(Publicado - El Observador 14/11/07)
Pablo Montaldo escribía hace dos días sobre la ingenuidad de creer que el Banco República se encuentra estupendo y reforzaba sus cuestionamientos en relación a partidas conciliatorias sin explicar, situaciones sin regularizar en los fideicomisos de carteras morosas, errores de estimación en el impuesto a la renta, insuficiencia de previsiones para créditos incobrables, etc. En fin, un panorama preocupante, por decir lo menos.
Lo inquietante del asunto es que esa superficialidad en el abordaje de diversos temas de Estado, reina olímpicamente en buena parte del gobierno. En algún momento, por alguna razón que no alcanzo a comprender, la élite gobernante creyó que sabía lo que, en realidad, no sabía. Intuyó que gobernar significaba trasladar ciertos modelos teóricos voluntaristas al plano de la decisión de turno y que, por arte de magia, la “felicidad progresista” se derramaría gradualmente sobre la sociedad.
Digamos, entonces, que la ausencia de resultados netos se comienza a percibir en las áreas sensibles del gobierno cada día más. Y el país no siente que las cosas hayan cambiado para bien. Es más, algún sector de la clase media que se sintió castigado por la crisis del 2002, y que en su oportunidad divisó a la alternancia política como una opción valiosa y esperanzadora, por estos días no puede creer que todo haya terminado en una postura esquilmadora de recursos a cuanto trabajador y jubilado existe en el país. El final de la película fue pedir más recursos para gastar más en el Estado. En este Estado al que todos le desconfiamos con sus burocracias infernales y sus gastos, ésos que nunca se sabe dónde terminan.
¿Cuál es la verdad, entonces? ¿Las voces críticas del Vicepresidente de la República en torno a algunos funcionarios? ¿Los enojos de un Senador del MPP hacia los técnicos-burócratas, verdaderos dueños del poder? ¿O los resultados de crecimiento del aparato del Estado y de su capacidad para pedir más plata para que el propio Estado la devore?
No se entiende, además, cómo en el período de mayor bonanza de los precios en las materias primas uruguayas de los que se tenga memoria en la historia del país, no permiten acolchonar recursos para los inevitables ciclos negativos, que —tarde o temprano— inexorablemente sobrevendrán.
Claro, no es sencillo moverse en el mundo real. Ese mundo que fue negado sistemáticamente, de manera obsesiva, por muchos de los actuales gobernantes. Ese mundo que negaban y que, gracias a la competencia que nosotros alentamos, hoy los más humildes tiene un teléfono móvil para trabajar y recibir requerimientos laborales. Ese mundo que negaban y por eso no querían a las AFAP para cuidar el dinero de las jubilaciones. Hoy, la competencia permitió que esas entidades encriptaran esos recursos y que ese dinero esté a buen recaudo. Si hubiéramos seguido con el BPS y sus prácticas, el sistema hace rato que hubiera quebrado. Y tanto se han dado cuenta, que ahora admiten a regañadientes que no tienen mejor alternativa. Ese mismo mundo que induce a las aseguradoras a mejorar sus precios en el área de los automotores, porque el que no los baja u ofrece mejores contrapartidas, no coloniza el mercado. Todo ese mundo, satanizado como “neoliberal”, terminó bajando precios de intermediación, permitiendo a cientos de miles de uruguayos, antes excluidos, el acceso a una diversidad de bienes y servicios. Fueron los más humildes aquellos que se beneficiaron con estos cambios.
Ese mundo no entra en la cabeza de muchos gobernantes, porque hace trizas los fetiches con que se formaron. El embajador de ese mundo era el Ministro Astori y, en los hechos, se transformó en Lady Macbeth. Justo él vino a traicionar a quienes, a pesar de sus discrepancias, percibían en su mensaje una visión de apertura hacia el universo emprendedor. Justo él —en incomprensible actitud— se transformó en el verdugo de las clases medias. Justo él encoleriza a un importante segmento de los jubilados que trabajó durante mucho tiempo para respirar con dignidad los últimos años de sus vidas.
Después dicen que la política es aburrida y predecible en este país. Si alguien hubiera afirmado que quien captó las adhesiones de muchos blancos y colorados en la elección anterior, es la misma persona que se ocupa de expulsarlos de manera salvaje, se lo hubiera tildado de enajenado, Porque había que ser muy creativo para afirmarlo hace dos años.
