(Publicado - El Observador 11/07/07)
La democracia uruguaya es significativamente pendular. Cuando el aroma de los vientos trae un cierto perfume “progresista”, no son pocos los actores que se ubican en esas coordenadas sin drama alguno. Esto no debiera impresionar a nadie, excepto a aquellos ingenuos que seguimos creyendo en valores que sostienen las distintas filosofías que nos movilizan cotidianamente. Los liberales somos liberales siempre. Por lo tanto, nunca podríamos colaborar con gobiernos populistas con tintes autoritarios.
Por ejemplo, nunca entendí que alguien como el Ministro Lepra colabore y actúe con fenomenal convicción con este gobierno. Al principio, me pareció que era una movida patriótica, de esas que estamos poco acostumbrados en estas tierras, hasta consideré magnánimo el gesto, pero luego por diversas expresiones del novel ministro cambié de opinión. Pensé que la ambición personal, o la vanidad lo podían haber seducido. Los hombres tienen pecadillos y éste podía ser uno de ellos. Al fin y al cabo, no es un pecado mayor si trae consigo algún servicio a la nación. Tampoco era esta la motivación. Ahora percibo que efectivamente se autoconvenció que tiene que “ser” lo que está representando y punto. Lo curioso es que asume una visión confrontativa con el pasado reciente, un rechazo a todo aquello que el país hizo y un discurso refundacional que nunca antes asumía cuando tenía una fértil y proficua relación con los liderazgos históricos de los partidos tradicionales, y cuando era un eficaz funcionario de una empresa capitalista que durante décadas actuó en el país. En fin, todo el mundo tiene derecho a cambiar pero quizás no tanto porque esas mutaciones erosionan la credibilidad final.
El caso de Lepra no es el único, está lleno de funcionarios de gobierno, en cargos más o menos relevantes, que dieron volteretas y se transformaron en “frentistas de toda la vida” para quedar mejor parados en sus ambiciones y promoverse de linda forma en sus carreras funcionales. Es muy disfrutable ver la cantidad de Embajadores y diplomáticos "de izquierda" que por estos años aparecieron recitando la mirada “progre”. Y lo delicioso del asunto es que los que tienen el poder de turno les creen. Lo propio pasa en las empresas públicas con cuadros relativamente jóvenes: ahora todos son frentistas y lo espetan de manera militante, por las dudas, por aquello de la fé del converso.
Es que el poder trae consigo elementos complicados y la gente se enfrenta a su destino de manera cruel. Lo propio pasa con la sociedad, no son pocos los que comulgan en muchos medios de comunicación con el discurso “progre”. Es que ser de “derecha” está mal, es ser “facho” o no tener “sensibilidad social”. ¿Con esas coordenadas quién es el macho que se anima a afirmar que le gusta alguien de los partidos históricos? Hasta el presente no estaba de moda.
Las cosas empezaron a cambiar. La izquierda es poder, ya no es más la contracultura. La izquierda cobra impuestos, la izquierda cierra radios, la izquierda se mete en tu vida privada queriendo saber cuanto gastás y cómo lo gastás, la izquierda se da el lujo de afirmar –por senadores relevantes- que hay programas que en la televisión no habría que mostrar, y la izquierda uruguaya ya tiene una barra de amigos a quienes les gusta el dinero como el chocolate. Esto trae aparejado que el mito del humanismo frentista se evapore a pasos agigantados. Cuando en un país tan pequeñito la mano viene con tanto atropello, con tanta soberbia y con tanta inimputabilidad, llega un momento que hasta el más lerdo se exaspera.
Es que la gente no se banca que la sermoneen y, por detrás, se advierta un doble discurso grosero. Así, entre los negocios de gobierno con personajes que hace unos meses eran considerados “corruptos”, las contradicciones pequeño-burguesas en que el gobierno incurre, junto a una nueva camada de noveles adláteres que se acomodan a última hora empezó la caída en la confianza que se le tenía a todo el Frente Amplio. El desencanto --estaba claro-- tarde o temprano iba a aparecer. Entre la base militante, por supuesto. Pero también entre la ciudadanía que, ingenua y esperanzada, les "prestó" el voto. Ahora los van a mirar con lupa. Y bien que es necesario.
