miércoles, diciembre 07, 2005

SIEMPRE LA MISMA HISTORIA

(Publicado - El Observador 7/12/05)
Si por alguna razón usted tiene que viajar y salir del país por un tiempo, no se haga drama, a su retorno no habrá pasado nada, todo seguirá exactamente igual. Esto, tiene que ver con la matriz cultural nacional, con ciertas inercias que cuestan cambiar y con una forma de ser, algo mediocre, de la que inclusive nos ufanamos. La “uruguayez” es así, afirman orgullosos algunos, entre largos mates y un tiempo deliciosamente perdido. Este es un país en el que se debaten siempre los mismos temas dentro de los mismos géneros temáticos, por ejemplo: cuál es la razón por la que somos tan malos en el fútbol, o por qué nuestra política es tan poquita cosa. Lo curioso, es que cualquiera con dos deditos de inteligencia, ya sabe cuales son las respuestas. Matiz más, matiz menos solo gente muy necia no conoce los diagnósticos de lo que nos pasa. Pero, será que nos encantan los diagnósticos, y será que nos solazamos en esa fuente inagotable de catarsis colectiva porque no hay manera de salir de semejante actitud. Estamos como empantanados. Parecería que premeditadamente empantanados. ¿Cuáles son las ideas arrolladoras que nos plantean “cambios” de envergadura en el país? ¿Dónde están esos líderes intelectuales que salgan del lugar común y políticamente correcto para sugerirnos propuestas novedosas que modifiquen la realidad? ¿Dónde está la izquierda imaginativa y preparada que ahora en el poder podría concretar todas aquellas ideas revolucionarias que predicó estereotipadamente durante años? ¿Dónde están los cambios que nos cambian la calidad de vida a todos? Agreguemos a todo esto la entusiasta mitologización del pasado de los uruguayos, lo que genera aún más frustración y más bajón colectivo. Creer que fuimos imbatibles y fenómenos en casi todo hace 50 años, además de ser harto discutible, es una mirada enfermiza que no permite proyectar nada. Estoy honestamente cansado de sentir hablar de Maracaná y de las glorias económicas del país en aquel período. A veces, creo que me están mintiendo cuando me relatan ese mundo tipo Disneylandia. Y aunque fuera verdad, ya no me importa vivir en una nostalgia eternamente llorona. No nos sirve de nada para enfrentar el futuro. Está bravo “cambiar” un país cuando hasta la propia izquierda es conservadora y lenta. Si después de 34 años para alcanzar el poder todo lo que tienen para mostrar es lo que muestran: estamos perdidos. Entre las miradas sesentistas del ministro del Interior y su humanización para con los que nos deshumanizan a todos (a los delincuentes me refiero); más la teoría de montar “comisiones” para todo tipo de problema que se suscita, creyendo que la aglomeración ciudadana es virtuosa de por sí; pasando por los anuncios temerarios de la reforma tributaria y la de la salud, que nadie sabe cómo serán, pero que todos sabemos que saldrán más plata, en fin, los cambios no vienen para mejor. La gente está nerviosa. Obvio, no es para menos. Para cambiar hay que cambiar las cabezas, así de simple. Y no hago reduccionismo menor al creer que hay partidos o movimientos políticos con mayor culpa, todos tenemos responsabilidad en la “letanía nacional” elevada casi como objeto de culto. Hoy el único frente posible para dar la batalla es la educación, allí hay que poner todas las fichas, las que tenemos y las que inventemos, desde allí cambia una sociedad. Todo lo demás son versos, o parches. Esto, además, lo sabemos todos, sin embargo no terminamos de asimilar que esa debiera ser una política central y consensuada.(Contar una “historia” oficial, como ahora se pretende no ayuda en nada a estos objetivos.) Por eso lo del principio, acá casi nunca pasa nada demasiado fuerte, las raíces de los árboles están cada vez más profundas y viejas. No solo no tiemblan sino que ahora están más firmes y a mayor profundidad. Una lástima, después de tanto anuncio al final es tan poquito lo que se advierte que da pena. Los frustrados que ya aparecen tienen motivo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Este blog está más quieto que el de Walchy...

Anónimo dijo...

¿?
¿Por qué no pudo postear? Sigue estando la misma configuración.

Anónimo dijo...

Y de las tortas fritas, sin comentarios. ;)