Hoy, no hay que trabajar en opinión pública para advertir esto. Apenas hay que sentarse en cualquier boliche, en cualquier parte del país, para escuchar el enojo ciudadano. Sencillito.
Lo inquietante del asunto es que esa superficialidad en el abordaje de diversos temas de Estado, reina olímpicamente en buena parte del gobierno. En algún momento, por alguna razón que no alcanzo a comprender, la élite gobernante creyó que sabía lo que, en realidad, no sabía. Intuyó que gobernar significaba trasladar ciertos modelos teóricos voluntaristas al plano de la decisión de turno y que, por arte de magia, la “felicidad progresista” se derramaría gradualmente sobre la sociedad.
Digamos, entonces, que la ausencia de resultados netos se comienza a percibir en las áreas sensibles del gobierno cada día más. Y el país no siente que las cosas hayan cambiado para bien. Es más, algún sector de la clase media que se sintió castigado por la crisis del 2002, y que en su oportunidad divisó a la alternancia política como una opción valiosa y esperanzadora, por estos días no puede creer que todo haya terminado en una postura esquilmadora de recursos a cuanto trabajador y jubilado existe en el país. El final de la película fue pedir más recursos para gastar más en el Estado. En este Estado al que todos le desconfiamos con sus burocracias infernales y sus gastos, ésos que nunca se sabe dónde terminan.
¿Cuál es la verdad, entonces? ¿Las voces críticas del Vicepresidente de la República en torno a algunos funcionarios? ¿Los enojos de un Senador del MPP hacia los técnicos-burócratas, verdaderos dueños del poder? ¿O los resultados de crecimiento del aparato del Estado y de su capacidad para pedir más plata para que el propio Estado la devore?
No se entiende, además, cómo en el período de mayor bonanza de los precios en las materias primas uruguayas de los que se tenga memoria en la historia del país, no permiten acolchonar recursos para los inevitables ciclos negativos, que —tarde o temprano— inexorablemente sobrevendrán.
Claro, no es sencillo moverse en el mundo real. Ese mundo que fue negado sistemáticamente, de manera obsesiva, por muchos de los actuales gobernantes. Ese mundo que negaban y que, gracias a la competencia que nosotros alentamos, hoy los más humildes tiene un teléfono móvil para trabajar y recibir requerimientos laborales. Ese mundo que negaban y por eso no querían a las AFAP para cuidar el dinero de las jubilaciones. Hoy, la competencia permitió que esas entidades encriptaran esos recursos y que ese dinero esté a buen recaudo. Si hubiéramos seguido con el BPS y sus prácticas, el sistema hace rato que hubiera quebrado. Y tanto se han dado cuenta, que ahora admiten a regañadientes que no tienen mejor alternativa. Ese mismo mundo que induce a las aseguradoras a mejorar sus precios en el área de los automotores, porque el que no los baja u ofrece mejores contrapartidas, no coloniza el mercado. Todo ese mundo, satanizado como “neoliberal”, terminó bajando precios de intermediación, permitiendo a cientos de miles de uruguayos, antes excluidos, el acceso a una diversidad de bienes y servicios. Fueron los más humildes aquellos que se beneficiaron con estos cambios.
Ese mundo no entra en la cabeza de muchos gobernantes, porque hace trizas los fetiches con que se formaron. El embajador de ese mundo era el Ministro Astori y, en los hechos, se transformó en Lady Macbeth. Justo él vino a traicionar a quienes, a pesar de sus discrepancias, percibían en su mensaje una visión de apertura hacia el universo emprendedor. Justo él —en incomprensible actitud— se transformó en el verdugo de las clases medias. Justo él encoleriza a un importante segmento de los jubilados que trabajó durante mucho tiempo para respirar con dignidad los últimos años de sus vidas.
Después dicen que la política es aburrida y predecible en este país. Si alguien hubiera afirmado que quien captó las adhesiones de muchos blancos y colorados en la elección anterior, es la misma persona que se ocupa de expulsarlos de manera salvaje, se lo hubiera tildado de enajenado, Porque había que ser muy creativo para afirmarlo hace dos años.
Hoy, no hay que trabajar en opinión pública para advertir esto. Apenas hay que sentarse en cualquier boliche, en cualquier parte del país, para escuchar el enojo ciudadano. Sencillito.
18 comentarios:
First! Ahora Washington te pasas por http://tmbraos.blogspot.com y te dejas de preocupar por el frente y otras cosas por un ratito.