Por ejemplo, nunca entendí que alguien como el Ministro Lepra colabore y actúe con fenomenal convicción con este gobierno. Al principio, me pareció que era una movida patriótica, de esas que estamos poco acostumbrados en estas tierras, hasta consideré magnánimo el gesto, pero luego por diversas expresiones del novel ministro cambié de opinión. Pensé que la ambición personal, o la vanidad lo podían haber seducido. Los hombres tienen pecadillos y éste podía ser uno de ellos. Al fin y al cabo, no es un pecado mayor si trae consigo algún servicio a la nación. Tampoco era esta la motivación. Ahora percibo que efectivamente se autoconvenció que tiene que “ser” lo que está representando y punto. Lo curioso es que asume una visión confrontativa con el pasado reciente, un rechazo a todo aquello que el país hizo y un discurso refundacional que nunca antes asumía cuando tenía una fértil y proficua relación con los liderazgos históricos de los partidos tradicionales, y cuando era un eficaz funcionario de una empresa capitalista que durante décadas actuó en el país. En fin, todo el mundo tiene derecho a cambiar pero quizás no tanto porque esas mutaciones erosionan la credibilidad final.
El caso de Lepra no es el único, está lleno de funcionarios de gobierno, en cargos más o menos relevantes, que dieron volteretas y se transformaron en “frentistas de toda la vida” para quedar mejor parados en sus ambiciones y promoverse de linda forma en sus carreras funcionales. Es muy disfrutable ver la cantidad de Embajadores y diplomáticos "de izquierda" que por estos años aparecieron recitando la mirada “progre”. Y lo delicioso del asunto es que los que tienen el poder de turno les creen. Lo propio pasa en las empresas públicas con cuadros relativamente jóvenes: ahora todos son frentistas y lo espetan de manera militante, por las dudas, por aquello de la fé del converso.
Es que el poder trae consigo elementos complicados y la gente se enfrenta a su destino de manera cruel. Lo propio pasa con la sociedad, no son pocos los que comulgan en muchos medios de comunicación con el discurso “progre”. Es que ser de “derecha” está mal, es ser “facho” o no tener “sensibilidad social”. ¿Con esas coordenadas quién es el macho que se anima a afirmar que le gusta alguien de los partidos históricos? Hasta el presente no estaba de moda.
Las cosas empezaron a cambiar. La izquierda es poder, ya no es más la contracultura. La izquierda cobra impuestos, la izquierda cierra radios, la izquierda se mete en tu vida privada queriendo saber cuanto gastás y cómo lo gastás, la izquierda se da el lujo de afirmar –por senadores relevantes- que hay programas que en la televisión no habría que mostrar, y la izquierda uruguaya ya tiene una barra de amigos a quienes les gusta el dinero como el chocolate. Esto trae aparejado que el mito del humanismo frentista se evapore a pasos agigantados. Cuando en un país tan pequeñito la mano viene con tanto atropello, con tanta soberbia y con tanta inimputabilidad, llega un momento que hasta el más lerdo se exaspera.
Es que la gente no se banca que la sermoneen y, por detrás, se advierta un doble discurso grosero. Así, entre los negocios de gobierno con personajes que hace unos meses eran considerados “corruptos”, las contradicciones pequeño-burguesas en que el gobierno incurre, junto a una nueva camada de noveles adláteres que se acomodan a última hora empezó la caída en la confianza que se le tenía a todo el Frente Amplio. El desencanto --estaba claro-- tarde o temprano iba a aparecer. Entre la base militante, por supuesto. Pero también entre la ciudadanía que, ingenua y esperanzada, les "prestó" el voto. Ahora los van a mirar con lupa. Y bien que es necesario.
