de esos ámbitos de socialización. El país, de seguir así, se bolivianiza a pasos agigantados y puede terminar en cualquier cosa decadente.
Esto es parte de lo que habría que ver rápidamente. En vez de regalar plata de manera indigna a los más carenciados, hubiera sido mejor invertir en modos alternativos de resocialización. Este es uno de esos objetivos que son trascendentes, que salen de la política menor y que debiera ubicarse dentro de una política de Estado en la que todos tuvieran algo que aportar.
El gran debate educativo nacional parece ignorar este tipo de problemas. Y es curioso porque esta es una señal de fragmentación de una sociedad que se llenaba la boca por ser inclusiva e integradora.
La cosa entonces no cambia automáticamente por cambiar las simbologías (ayer Don Pepe y Saravia, y hoy El Che y compañía). Es mucho más complejo el asunto y solo aceptando que el desafío es enorme se podrá construir una respuesta acorde a la dimensión del problema. Pero, como todo, hay que empezar por aceptar la encrucijada en la que se está. De lo contrario nos seguiremos hundiendo en un pozo negro con rostros de felicidad al sonar rítmico de alguna cumbia villera de moda.
9 comentarios:
sos capo loco.
los pibes te entienden valor!
No nos burlemos del señor Abdala, que conoce exactamente los hogares deprimidos de nuestro país, y su lenguaje ya que cuando les lleva ladrillos y polenta cada lustro siempre los escucha con atención y escribe artículos tan doctos e interesantes como estos.
Es cierto ....... hay gente a la que no se le entiende lo que habla.
Si hubieramos tenido mas cuidado con la educación en lugar de dejarla ¨regalada ¨, de repente la cosa no sería tan así ......
También tengamos en cuenta, que es mucho mas fácil ser un terraja de cuarta que un filósofo, y no porque sea mas caro ser filósofo ..... un gramo de merca cuesta mas caro que un libro de Platón.
Ahora si estamos viendo clarito, la diferencia entre COSTO y VALOR.
Es muy curioso que el señor Abdala piense de esa manera, habria que ver si lo invita a Omar gutierrez los sabados el mismisimo Emerito Sr Gutierrez... (que no es el tano) si repite de esa manera las mismas palabras escritas ante alguna multitud en cerro norte.
Sin dudas taria pa verlo
no te parece guri?, Viva la villa loco :P
Primero que nada lo felicito por dejar ver su racismo y clasismo, su xenofobia, el no creerse de una casta superior por ser intelectual pero si por ser uruguayo y no boliviano. Todos los hermanos bolivianos lo saludan por sus felices palabras.
Por otro lado piense Ud y revise que han hecho los anteriores gobiernos en materia de educación y si este Uruguay tan orgullosamente terraja se gestó del día a lo noche o si hubo un proceso intencional durante de años de llevarlo a ello.
Como buen lector que Ud debe ser ha de tener claro que dentro de los elementos para dominar, para obtener victorias en el poder sin tantos frenos, etc., varios autores desde Platón a esta parte afirman que cuanto menos alfabetizados y educados son los pueblos menos resistencia ponen a las clases dominantes. Piense entonces y revise que tan involucrado está Ud que desde su banca y militancia ha apoyado indiscutiblemente la canivalización de nuestra educación.
Saludos atentos.
Miren esto:
http://www.checkmessenger.net y vean quien los mandó al no admitir en MSN.
Por eso ahora tienen una "Secta" plancha en su partido no?
Muy interesante, ahora estan cosechando lo que sembraron las derechas multiplicado cien veces su valor.
Pensaban que un puñado de ignorantes eran más fáciles de gobernar pues bueno ahi los tinen ahora conviviendo en un mar de mediocridad que es lo que querian blanquitos y colorados
Ahora sus doctos hijos crecen alienizados en el planchismo jjajjaa
Masones Judios y Opus Dei haciendo sus mafias encerronas crearon mas pobreza, y ahi la tienen ahognadose todos en la nueva onda "che" "bo"!!!
Aqui los mas sabios han salido despavoridos de uruguay, por que les han metido una buena patada por el culo.
Jodanse ojala que uruguay sea mas que repubica bananera, republica planchuela jijijiji, y que hasta los doctos ricos sus hijos tengan que emigrar, como les han obligado a tantos miles de compatriotas.
VIIIVA planchalandia!!!! vámo arriba meeeejhoo!!! gurí!!!un vrillito p´l vino booooo!!!!!!!!
hiiiiii !!!!!!!
viva la cultuuuuura looco!!!
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