TURCO: siguiendo con la proposición del sr. impararra, te invito a pasar por mi Blog ( www.donpepino.blogspot.com ) No te haces idea lo feliz que me haría que me dejaras un comentario!
Dale Turco, escuchá a la gente, pasate por nuestros Blogs.
ARRIBA!
Turco: en qué boliche parás vos?
Me gustaría hablar contigo, y como acá nunca contestás...
Prefiero que sea en La Casa Violeta que me queda cerca.
Espero tu confirmación.
Un abrazo,
Jose
Turco no se por q pero me parece q venis mejor
Los invito a todos a mi blog http://kbzacosanostra.blogspot.com/
chau un saludo a todos en la comunidad bloggera
Turo la verdad q venis bien, cada vez la gente te putea menos,lo cual solo puede ser una buena cosa,
los invito a todos a participar en mi blog
http://kbzacosanostra.blogspot.com/
Estimado Diputado Abdala:
Concuerdo con lo que usted dice sobre la idea de gobernar de la izquierda. A cuánta gente escucho a diario que dice "Si yo fuera Presidente" o "Si yo estuviera en el gobierno" o bien "Yo haría esto y esto", y, que en realidad, no tienen la menor idea de qué es gobernar. Es mucho más que sentarse atrás de un escritorio a decidir y firmar resoluciones y decretos. Pero, lamentablemente, la gente no entiende, y sigue con su viciada costumbre de criticar al gobierno por lo que sea, en vez de apaludr sus aciertos para dar estímulo y criticar constructiva y respetuosamente sus errores para mejorar día a día el sistema democrático que tenemos la suerte de ostentar como forma de gobierno.
Saludos cordiales,
Cornamenta333
Pah, este cornamenta te mató Turco:
"su viciada costumbre de criticar al gobierno por lo que sea" te sienta justo (y perdón por lo de sentarse, pero cada vez que te escucho se me sugiere esa palabra)
Pedro
Mal usted turco, no sólo critica lo que hará proximamente sino que también defiende a Soloducho, que usted y yo sabemos que robó más de 10 millones de dólares.
Hace un poco de sentido defenderlo ya que colaboró (usted con 825.000$, de un sueldo que no creo que haya podido juntar fácilmente..) y él con $125.000 si no me equivoco, claro esto en números oficiales.
De todas formas, sabemos que este tipo de inversiones sirve.
Soloducho robó???????????????
Y Chasman y Chirolita lo ayudaron?????????
NO TE PUEDO CREER!!!!!!!!!!!!
Aguante system of a down
y Metallica
Abdala Abdala, la verdad q para mi sos un tipo cargado de buenas intenciones y un entusiasta , solo eso, te falta luz propia, y la de Julio Maria se esta apagando cada vez mas.
Los invito a mi blog a discutir sobre el tema de las elecciones de jovenes del partido colorado.
un abrazo a la comunidad bloggera
Abdala abdala, la verdad sos un tipo mamadera, cargado de malas intenciones y pederasta.
Los invito a mi blog a discutir sobre el tema de las elecciones de los jovenes en el partido colorado, la dicusion está entre votar a nestor en bloque o al cantante de los pibes chorros.
El blog es www.coloradosalpodernuncamas.blogspor.com
pederasta pasivo, en particular
Me entere de algo sobre las elecciones internas del partido colorado q me cambio la kbza totalmente, entren en mi blog y opinen sobre lo q les parece
turco, son un político mediocre que estás ahí porque estas apadrinado. Como dijo un anónimo, no tenes luz propia, tus críticas y argumentos son infantiles...das lástima.
Además sos parte de los mediocres que fundieron al partido colorado, algo impensable hace 7 años atrás. si no se retiran todos uds, este partido no levanta cabeza.
Ojala nunca mas levanten cabeza estos ladrones
Mira turco, yo soy nacionalista, y consecuentemente estoy en contra del neoliberalismo. No estoy en contra del comercio internacional...Pero por el afan de la competitividad internacional, ustedes quieren que los trabajadores uruguayos laburen por lo mismo que un chino? No me parece. Petroleo se le puede comprar a varios paises. Los juguetes chinos que se los metan en el orto. Y si no quieren comprar lana,o cuero, mejor. Siempre hay otros compradores. China esta arruinando (Ya la arruino mas o menos) la industria de occidente. Y,entonces celulares trajo progreso economico? No me parece.....
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