12 comentarios:
1ero!!!!!!!
Usted la verdad,es todo un artista en el buen sentido de la palabra.
Me llegan al alma como una cancion de Luca Prodan tus palabras.Es que claro,a quien le dan los huevos para decir ''Para mi hay que hacer un Auschwitz-Brickenau en la colonia Berro con todos los pastabaseros'' para gritar ''Viva Don Jose Batlle !! '' ...No cualquiera.
No cualquiera dice ''Es que a mi me gusta el capitalismo'' Nooo..Uhhh que feo.Es que ahora,hasta los nenes chetos de celular ultimo modelo tienen que quedar bien haciendo casitas de madera.O el anarco que lucha contra el capital..Por Dios.Si,y con mayuscula,viva monseñor Cotugno!!viva Luis XXV!
PD:Los liberales en general,lo que me molesta es su puta politica neoliberal en lo economico.....No puedo creer que alguien diga que eso funciona si es el caso....
Si quieren ver un testimonio veridico,espero que confien en mi... Hay una charla de un ''anarco punk'' conmigo plasmada en mi blog.
www.pub-cloaca.blogspot.com
"la solucion es una camara de gas" con el abdala y los fachos adentro
Aguante el comunismo reprimido.
Comunismo reprimido jajajajaja son unos cra,defienden algo que nadie va a defender NUNCA en cambio,el fascismo puede resurgir les guste o no
Quise decir comunismo, reprimido (esto ultimo a abdala)
Ta, pero no me distraigan con lo que venia a hacer...putear a abdala.
PICHON DE MILICOOOO
El fascismo es un germen que está en todos nosotros.
Por suerte.
Sólo es cuestión de esperar. La era de la boludez progresista tiene los días contados.
Saludo romano.
che... "espada del partido colorado", si tu caudal de votantes es directamente proporcional a la cantiad de comentarios que tenes en el blog vas a andar bien eh!
te amo
Washi me dispongo para lo que precises, conta conmigo para lo que sea, desde hacerte ese batido "vazqueciano" en el pelo hasta responderle los comments a esta manga de comunistas y tupamaros que invaden una pagina de internet tan prestigiosa y que ataca los problemas de la poblacion con raciosinio y objetividad...
Siga en ese camino mi soldado.
I WANNA BE SEDATEEEEEEEED
Felíz día turco (?)
SEXOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO ARGHHHHHHHH DEMENCIAAAAAAAAA SEXUALLLLLLLLLLLLL COGNITIVAAAAAAAAAA!!!!
SIENTAN ESTAS ONOPATOPELLAS CON SU LIBIDO ALMA Y CORAZON!:
SHDDDDDDDDD ARGHTUFUUUUUUU AHRNMHHHMMMMMMMMMM AJHHHHHHHHHH AJHAHHHJJJJJJJJ BRMMMMMMKAHHHJJJJJJJJJJJJJJ AHAJAHHHHHHHHHHHHHHJJJJJJJJJHHHH
Hay hay hay hay, la verdad me preocupa este blog, no sabia que aun habia gente que creia en el fascismo, bueno a esos pocos ilusos les aviso que nunca van a renacer, la profundizacion democrática y el progresivo acercamiento al socialismo los va a terminar de eliminar. Aceptenlo, es socialismo es la salvacion del mundo, es la unica alternativa para una sociedad justa e igualitaria, donde se respeten los DD.HH, no solo los que se hablan, sino el derecho a la vivienda, educación y trabajo dignos.
Ademas, seamos realistas, fuera de los catolicos ortodoxos la humanidad esta por suerte cada fe mas alejada del rascismo, de la homofobia y esas cosas que los fachos y el vaticano, que pa mi es lo mismo, tanto defienden.
Bue los dejos, saludos de un comunista que sabe que al fascismo no se lo combate, se lo aplasta
Si, pero para eso hay que laburar en serio. Y si querés a alguien que labure en serio, votá a Pedro. No al payaso de Abdala.
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